La compañía de vehículos eléctricos Velca quiere ir por la vía alternativa. Una que intente materializar los recursos de un Plan MOVES III que no termina de llegar a sus manos. O a sus motos. Llamado Plan Velca I, la startup de motos eléctricas quiere conseguir varias cosas.
Por un lado, lo más evidente: aumentar sus ventas. Por otro lado, demostrar que una buena gestión de las ayudas a la compra de los vehículos eléctricos tendrá más éxito que las gestionadas bajo el modelo actual.
"Desde Velca siempre hemos tenido una actitud de escucha activa, y aunque no todo esté en nuestras manos, queremos hacer todo lo posible para mejorar la situación. Si se quiere hacer una transición responsable, las ayudas tienen que llegar. No puede caer todo el peso sobre el ciudadano", explica Emilio Froján, CEO y cofundador de Velca.
Concretamente, Velca quiere materializar 4 millones de ayudas la compra de alguno de sus modelos a la venta: bicis eléctricas, ciclomotores y motos eléctricas. Ayudas privadas que, explican, nacen de recorte de los márgenes de todas las partes de la línea de producción, y ventas. "Vamos a comernos el margen para demostrar que si las ayudas funcionan de esa forma, la transición será más rápida y más accesible", apunta Floján.
Con este plan apodado Velca MOVES I, el objetivo de la enseña de vehículos eléctricos es el de cerrar unas 1.200 ayudas a la compra de alguno de sus modelos. 1.100 euros de reducción en el caso de una motocicleta, 600 euros si es ciclomotor y 300 euros si es una eBike.
De aquí al próximo 27 de noviembre, que es cuando tienen pensado apuntar a la primera etapa del proyecto. Sin papeleos, aplicable a España y Portugal y sin repercusión en la declaración de Hacienda.
Mientras, la compañía ya está trabajando en una evolución del programa de ayudas que pueda ampliarse en el tiempo. También en una réplica en el resto de compañías privadas del sector de la movilidad que, en esfuerzo conjunto, logren remontar el bache en el que se encuentra la movilidad eléctrica nacional. Por supuesto, también en una réplica que se materialice a nivel institucional y que apele también a los ciclomotores, vehículo no incluido en la concepción del Plan MOVES original.
Los problemas del Plan MOVES para vehículos eléctricos
Ha sido el Banco de España el último en alzar la voz: el plan MOVES III para vehículos eléctricos no está en su mejor momento. La venta de coches eléctricos en España ocupa, apenas, el 10 % de las unidades adquiridas en comparación al 38,5 % de los modelos de combustión. En algunas Comunidades Autónomas ni siquiera se ha registrado una variación. En Madrid y Cataluña, apenas supone el 1 %.
Y es que todo está en contra de la nueva subvención para la adquisición de vehículos eléctricos. Por un lado, la oferta disponible en el mercado y los plazos de entrega. Con una crisis de producción nunca antes vista, el precio de adquisición ha seguido una tendencia al alza en los últimos años. Especialmente para un mercado que aún tiene unas opciones reducidas a unos precios elevados; ya no es cosa de las instalaciones para carga eléctrica –este punto ha mejorado considerablemente en los últimos años–, ahora los problemas son mucho más básicos. La situación económica y la incertidumbre tampoco acompañan a la realidad del mercado del automóvil. La inflación, que se ha instado sin fecha de partida en occidente, reduce el poder adquisitivo de muchos compradores. La situación del mercado eléctrico tampoco ayuda en este momento
Y si vamos a lo mundano, el propio problema reside en la configuración del Plan MOVES para vehículos eléctricos. Con 400 millones para fomentar la compra de coches eléctricos hasta diciembre de 2023 con una prórroga de 800 millones de euros, muchas organizaciones no dudan en calificar de muy buena la iniciativa, pero que, sin embargo, debería revisar su gestión. España y Francia son las que mejores datos de compra de coches eléctricos han registrado en 2022, mejor que Italia y Alemania que incluso han visto reducir sus cifras a lo largo del curso. Pero para los expertos, podría ser mucho mejor.
El acceso a la subvención para vehículos eléctricos pasa por un proceso complejo de tramitación, procesado y posterior tributación a Hacienda. Las ayudas –incompatibles con otra subvenciones–, además, han de ser adelantadas por los compradores, motivo de peso para desincentivar la compra en muchos casos y por lo que muchos compradores terminan echándose para atrás en el proceso. Con 17 normativas diferentes, que atan a diferentes jugadores del sector.