Elon Musk tiene que añadir un problema más a su larga lista de contratiempos desde que es dueño de Twitter. Columbia Property Trust, propietaria del edificio en el que se encuentra la sede de la red social, ha demandado a la empresa del también CEO de Tesla y SpaceX por no pagar el alquiler.

Según Bloomberg, la propietaria del llamado Hartford Building, ubicado en San Francisco, notificó a la compañía el pasado 16 de diciembre detallando que no cumpliría con el contrato de arrendamiento si no recibía el pago. Twitter, en concreto, debe 136.250 dólares en concepto de alquiler por la sede, pero la compañía nunca ha llegado a pagar pese a las advertencias de Columbia Property Trust. Han presentado la demanda al tribunal estatal de San Francisco, aunque todavía es pronto para conocer más detalles.

Curiosamente, The New York Times ya reveló hace unas semanas que Twitter había dejado de pagar el alquiler no solo de su sede de San Francisco, sino de otras oficinas globales, como una estrategia para recortar gastos ante la mala situación económica de la compañía desde que Elon Musk es dueño.

Su afán por convertir la red social en un lugar donde reine la libertad de expresión, permitiendo, por tanto, opiniones que podrían incitar al odio o a la violencia, ha hecho que muchos anunciantes decidan suspender su distribución de publicidad. Y esto, precisamente, es un duro golpe para Musk a la hora de obtener ingresos; sobre todo si tenemos en cuenta que la mayor parte de los ingresos de Twitter proceden de los anuncios.

De no pagar el alquiler en Twitter a obligar a los empleados a llevar su propio papel higiénico

Twitter, Elon Musk

Elon Musk, además, también se enfrenta a una demanda por no pagar una factura 197.725 dólares que corresponden a dos vuelos de un jet privado que el magnate aparentemente realizó durante sus primeras semanas en Twitter.

De hecho, los recortes de gastos en la compañía han llegado a tan nivel, que Elon Musk incluso ha eliminado los servicios de limpieza en las oficinas de Twitter. Esto no solo ha hecho que los aseos de las instalaciones estén sucios, sino que también ha hecho que los empleados tengan que llevar su propio papel higiénico de casa.

Elon Musk también ha realizado diferentes movimientos en las oficinas de Twitter que revelan la posible intención del magnate de abandonar las instalaciones o, como mínimo, de reducir el área para —probablemente— pagar menos alquiler. Entre ellos, se encuentra la reubicación del personal, quienes ahora tienen que trabajar en dos plantas cuando antes trabajaban repartidos en seis. Algo que ha ocasionado multitud de quejas a causa del mal “olor corporal y de restos de comida”.

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