Disney ha revelado su mayor secreto, al menos el que hace que sus actores sean eternamente jóvenes en las películas. Y, por supuesto, su receta del éxito pasa por un sofisticado programa de Inteligencia Artificial que ahora ve la luz, y que ayuda a las producciones de la casa a reducir los procesos de posproducción. ¿Estamos ante el futuro, o presente, del cine?

Disney, con sus diferentes franquicias, ha probado de todo en tecnología. La más conocida es la relacionada con la tecnología CGI. Principalmente en Marvel –que ya pudimos ver con un precario resultado en She Hulk– y también en Star Wars, esta novedad ha logrado incluso resucitar personajes que habían fallecido antes de poder terminar algunos títulos de la casa. Sin embargo, es un proceso largo y costoso; tanto que en un intento de ahorrar en las producciones, estos equipos han sido las principales víctimas de las prisas y los cheques. Por eso, Disney necesita técnicas más efectivas para poder asegurar la supervivencia de todas sus sagas. La Inteligencia Artificial podría ser la solución definitva. Especialmente cuando estas se extienden a lo largo de los años. Y, si bien para los personajes en la ficción no pasan los años, sí para los actores que los interpretan. Y esto, con sagas tan dilatadas en el tiempo, es un problema.

Lo pudimos comprobar en Ant-Man y la Avispa de Marvel: se podía ver una versión muy joven de Michelle Pfeiffer y Michael Douglas. Ahora, con la nueva película en puertas Ant-Man y la Avispa: Quantumania probablemente tendremos otra muerta de personajes rejuvenecidos. Detrás de esto, muchos diseñadores borrando, una a una, arrugas en el rostro de los personajes.

Para evitar todo esto, Disney Reasearch Studios está trabajando en una herramienta que pueda ayudar a todos estos creadores y que muy posiblemente podremos ver en un corto espacio de tiempo en alguno de los títulos de la casa. Al menos para ahorrar a los equopos de diseño y posproducción gran parte de un trabajo que puede llegar a ser monótono. Por supuesto, esto se articula a través de la Inteligencia Artificial que lleva dos años poniéndose a prueba. Y si bien puede usarse para hacer más jóvenes a los actores, también para hacerlos mayores en caso de que sea necesario para diferentes tomas.

La clave de este sistema de Inteligencia Artificial probado por Disney es que puede adaptarse a imágenes en movimiento. Y ser, de hecho, plenamente convincentes y fotorrealistas. Eliminando la sensación de pérdida de calidad entre las fases de transición de los fotogramas. Para entrenar a las redes neuronales de la tecnología se tuvo en cuenta, además, algo esencial para el cine. Los actores no suelen mirar directamente a la cámara, lo que hace que la posición del rostro no sea perfecta en cuanto a las proporciones. Para ello, explican, se creó una base de datos con millones de caras creadas con sistemas de Inteligencia Artificial y de creación aleatoria. Todos, también, con posiciones alternas.

Después, y con las herramientas de este programa conocido como Fran, se envejecieron y rejuvenecieron. Era una fase de prueba y error con elementos no humanos para hacer que la Inteligencia Artificial pudiese aprender lo máximo posible. Para, después, llevarla a los actores o personas reales.

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¿Por qué se ven más realistas que otros intentos de Inteligencia Artificial? El modelo no envejece toda la cara del personaje, sino que estudia qué elementos se pueden ver afectados por la edad en función de la estructura del rostro. Cuando detecta la imagen, la IA crea una capa adicional que se superpone sobre la original. Cuando se mueve, la capa se mueve con el actor; si este cambia el rictus, también habrá una modificación de las arrugas. También hace que no se pierda la identidad real del actor sin sentir demasiado artificial el efecto en la gran pantalla.