Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC, por sus siglas en inglés), compañía taiwanesa dedicada al desarrollo de semiconductores, podría abrir su primera planta de chips en Europa para la fabricación de chips de 22 y 28 nanómetros. Según Financial Times, TSMC está en avanzando en las conversaciones claves con proveedores para situar su primera fábrica en Dresde, Alemania, aunque la firma asegura que no tiene un plan definido.

Tal y como revela el citado medio, un grupo de altos ejecutivos de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company viajarán a Alemania a principios del próximo año para “discutir el nivel de apoyo con el gobierno” del país, así como “la capacidad de la cadena de suministro local para satisfacer sus necesidades”. TSMC también busca comprobar si los proveedores de materiales y equipos pueden hacer frente a las inversiones necesarias para el funcionamiento de la planta.

Esta no será la primera vez que un equipo de directivos de TSMC se traslada a Alemania para negociar la construcción de una planta en Europa. El viaje previsto para principios de 2023, de hecho, será el segundo en seis meses, y se espera que sea el que permita a la compañía tomar la decisión final. TSMC, por su parte, ha detallado que no descartan “ninguna posibilidad”. Aseguran, sin embargo, que “no hay un plan concreto en este momento”. En cualquier caso, y si las negociaciones avanzan favorablemente, la planta podría inaugurarse en 2024.

TSMC ya valoró en el pasado construir una planta de chips en Europa

Dos trabajadores inspeccionan una oblea de silicio, TSMC
ASML

Curiosamente, tampoco es la primera vez que TSMC planea expandir su negocio al mercado europeo. La compañía lleva desde 2021 intentando avanzar en la construcción de una planta en Europa. No obstante, las detuvieron las negociaciones a causa de la guerra en Ucrania. Ahora, las retoman a causa de la alta demanda de chips de producción local por parte de los fabricantes de vehículos europeos. Precisamente, algo que también beneficiará a la UE y a su intención de reducir su dependencia del mercado asiático.

A TSMC, además, le preocupa que los proveedores locales no puedan realizar las inversiones necesarias para el correcto funcionamiento de la planta. Algunas compañías que proporcionarían suministros al fabricante de chips, sin embargo, ya han confirmado su intención de respaldar a la compañía. “Intentaríamos apoyar a nuestros clientes. No los dejaríamos caminar solos por el desierto”, ha destacado un directivo de un proveedor alemán que podría asociarse con TSMC.

El fabricante de semiconductores también tendrá que hacer frente a una mayor “fuerza laborar”, tal y como está ocurriendo con varias de las plantas que están abriendo en diferentes países. La compañía, de hecho, tuvo que enviar centenares de ingenieros con el objetivo de avanzar en la construcción de la fábrica en Estados Unidos. También confirmó su intención de 500 y 600 empleados más para la planta en Japón.