Se les conoce como dummies o crash dummies. Y son tan fácilmente reconocibles que hasta protagonizaron un videojuego en la década de los 90, The Incredible Crash Dummies. Hasta se vendieron muñecos para jugar con ellos. Pero los originales son maniquís cuya misión es ayudar a probar la seguridad de un automóvil en caso de colisión. Normalmente imitan la anatomía masculina y la infantil. Y cuesta encontrar un maniquí de mujer para pruebas de seguridad.

Antes de los dummies, para probar qué le ocurre al cuerpo humano al producirse un accidente de tráfico, dentro o fuera de un vehículo, se llegaron a usar animales, cadáveres humanos e incluso voluntarios vivos. Para que las pruebas pudieran ser más habituales, sin peligro para nadie, se decidió optar por maniquís de forma humana. Similares a las figuras de madera que utilizan los artistas para pintar. El primero data de 1949 y se le bautizó como Sierra Sam. Desde entonces, los crash dummies o maniquís de pruebas han ayudado a salvar vidas exponiendo la seguridad o inseguridad de cada nuevo modelo de automóvil. 

Los crash dummies se empezaron a usar en masa en la década de 1970. En aquel entonces, conducían hombres y mujeres. Pero la industria del automóvil optó por usar de modelo el cuerpo masculino estándar. Actualmente, este modelo equivale a un varón de 78 kilos y 1 metro con 75 centímetros de altura. Era el estándar en 1970. Y tal vez debería revisarse. Lo mismo que debería ocurrir con el modelo femenino. En Estados Unidos, el maniquí de mujer para pruebas está enfocado a un estándar de mujer de 49 kilogramos y 1 metro con 50 centímetros. ¿Encajas en alguno de los dos modelos? Según explica un artículo de BBC, el estándar femenino no encajaba ni en 1970, ya que equivalía al 5% más pequeño de la población femenina. Y por mucha seguridad que incorpore un vehículo, los accidentes ocurren.

La primera víctima fue una mujer

Si buscas en internet quién fue la primera víctima de accidente de coche encontrarás el nombre de James William Lambert. El accidente se produjo en la ciudad de Ohio, en Ohio, Estados Unidos, en 1891. Como curiosidad, estaba probando un automóvil fabricado por él mismo. El primero de gasolina y con un solo cilindro. El accidente se produjo al chocar con la raíz de un árbol. Lo que hizo que el conductor perdiera el control. Hubo heridos pero no muertos

Pero si echamos un vistazo a Wikipedia, tiempo atrás se produjo un accidente de coche. Eso sí, se trataba de un vehículo propulsado por vapor. Fue un 31 de agosto de 1869 y la protagonista fue, curiosamente, una mujer. Mary Ward. La noticia apareció publicada en el King’s County Chronicle del 1 de septiembre de 1869. La víctima falleció al caer del vehículo y ser atropellada por una de las pesadas ruedas del automóvil.

Los maniquís de pruebas suelen ser de hombre o niño. Se usan pocos maniquís de mujer
Maniquí de pruebas infantil. Fuente: Karco Engineering, NHTSA (Wikipedia)

¿Qué dicen las estadísticas?

Puede que en la primera mitad del siglo XX los automóviles fueran conducidos principalmente por hombres. Pero en la segunda mitad se produjeron muchos cambios sociales. Hasta el punto de que si echamos un vistazo a las estadísticas, encontramos que hombre y mujer están a la par en número de licencias o carnets de conducir. Y aunque en los últimos años se ha producido un ligero descenso, éste afecta a ambos por igual.

En Estados Unidos, en 2020, había 115,6 millones de licencias de conductora frente a 112,6 millones de licencias de conductor. Es decir, más mujeres que hombres. Y en Reino Unido, en 2020 aprobaron la prueba de conducir 188.557 hombres frente a 182.282 mujeres. Unas cifras muy similares. En España, el censo de la DGT dice que hay 15,52 millones de hombres con carnet y 11,68 millones de mujeres. Volvemos a estar muy a la par. 

