Twitter perdió a empleados cruciales del equipo de privacidad y seguridad, quienes abandonaron la compañía tras la llegada de Elon Musk. Un reporte de The Washington Post detalla que Lea Kissner, directora de seguridad de la información, así como dos altos ejecutivos renunciaron a su cargo este jueves. A diferencia de los despidos, o de los trabajadores que dejaron la compañía en protesta por las políticas de Musk, la renuncia de Kissner y otros miembros de su equipo obedece a otro motivo.
El lanzamiento de nuevas características sin una revisión minuciosa a la seguridad sería factor clave para su renuncia. Twitter mantiene un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio (FTC) en donde se compromete a proteger la información de sus usuarios. La presión de Elon Musk por implementar novedades en la red social ignorando los protocolos de privacidad no solo arriesga a Twitter a una demanda millonaria, sino a sus empleados.
Junto a Kissner también partieron Damien Kieran, director de privacidad, así como la directora de cumplimiento, Marianne Fogarty. Diversos mensajes publicados en el canal de Slack aseguran que lanzar productos y cambios sin revisiones de seguridad efectivas es extremadamente peligroso para los usuarios.
Twitter, en riesgo de una multa millonaria si no cumple con las reglas
El reporte del Post menciona que otros empleados del equipo de privacidad y seguridad renunciaron esta semana. La presión obligaría a los ingenieros a certificar que las características implementadas cumplían con los acuerdos de la Comisión Federal de Comercio.
Dado que la FTC puede (¡y lo hará!) multar a Twitter con BILLONES de dólares de conformidad con la Orden de Consentimiento de la FTC, es extremadamente perjudicial para la longevidad de Twitter como plataforma. Nuestros usuarios se merecen mucho mejor que esto.
La red social estuvo en el ojo del huracán hace más de una década, cuando la FTC la acusó de poner en riesgo la privacidad de sus usuarios al no proteger su información personal. La agencia estadounidense especificó que entre enero y mayo de 2009, hackers tomaron el control de Twitter en dos ocasiones.
En marzo de 2011, Twitter y la FTC llegaron a un acuerdo donde la compañía se comprometía a crear programas de protección de datos. La agencia obligó a la red social a ser evaluada por auditor independiente cada dos años durante una década.
Según los términos del acuerdo, Twitter tendrá prohibido durante 20 años engañar a los consumidores sobre la medida en que protege la seguridad, la privacidad y la confidencialidad de la información no pública del consumidor, incluidas las medidas que toma para evitar el acceso no autorizado a la información no pública, y respetar las elecciones de privacidad realizadas por los consumidores.
Tras la oferta de Elon Musk para comprar Twitter, que derivó en una telenovela de varios meses, la FTC declaró que estaba preocupada. "Ningún director ejecutivo o empresa está por encima de la ley, y las empresas deben seguir nuestros decretos de consentimiento", dijo Douglas Farrar, director de asuntos públicos de la agencia estadounidense.
La seguridad de la red social era un desastre antes de la llegada de Elon Musk
Hace unos meses, en la víspera del juicio entre Elon Musk y Twitter, un ex-empleado de la compañía hizo una importante revelación. Peiter "Mudge" Zatko, quien se desempeñó como jefe de Seguridad de la red social, denunció graves problemas que ponían en riesgo la información de los usuarios y la integridad de la plataforma. Zatko acusó a Twitter de contar con políticas de ciberseguridad imprudentes.
Según el exempleado, los ejecutivos estaban al tanto y engañaron a la junta directiva y a los reguladores al no reconocer estos problemas. "Mudge" no solo expuso fallos en los procesos de protección a la información, sino también la infraestructura de los servidores que está expuesta a un hackeo. Twitter se defendió diciendo que la seguridad y privacidad eran prioridad en la empresa y argumentó que estas acusaciones estaban diseñadas para llamar la atención.