Elon Musk sigue poniendo patas arriba Twitter. Si pensábamos que tras las semanas de vértigo en las que despidió al 50% de la plantilla todo había terminado, estábamos equivocados. Según el The Washington Post, la red social ha decidido prescindir de su consejo externo de 'Confianza y Seguridad' después de que varios de sus miembros criticasen a Elon Musk y que este considerase que no es necesario.
Hasta ahora, el consejo ha jugado un papel fundamental en Twitter, al evaluar los desarrollos y cambios recientes en Twitter bajo la dirección de Elon Musk (y de la anterior ejecutiva). No obstante, como en el resto de los casos, ha sido disuelto por correo electrónico.
En dicho email, los consejeros externos han sido informados de que su ayuda de ya no es necesaria. Twitter está "reevaluando la mejor manera de recabar información externa" y dice que el consejo ya no es "la mejor estructura para hacer esto".
No obstante, la realidad podría ser bien distinta. La compañía ha disuelto el consejo externo tan solo unos días después de que tres de sus miembros renunciaran a sus puestos de forma voluntaria. Y no lo hicieron en silencio.
Tras las críticas a Elon Musk, Twitter dice adiós a su consejo externo
En su carta de renuncia, apuntaron directamente a Elon Musk, dejando bien claro que el bienestar de los usuarios de Twitter está en declive por la actual postura del CEO y que no se debería permitir que el ejecutivo defina de forma taxativa cómo tiene que ser la seguridad digital de la plataforma.
Musk, tal como nos tiene habituados, tampoco se ha quedado callado, y ha respondido directamente a las acusaciones de los miembros del consejo que habían dimitido. El CEO de Twitter acusó al consejo de no haber tomado medias contra la explotación infantil en la plataforma. De nuevo, y como lo lleva haciendo hasta ahora, con un tweet:: "¡Es un crimen que se hayan negado a tomar medidas contra la explotación infantil durante años!".
La realidad es que el consejo no tenía competencias ni autoridad para hacer ninguno de esos cambios. En realidad, no eran trabajadores de Twitter, solo personas externas que aportaban información sobre cuestiones concretas para los que toman de verdad las decisiones.
De hecho, el consejo externo incluía, hasta ahora, personalidades de diversos perfiles, incluyendo el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, YAKIN (Youth Adult Survivors & Kin in Need), de Samaritans y GLAAD, que ofrecían a la plataforma su tiempo y consejo de forma voluntaria para ayudar a Twitter a descubrir cómo luchar contra el odio y el acoso, entre otros.