Las ferias de videojuegos llevan tiempo de capa caída. Es lógico cuando, desde hace algunos años, cada uno de los grandes desarrolladores y actores de la industria quiere su propio evento. Todos los focos apuntando a su evento, y no diluyéndose entre los cientos de noticias del E3. Ahora, y tras varios años en mínimos por la pandemia, parece que el E3 no volverá a ser como antes.
Según apuntan en IGN, los tres grandes fabricantes no estarán en la cita de 2023. Ni Sony, ni Microsoft, ni Nintendo tendrían presencia en la que hasta ahora era la feria más relevante de la industria del videojuego.
Es un movimiento esperado si echamos la vista atrás, y lógicamente lleva tiempo cociéndose entre bambalinas que a los tres grandes fabricantes no les interesa ya, ni por exposición ni por cobertura, tener presencia en la feria.
De hecho, Sony se saltó el E3 en 2019, antes de la pandemia, y no ha sido parte de la convención desde entonces. Tampoco en su formato virtual. Microsoft, uno de los grandes que mantenía su evento principal dentro de los días de feria, confirmó la semana pasada que haría una exhibición en Los Ángeles este verano, pero sin citar directamente al E3.
Un E3 que vuelve a ser presencial, pero con menos presencia que nunca
Nintendo, aunque ha tenido estos años atrás presencia física en el centro de Convenciones de Los Ángeles, ha demostrado una y otra vez que puede impulsar grandes lanzamientos a través de sus Direct, sin necesidad de hacer una presentación en el E3.
Queda, dentro de los grandes, Ubisoft, que con los rumores de cancelaciones y atrasos de sus grandes franquicias, y con los planes de Assassin's Creed presentados hace relativamente poco, parece que no se esperan grandes anuncios por su parte en el E3.
Y Activision, aunque con presencia física en los últimos años, sus grandes franquicias han venido presentados en eventos separados que han atraído toda la atención. Lejos quedan los años en los que Call of Duty daba la bienvenida a los asistentes a Los Ángeles en la puerta principal del Centro de Convenciones.
Más allá de eso, el resto, aunque importantes, no son vitales. Y tan como se está moviendo la industria, puede que este 2023 suponga un cambio de paradigma para el futuro de la feria. Y si cambia el E3, es que la industria del videojuego ya ha pasado a un nuevo nivel. Ni mejor ni peor. Uno diferente en que cada uno de los grandes actores quiere sus 15 minutos sin que tener que competir en tiempo y atención con sus principales competidores.