La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha presentado una propuesta para que los vuelos del futuro solo requieran un piloto. En un documento de trabajo enviado a la Organización de Aviación Civil Internacional, la EASA solicita que se creen los facilitadores necesarios para optimizar los vuelos comerciales reduciendo la tripulación. La idea es que a largo plazo solo sea necesario un piloto para efectuar la operación en cabina.
El documento, titulado "Una aproximación a los nuevos conceptos que involucran operaciones con tripulación mínima ampliada y operaciones con un solo piloto", detalla los pasos necesarios para lograr una transición hacia esta clase de vuelos. La EASA menciona que uno de los factores que impulsan la propuesta es la reducción de costos operativos. Las aerolíneas solo requerirían un piloto capacitado, lo que resolvería la escasez de tripulación que enfrentaron el pasado verano.
El problema es que para lograr una operación con el mínimo de personal se tienen que efectuar múltiples ajustes en todos los frentes. La EASA anticipa que los fabricantes de aviones necesitarían trabajar en nuevos diseños de cabinas que garanticen la seguridad de operación con un solo piloto. Por su parte, los reguladores tendrían que revisar los reglamentos actuales y adaptarlos, siempre y cuando exista la plena confianza de que la tripulación y los pasajeros llegarán sanos y salvos a su destino.
"El desarrollo de la aviación ha estado inextricablemente conectado con el avance tecnológico. A pesar del crecimiento exponencial del transporte aéreo durante el último siglo, la tasa de accidentes ha disminuido progresivamente", asegura la EASA. La agencia europea menciona que la combinación de avances tecnológicos y un mejor desempeño humano han contribuido para que los vuelos comerciales se convirtieran en el medio de transporte más seguro.
Los aviones con un piloto requieren un cambio de paradigma
El plan de la EASA menciona dos conceptos importantes: las operaciones extendidas con tripulación mínima (eMCO) y las operaciones con un solo piloto (SiPO). El primero contempla la operación de un solo piloto durante la fase de crucero, mientras que el segundo implica un vuelo completo pilotado por una persona. El documento se enfoca en los cambios que deben realizarse para efectuar el eMCO, lo que eventualmente derivaría en el SiPO.
Para la EASA, los avances en autonomía que existen en la industria automotriz son clave para los vuelos con un solo piloto. "Los fabricantes de aeronaves se han apresurado a aprovechar la mayor confiabilidad y precisión de los sistemas automatizados", menciona. Pese al avance en la automatización, el entrenamiento de los pilotos no ha cambiado y se mantiene en las habilidades de palanca y timón.
Según la agencia europea, para llegar a los vuelos con tripulación reducida es necesario un cambio de paradigma. "Esto implica inevitablemente un cambio en el rol del piloto, para convertirse en un administrador de sistemas, en lugar de un piloto físico", declara la EASA. El problema es que esto se traduciría en un mayor riesgo durante la primera fase de esta transición.
Los vuelos con un solo piloto serían necesarios, puesto que la industria experimentará una escasez de personal certificado en los próximos 20 años. Los pilotos tendrán que evolucionar y entrenarse para volar solos en la cabina. Esto dará pie a la certificación de otros profesionales, como personal de comunicaciones y médicos capacitados.
Volar con tripulación reducida es más complejo de lo que pensamos
Si bien la propuesta de la EASA abre la discusión sobre este cambio de paradigma, los vuelos con tripulación reducida o piloto único son complejos. El documento menciona que, mientras los fabricantes se muestran confiados sobre la implementación, las asociaciones de pilotos miran con cautela la propuesta. Otro obstáculo sería el público en general, quien debe estar completamente convencido de que volará seguro.
La transición hacia los vuelos de un piloto considera otros puntos, como la carga de trabajo del piloto y un diseño de cabina tolerante a los errores. Esto toma importancia si analizamos incidentes recientes, como el de los pilotos del Boeing 737-800 de Ethiopian que se quedaron dormidos y olvidaron aterrizar el avión. La operación actual requiere que un piloto quede a cargo de la aeronave mientras el otro toma una siesta.
El tema psicológico también jugará un papel crucial. Un piloto confió a The Register que el área más preocupante será estar solo, cansado y sentado en la oscuridad de la cabina a las 3 A.M. "Es mentalmente difícil y es más probable que genere ansiedad y estrés cuando algo sale mal", mencionó. "Los pilotos están capacitados para ser abiertos y cuestionar los planes de acción, por ejemplo, preguntarle al otro piloto cuál cree que es la mejor dirección a la que dirigirse", dijo.