Seguridad al volante. Evitar accidentes en carretera con ayuda de la tecnología. Para ello, la Comisión Europea se propuso el año pasado que los coches del futuro dispongan de sistemas ADAS, sistemas de ayuda al conductor que harán que la siniestralidad se reduzca. Su propósito, bajo el lema Vision Cero: salvar más de 25.000 vidas y evitar 140.000 lesiones de aquí a 2038. Y en 2050, el objetivo es reducir las víctimas mortales y los heridos graves prácticamente a cero.
Todo empieza este año 2022, en el mes de julio. Tal y como ha ido informando la Dirección General de Tráfico (DGT) durante el año pasado, “todos los coches deberán incorporar de serie ocho sistemas de ayuda al conductor (ADAS)”. Seguridad al volante automatizada para evitar accidentes. En concreto, la obligatoriedad será para “vehículos nuevos homologados en Europa a partir de 2022, y los nuevos vendidos a partir de 2024”.
ADAS es el acrónimo de Advanced Driver Assistance Systems, en castellano, Sistemas Avanzados de Ayuda al Conductor. La idea es que el automóvil ayude al conductor de manera activa. Mientras que medidas de seguridad al volante como el cinturón o el airbag están enfocados a proteger a las personas durante un accidente, los sistemas ADAS quieren evitar esos accidentes antes de que se produzcan. Así protegen a conductor, pasajeros y viandantes.
Los sistemas ADAS obligatorios desde 2022
Ocho son los sistemas ADAS de seguridad al volante que deberán incorporar los automóviles europeos homologados desde este año y que serán obligatorios en los vehículos nuevos que se vendan a partir de 2024. Su función, evitar accidentes ayudando al conductor mediante la tecnología.
La lista de sistemas ADAS es la siguiente:
- Asistente de velocidad inteligente (ISA)
- Cámara trasera con detección de tráfico cruzado
- Alerta de cambio involuntario de carril (LDW)
- Detector de fatiga y/o somnolencia
- Sistema de frenada de emergencia BAS y EBA
- Bloqueo del vehículo con alcoholímetro
- Caja negra (EDR)
- Alerta de cinturón en las plazas traseras
Asistente de velocidad inteligente
Del primero hablamos el año pasado cuando lo anunció la Dirección General de Tráfico. Según su revista oficial, “El ISA es un sistema que conecta el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el sistema de Reconocimiento de Señales por medio de un software, controlando su posición en la vía en relación con el límite de velocidad que rige en cada tramo”. En concreto, “el vehículo utiliza las cámaras, radares y el GPS en combinación con un mapa digital”.
A diferencia del limitador de velocidad, el sistema ISA se adapta automáticamente según el tramo de vía. No tienes que programarlo tú previamente. En ambos casos, el conductor no puede superar el límite indicado.
Cámara trasera con detección de tráfico
La cámara trasera, obviamente, ayuda a maniobrar marcha atrás. Pero tiene más ventajas. Ayudan a aparcar y desaparcar, avisan si hay un obstáculo, fijo o móvil, o una persona a menos de 30 metros. En algunos modelos, puede detener el vehículo antes de que se produzca la colisión con obstáculos u otros vehículos o atropellamientos.
Este sistema ADAS puede emplear una cámara de 360 grados. En algunos casos, se superponen flechas rojas en pantalla para señalar la dirección del peligro potencial. Por lo demás, cuenta también con avisos sonoros progresivos y, finalmente, la activación de los frenos.
Alerta de cambio involuntario de carril
El sistema LDW (Lane Departing Warning) te avisa si cambias de carril de manera involuntaria. Empleando una cámara delante del retrovisor o sensores, el vehículo detecta las líneas que delimitan el carril a distancias de entre 60 y 100 metros.
Según la revista oficial de la DGT, “para complementar la asistencia, la evolución de esta tecnología es el LKA (Lane Keeping Aid) o LKAS (Lane Keeping Assist System), un sistema activo de mantenimiento de carril que, ante la posibilidad de salirse de la trayectoria delimitada por las líneas, es capaz de mover el volante o, en algunos coches, intervenir sobre el control de estabilidad (ESP), actuando sobre los frenos y sobre las ruedas opuestas a las que pisan la línea”
Detector de fatiga y/o somnolencia
Para evitar que el conductor se duerma al volante y, por tanto, pierda el control del vehículo, este sistema ADAS tiene la misión de detectar la fatiga. Para ello cuenta con dos medidas de seguridad al volante. La primera, el propio volante. Y la segunda, una cámara. Según la Dirección General de Tráfico, entre el 20 y el 30% de los accidentes se producen de manera directa o indirecta debido al cansancio del conductor.
