Uber ha hablado, y lo ha hecho del tema que ronda al universo de las tecnológicas en este momento: los despidos. Según explicaba el CEO de la compañía, Dara Khosrowshahi, en declaraciones a Bloomberg, no habrá despidos masivos como los que ha tenido que hacer su competencia directa. Lyft anunciaba el recorte del 10 % del total de su plantilla y DoorDash el despido de 1.250 trabajadores. No son los únicos, en cualquier caso.

La incertidumbre económica, la inflación y la crisis de financiación en general, ha empujado a muchas compañías a recortar gastos entre sus filas. Facebook anunciaba hace unas semanas un recorte de 11.000 puestos en su plantilla, Amazon apuntaba a 10.000, Twitter casi 3.000. Y así una larga lista de despidos en que se suceden cada día. Se calcula, en una de las últimas estimaciones, que los recortes del empleo en el sector tecnológico estarían afectando a, como mínimo, 120.000 trabajadores en todo el planeta. Principalmente en compañías tecnológicas y en sectores tan variados como ingeniería, marketing o comunicación.

En este caso, y como explicaba el CEO, la situación económica actual de Uber es lo suficientemente buena como para tener que despedir a un gran volumen de trabajadores. Ahora, bien, también señala que las contrataciones no serán una prioridad en este momento. Unas que prácticamente se mantienen congeladas desde hace meses a fin de controlar el incremento del gasto. Una actitud conservadora, explicaba.

Este anuncio de Uber tiene truco

Uber ha anunciado que por ahora descarta los despidos por varios motivos.

El primero de ellos es el estado de sus cuentas ha mejorado considerablemente desde la hecatombe de 2020 durante la pandemia del coronavirus. Aun lejos de alcanzar la rentabilidad, la compañía señalaba que sería su objetivo para los próximos años con los viajes de pasajeros plenamente recuperados.

El segundo motivo es que Uber ya hizo su ronda de despidos en 2020. 3.700 trabajadores que acompañaban al cierre de 180 centros para conductores; que suponían el 40 % del total de los que tenía abiertos y el 14 % de su plantilla. Fue el plan de choque que ideó la tecnológica para sobrevivir al golpe de la pandemia por coronavirus. No fueron los únicos despidos, en cualquier caso. En verano de 2019, y en este caso sin el efecto del coronavirus por medio, Uber ya anuncio el fin de otros 1.000 empleados en todas sus sedes. Para este caso, era la rentabilidad que la tecnológica debía demostrar ante unos inversores impacientes por una consecución sin fin de números rojos.

En este sentido, Uber se adelantó a los acontecimientos de un sector que dos años más tarde está precisamente en esos procesos de gestión de plantilla. Al igual que Airbnb, que también en 2020 anunció que despediría al 25 % de su plantilla.