Fue una broma que durante un tiempo tuvo su gracia y ahora la ha perdido toda por el camino. Los NFT de Bored Ape están en el punto de mira, ahora son de todo menos aburridos –al menos para la actualidad–. Y, junto a ellos, la retahíla de famosos que desfilaron ante sus bondades para promocionar los productos de Yuga Labs Inc., creadora de la colección de simios digitales. Ahora, la compañía –y sus promotores– se enfrenta a una demanda colectiva por haber exagerado el valor de estos activos.

Ahora es cuando todos dicen lo mismo: "Se veía venir". Podría ser, pero de momento la cuestión queda en manos del Tribunal de Distrito Central de California, División Oeste de los Estados Unidos, por temas de competencia desleal, complicidad y conspiración. Según Deadline, la cuestión no se queda solo en el terreno de las empresas. Precisamente lo poco aburrido de la cuestión es que en la demanda se incluyen perfiles como el de Justin Bieber, Paris Hilton, Madonna, Jimmy Fallon –quien promocionó los NFT en su programa The Tonight Show, Diplo, Snoop Dogg, Post Malone y The Weeknd o Kevin Hart. Son los famosos que, durante meses, anunciaron sus colecciones privadas de Bored Ape a modo de inversión e invitaron a sus fans a seguir su camino.

Para ese selecto grupo de personalidades, la demanda colectiva contra Yuga Labs y Bored Ape apunta directamente a su papel como instigadores a la compra de un producto dudoso y entendido como inversión.

Y la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. tiene un artículo para ello:

“Celebridades y otros están utilizando las redes sociales para animar al público a comprar acciones y otras inversiones. Estos endosos pueden ser ilegales si no revelan la naturaleza, fuente y monto de cualquier compensación pagada, directa o indirectamente, por la empresa a cambio del endoso.”

La estafa de los Bored Ape venía de lo más profundo del mundo del cine

Bored Ape

Y es precisamente en dicho endoso, o pago a las celebridades por promocionar los Bored Apes, donde está la cuestión. Según la demanda, Yuga Labs habría estado usando una empresa intermediaria para pagar a los famosos por promocionar sus productos NFT en sus redes sociales. Llamado MoonPay, no habría problema con ello si no fuese porque este dato se ocultó a los futuros compradores e inversores. Es decir, la historia de famosos invirtiendo en los NFT de Bored Ape por visión de negocio ha pasado a publicidad encubierta. Si le añadimos el matiz de que la promoción afecta a activos con posibilidad de revalorización futura, o no, la cosa se pone mucho más complicada.

Es poca emoción para la historia de los simios. Hay más. Según la misma demanda, sería Guy Oseary –agente de talentos de Hollywood– el que artículo todo este entramado de estafa valorada en millones de dólares. Una punto con mucho sentido, Oseary tendría acceso a muchos perfiles de famosos del mundo del cine. Precisamente lo que buscaba Yuga Labs para la expansión de sus Bored Apes.

La caída en picado del valor de los activos digitales NFT, junto a los criptoactivos, durante los últimos meses ha motivado la demanda colectiva contra los Bored Ape y Yuga Labs. Pero ha sido el cado de FTX lo que ha puesto la cuestión de nuevo en realce. Al igual que los famosos promocionando los NFT de simios, FTX tiró de personajes conocidos para promocionar sus bondades: Larry David, Tom Brady, Gisele Bundchen y Stephen Curry. Los mismos que hoy se enfrentan a senda demanda por usar su poder para llevar clientes a FTX. Exchange ahora caído en desgracia y ha terminado llevando a su fundador Sam Bankman-Fried a la cárcel sin fianza por lo que ya se considera una de las mayores estafas financieras de los últimos tiempos.