Avatar 2: el sentido de agua es un recorrido novedoso a través del mítico planeta Pandora imaginado por James Cameron. No obstante, su retorno también trajo de vuelta algunos rostros conocidos. El malvado y violento Coronel Miles Quaritch (Stephen Lang) regresó. Además, lo hizo con un nuevo conflicto que lo convierte en uno de los personajes más interesantes de la película. También en la confirmación definitiva de que Pandora es mucho más que un paisaje radiante y misterioso. Algo que demuestra la forma en que el personaje evoluciona a través de Avatar 2: el sentido de agua.
Como se recordará, Quaritch murió durante las últimas secuencias de la primera película de la saga. Después de hostigar y casi asesinar a Jake Sully (Sam Worthington), el personaje terminó por enfrentarse con Neytiri (Zoe Saldaña). Esta logró reducirle y, al final, matarle. De modo que su retorno a Pandora resulta a la vez un misterio y un giro argumental destinado a explorar con mayor cuidado el sentido de la vida en el planeta.
Avatar 2: el sentido de agua es una lucha entre tecnología y naturaleza
Quaritch regresa, de hecho, en una especie de recreación tecnológica del fenómeno místico que permitió a Jake integrarse a su avatar. En el caso del Coronel, su memoria, identidad y recuerdos fueron fusionados con un cuerpo Na’vi diseñado genéticamente. Uno mucho más fuerte, rápido y con mayores capacidades que una criatura natural.
Eso convierte a Quaritch en un mecanismo violento y cruel, en especial, porque su memoria residual carece de algunas memorias. El personaje revela que no puede recordar su muerte debido a que su identidad fue recopilada tecnológicamente antes de que ocurriera.
Pero eso no impide que, tras ver algunas imágenes sobre lo sucedido, convierta a Jake Sully — y a su familia — en un objetivo de su venganza en Avatar 2: el sentido de agua. No obstante, con todo, el cuerpo de Quaritch es el de un Na’vi, por lo que hay una lenta pero perceptible evolución del personaje. En concreto, una vez que Eywa comienza a manifestarse a su alrededor de la manera en que lo hace con cada habitante de Pandora.
¿Es Quaritch un Na’ vi?
La respuesta más sencilla es que no lo es. Su cuerpo es una reconstrucción tecnológica de un habitante de Pandora que recibió un implante con la personalidad del Coronel digitalizada. Sin embargo, poco a poco, es evidente que en Pandora la respuesta es mucho más complicada de lo que podría suponerse. Avatar artificial o no, Quaritch se convirtió en parte del ecosistema de Pandora y comienza a reaccionar, en forma sutil, a lo que le rodea.
De hecho, todo lo relacionado con el villano de la historia es en realidad un enigma paradójico. Durante la primera entrega de Avatar, Quaritch declaró en más de una ocasión su odio y repulsión hacia la población nativa de Pandora. Algo que sus recuerdos residuales conservan en Avatar 2: el sentido de agua y que, de hecho, le hace reaccionar con odio y rechazo hacia “mestizos e híbridos” durante la trama.
Pero Quaritch es también una entidad viva, capaz de percibir el poder de Pandora. Uno de los puntos de mayor interés de Avatar 2: el sentido de agua es su exploración sobre el hecho de que el planeta tiene algún tipo de nivel de conciencia. Uno que se manifiesta de forma cada vez más clara y que se transforma en una constante para entender a todos los personajes. Particularmente a Quaritch, que, a pesar de sus reacciones violentas y su poder, es también parte del ecosistema.
A pesar de que su personalidad militar y belicosa se manifiesta de forma violenta y es la predominante durante el primer tercio de Avatar 2: el sentido de agua. Aun así, poco a poco, es evidente que el personaje no puede sustraerse de Pandora. En especial, su influencia y el poder misterioso que se manifiesta en su interior.
¿Se trata solo de una versión digital del hombre original?
La cuestión se plantea de forma elegante y bien construida en Avatar 2: el sentido de agua. Sobre todo, a medida que es evidente que Quaritch reacciona a las emociones y al vínculo que le une a uno de los personajes. Parece que, a pesar de que la digitalización de su personalidad está destinada a preservar buena parte de su identidad, algo más se manifiesta en él. Un elemento relacionado directamente con su experiencia en un cuerpo Na’vi.
Al final, James Cameron explora de manera convincente e interesante todo lo relacionado con Quaritch. Además, deja la puerta abierta a que la experiencia del personaje se haga más complicada y sofisticada. Todo un acierto plantear la raíz del mal en un argumento basado en su mayor parte en la espiritualidad.