El volante cuenta con un sensor que analiza la presión ejercida por el conductor. También los movimientos de las manos y los cambios de dirección. Si detecta correcciones constantes o movimientos bruscos, se activa. En cuanto a la cámara, monitoriza las facciones de la cara, en especial los ojos y el movimiento de la cabeza. Este sistema también puede monitorizar el tiempo que lleva el motor encendido. Tras dos horas de conducción o si detecta alguna anomalía, el vehículo emite una señal luminosa en el cuadro de mandos.
Sistema de frenada de emergencia
BAS es el acrónimo de Brake Assist System y EBA significa Electronic Brake Assist. En realidad son la misma tecnología, con dos nombres diferentes. Este asistente de frenado permite acortar la distancia de reacción y está relacionado con dos sistemas del vehículo que ya vienen de serie desde hace años: el ABS y el control de estabilidad.
¿Cómo funciona? Previamente, mediante sensores detecta los obstáculos que tengamos delante. Distingue entre peatones y otros elementos. Con un aviso lumínico y sonoro, se avisa al conductor. Cuando frenamos de repente o la intensidad de la pisada es alta, el sistema detecta si esa intensidad es la adecuada. Si no es así, el sistema aplica la intensidad máxima de frenada hasta que levantemos el pie del pedal. Es decir, si no reacciona al aviso, el frenado se activa automáticamente. También tensa los cinturones de seguridad.
Este sistema de frenada de emergencia ante obstáculos imprevistos funciona a velocidades de entre 5 y 40 kilómetros por hora, lo habitual en zonas residencias y/o urbanas. Sistemas más modernos también se activan a velocidades mayores.
Bloqueo del vehículo con alcoholímetro
Según los datos del Instituto Nacional de Toxicología, en 2019, el 45,5% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico a los que se les realizó la autopsia dieron positivo en alcohol, drogas y/o psicofármacos. Estos datos, recopilados por la revista oficial de la Dirección General de Tráfico, apoyan la importancia de este sistema ADAS.
A partir de 2022, los vehículos homologados en Europa deberán contar con un alcoholímetro preinstalado. Además, incluirá un bloqueo de la puesta en marcha del automóvil que se activará si se superan los límites permitidos. En concreto, analiza una tasa de entre 0 y 2’5 miligramos por litro en un tiempo máximo de 25 segundos.
La pantalla del automóvil mostrará la información. Deberá contar con acceso a internet vía WiFi y una memoria para almacenar 100.000 pruebas. Según la DGT, este sistema “incorpora tecnologías de reconocimiento de huellas dactilares, pupila, detección facial o fotografías digitales que se quedan guardadas en la memoria para identificar siempre al usuario e impedir el fraude”.
Caja negra
Los automóviles europeos contarán a partir de este verano con cajas negras, un dispositivo de seguridad al volante que ya emplean los aviones. EDR es el acrónimo de Event Data Recorder, traducido como registrador de datos de eventos. Su misión es registrar más de 15 variables, además del día y la hora.
Estas variables son “velocidad del vehículo, frenada, revoluciones motor, fuerza del impacto frontal y lateral, movimientos de dirección, posición acelerador, funcionamiento de sistemas de seguridad como los airbags, cinturones o determinados asistentes”, etc. Con estos datos se pretende obtener mejores análisis en caso de accidente para así mejorar la seguridad al volante introduciendo nuevas tecnologías y mejorando las que ya utilizamos hoy en día.
En concreto, la caja negra registrará los datos durante los 30 segundos previos al accidente o siniestro y los 5 segundos posteriores. Empleando un ordenador, se podrán extraer los datos de la caja negra para su análisis e investigación del suceso.
Alerta de cinturón en las plazas traseras
Se trata de una de las medidas más implementadas por los vehículos nuevos de las que hemos citado con anterioridad. La alerta de cinturón en las plazas traseras no requiere explicación. Muestra un aviso visual en el cuadro de mandos si alguno de los cinturones no está bien colocado, en caso que esa plaza esté ocupada. El aviso también suele ser sonoro.
En función del modelo, este sistema ADAS se activa con el vehículo encendido o cuando inicia su marcha y supera los 25 kilómetros por hora o ha transcurrido más tiempo del necesario para abrocharse el cinturón.
Como recordatorio, el cinturón de seguridad es obligatorio para el conductor desde 1974 y para las plazas traseras desde 1992. Sin embargo, un sistema de seguridad tan básico como este todavía sigue sin usarse, en especial por los pasajeros. Por lo demás, los cinturones traseros de seguridad se complementan, en ocasiones, por los airbags traseros o laterales, en función del vehículo.
Esta es una versión actualizada de un artículo publicado previamente en Hipertextual.