Con $134 millones de dólares recaudados únicamente en territorio norteamericano, Avatar 2: el sentido del agua parece ser un éxito. Mucho más cuando se suman los $434 millones que alcanzó en taquilla mundial. Al menos, es la primera conclusión obvia ante cifras semejantes.
Pero la película de James Cameron, una de las más costosas de la historia y con un grupo de secuelas en producción, atraviesa un riesgo. No solamente debe triunfar de manera contundente en su fin de semana de estreno. También debe establecer su propio récord e, incluso, contar con semanas de recaudación que sean cada vez más altas.
¿El motivo? Avatar 2: el sentido del agua necesita ser algo más que un éxito. Requiere, en realidad, ser un fenómeno para lograr que la gigantesca inversión de producción sea redituable. Y por si eso no fuera suficiente, al mismo tiempo necesita asegurar que un experimento visual y argumental semejante es rentable.
Todo ello de cara a las siguientes secuelas en filmación y producción. De hecho, James Cameron dejó claro hace poco que el triunfo en taquilla debe ser tan resonante como para asegurar la continuación de la franquicia.
¿Es Avatar 2: el sentido del agua un éxito de taquilla o no?
No se trata de una repuesta sencilla porque no se limita a la cantidad de dinero que pueda recaudar. En realidad, la secuela de Cameron debe mantenerse en un considerable estándar a futuro. Pero las primeras estimaciones, tanto en suelo estadounidense como en el resto del mundo, indican que la taquilla estuvo por debajo de lo esperado. A menos en EE.UU., la recaudación estuvo al nivel de los más recientes éxitos de Marvel.
El gran inconveniente que atraviesa Avatar 2: el sentido del agua es que su suma global debe aumentar exponencialmente. Hacerlo semana tras semana de exhibición. Al menos, mantener un desempeño muy alto en sus primeras cinco o seis semanas de proyección.
Esa fue la eventualidad que permitió a la película original convertirse en un fenómeno taquillero. En el 2009, Avatar se mantuvo con asombrosos números de recaudación durante buena parte de sus doce semanas básicas de exhibición. También se convirtió en un éxito global que alimentó el fenómeno mes con mes.
La película, que deslumbró a la audiencia con sus efectos especiales, se convirtió en una curiosidad inmediata. Al mismo tiempo, en una experiencia que superó lo cinematográfico. Los fanáticos acudían al cine una y otra vez para sorprenderse del espectáculo en pantalla, encontrar nuevos detalles y analizar el mundo creado por Cameron. Al final, Avatar dependía tanto de las recurrentes visitas del público como de la audiencia reciente que acudía en masa a las salas.
Un mercado superpoblado de opciones
Pero han transcurrido trece años desde el estreno de la película original. Casi década y media en la que el mercado cinematográfico se superpobló de sagas y franquicias. En las que los fenómenos taquilleros se convirtieron en reflejo del gusto del fandom tradicional que rodea algunas historias. Asimismo, de una sobreexposición de nuevas tecnologías y efectos digitales punteros. De modo que, Avatar 2: el sentido del agua no es una excepción, sino una de las tantas películas destinadas a deslumbrar al público.
Como si eso no fuera suficiente, deberá luchar con su duración. La película excede las tres horas de proyección, lo que hace que el número de exhibiciones sea limitado. Al mismo tiempo, y aunque hay una versión en 2D, la experiencia total de la película está dirigida a la versión 3D. Lo que influye en la cantidad de salas a disposición. De modo que, con menos frecuencia de funciones en menos salas de las disponibles, Avatar 2: el sentido del agua depende del público.
En Norteamérica, Avatar 2: el sentido del agua se estrenó en 4.202 cines en más de 12.000 pantallas. De esas, 400 eran IMAX 3D, con el estudio y los cineastas apostando fuerte por el atractivo — y los precios más altos — del formato 3D. Pero para que la combinación resulte en un éxito, Disney necesita que el arraigo entre la audiencia sea total.
En particular, entre los fanáticos de la marca. También para los que desean disfrutar de la experiencia de un recorrido por el mundo ficticio de Cameron a todo nivel. Pero, ¿será suficiente ese arraigo para lograr el billón de dólares que Cameron necesita para que su franquicia continúe?
A pulso con la competencia
Por ahora, Avatar 2: el sentido del agua no tiene grandes competencias en taquilla. De hecho, su siguiente gran contendiente podría ser Ant-Man y la Avispa: Quantumania, que se estrena en febrero. En términos de taquilla, sería el único proyecto que realmente podría plantear una batalla en el mismo escenario con la secuela. Ahora bien, a pesar de la falta de opciones de competencia, la pregunta es la misma. ¿Podrá Avatar 2: el sentido del agua conseguir números impresionantes?
No parece muy probable. Su debut estuvo por debajo de lo esperado, a pesar de la campaña publicitaria a su alrededor y toda la expectación sobre el espectáculo en pantalla. Con un costo total de $541 millones de dólares solamente en producción, la película necesita una cifra astronómica para ser rentable. Pero, en lugar de eso, la secuela tiene cifras semejantes a las de The Batman como el cuarto debut estadounidense más alto del año.
Detrás de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, que recaudó $187.4 millones de dólares en mayo. Recientemente, Black Panther: Wakanda Forever logró alcanzar $181 millones de dólares en noviembre. Incluso la muy criticada Thor: Love and Thunder logró recaudar $144,2 millones de dólares en julio.
¿Qué futuro le espera a Avatar 2: el sentido del agua?
Según el analista principal de medios de la empresa Comscore, Paul Dergarabedian, todavía es muy pronto para asumir que la secuela fracasó. “Históricamente, las películas de James Cameron son fenómenos a largo plazo, no del primer fin de semana”, explicó a ABC. “Avatar 2: el sentido del agua va a desarrollar su taquilla con el tiempo. Se trata de dónde terminará dentro de unos meses”.
Lo mismo concluyó el vicepresidente ejecutivo de distribución cinematográfica de Walt Disney Company, Tony Chambers. Para el ejecutivo, el fin de semana de estreno es “significativo, pero no determinante”. En especial, porque el fenómeno de Avatar 2: el sentido del agua apenas comienza. “Tenemos una película excelente que se está reproduciendo en todos los grupos demográficos y [tiene] un excelente boca a boca”, detalló.
Es el momento perfecto para ver Avatar
Así que habrá que esperar para conocer el resultado de Avatar 2: el sentido del agua. En especial, en medio de lo que parece ser la prueba de fuego para la ambición de James Cameron en el futuro.