Un maniquí de mujer más real

A todos nos ha pasado. Distintas alturas, diferentes pesos y ser hombre o mujer tiene sus consecuencias cuando subimos a un automóvil. La distancia del asiento hasta el volante, la posición del cinturón de seguridad, la colocación del airbag y de las protecciones laterales… Todo está dispuesto para proteger a conductor y pasajeros en la mayoría de ocasiones. Y en los últimos años, también para evitar daños a viandantes

Pero cuando se realizan las pruebas, el dummy de turno tiene unas medidas específicas. De manera que los resultados de las pruebas afectan a una población específica. En España, el hombre medio tiene una altura de 1,76 y un peso de 84 kilogramos. Decíamos que el dummy estándar mide 1,75 y pesa 78 kilogramos. Pero en el caso de las mujeres, la mujer media española mide 1,62 y pesa 65,9 kilogramos. Su maniquí femenino equivalente mide 1,50 y pesa 49 kilogramos. Unas diferencias mayores y que pueden tener consecuencias.

La solución, un maniquí femenino más acorde con las medias actuales y reales. Ingenieros suecos han diseñado un maniquí de pruebas con anatomía femenina que mide 1,62 de altura y pesa aproximadamente 62 kilos. Puede que no encaje con algunos perfiles pero sí es más realista que el estándar anterior. 

En Suecia han diseñado un maniquí de mujer acorde al estándar real
Maniquí de pruebas (izquierda). Dra. Astrid Linder (derecha) Credit: Swedish National Road and Transport Research Institute / VTI

Simulaciones de accidente más variados

Este particular maniquí femenino ha sido gestado en las instalaciones de Linköping, una ciudad sueca que cuenta con un laboratorio de pruebas especializado en accidentes de tráfico. Se llama Swedish National Road and Transport Research Institute (Instituto Nacional de Investigación de Carreteras y Transportes de Suecia) y lo dirige la Doctora Astrid Linder.

Hoy en día las pruebas se realizan empleando sensores, computadoras y millones de datos que se captan en milésimas de segundos y que permiten conocer las condiciones del accidente en parámetros como velocidad de impacto, fuerza de aplastamiento, flexión y torsión del cuerpo e índices de frenado. Y, por descontado, analizan la biomecánica del maniquí durante las colisiones.

Y el motivo de que este laboratorio diseñara un maniquí de mujer o femenino es la existencia de estadísticas como las que manejan en Estados Unidos. Según estos datos, si una mujer sufre un accidente de coche, tiene tres veces más posibilidades de sufrir lesiones por latigazo cervical en impactos traseros que en el caso de hombres. Y aunque el latigazo cervical no acostumbra a ser mortal, sí puede provocar discapacidades físicas. Algunas de ellas permanentes.

En definitiva. Un maniquí con forma de mujer acorde a los estándares actuales dará resultados más fiables en las muchas pruebas que se realizan en todo el mundo. Y es que unos pesos y alturas distintos pueden dar pie a que los vehículos instalen medidas de seguridad que se convierten en peligrosas para quien no da la talla de esos maniquís masculinos o infantiles con los que se acostumbra a trabajar.

Convertirlo en un estándar en el futuro

El siguiente paso a seguir es que este maniquí de mujer, o versiones similares, sean utilizados en las diferentes pruebas de accidentes que se realizan en todo el mundo. Y es que la regulación de estos tests en Europa y Estados Unidos no especifica que deban analizarse las consecuencias de accidentes en cuerpos femeninos. Según explica el artículo de BBC que explica esta historia, Naciones Unidas está examinando las normativas de pruebas de accidentes de tráfico para incorporar este tipo de cambios. Sin embargo, es algo que requiere tiempo hasta que llegue a incorporarse a las normativas de cada país afectado.

La buena noticia es que aseguradoras y fabricantes de automóviles están usando crash dummies de diferentes formas y tamaños para adecuarse a la realidad que nos rodea. Bebés, personas de avanzada edad, cuerpos con sobrepeso… Y es que de poco sirve modernizar los maniquís actuales con sensores integrados si las formas, medidas y pesos no se corresponden con las personas que estarán en esos vehículos en años venideros.