Cuando vimos en los primeros capítulos de La Casa del Dragón la facilidad con la que al rey Viserys se le infectaban las heridas del trono, muchos pensamos que no llegaría a viejo. Sin embargo, ha vivido para ver crecer a sus hijos y a algunos de sus nietos. También para ver cómo se pelean entre ellos, pero esa es otra cuestión. El caso es que su muerte ha sido mucho más tarde de lo que intuíamos. Y ha tenido lugar en un estado de salud desastroso, afectado por lo que parece ser la lepra.
Su cuerpo consumido, lleno de heridas abiertas, la piel putrefacta y la máscara de tela u oro que le cubre el rostro para no dejar ver su demacrado estado nos llevan a pensar claramente en esta enfermedad. Sin embargo, resulta curioso que su hija Rhaenyra y su hermano Daemon se acerquen a él sin miedo, e incluso le presenten a sus dos hijos pequeños. O que su esposa, Alicent, le cuide y le toque la cara sin temor. Incluso sus sirvientes le llevan a cenar con toda la familia sin ninguna medida de seguridad. ¿Acaso no es tan contagiosa la lepra?
Es bien conocido que durante siglos los enfermos de lepra se han tratado como apestados. Incluso había islas reservadas solo a estos enfermos, donde se hacinaban a la espera de la muerte, por miedo a que pudiesen contagiar a otras personas. Hoy en día, a pesar de verse como una enfermedad del pasado, siguen dándose miles de casos al año. Por ejemplo, solo en 2020 se detectaron 127.558 nuevos enfermos. Y en lo que no parece que haya pasado el tiempo es que, en parte, se les siga viendo como apestados. A pesar de que hoy día sabemos que la enfermedad no es tan contagiosa como nos hicieron creer. Parece ser que en La Casa del Dragón tenían esto mucho más claro que en la vida real. O quizás si el enfermo no hubiese sido rey, el trato habría sido muy diferente.
¿Por qué sabemos que este personaje de ‘La Casa del Dragón’ tiene lepra?
Dados los problemas con las heridas causadas por el trono de hierro, podríamos pensar que la enfermedad de Viserys se debe más bien a una complicación de las mismas.
Sin embargo, no tendría sentido que hubiese vivido tantos años con una infección y, además, se le ve que tiene lesiones en otros sitios que no pudieron estar expuestos al trono. Pero, además, en este caso no tenemos que hacer cábalas. No hay más que ver que Paddy Considine, el actor que interpreta a Viserys en La Casa del Dragón, reconoció recientemente en una entrevista que su personaje padecería lepra.
Por lo tanto, no hay nada que suponer. El rey tiene lepra y ni su esposa, ni su hermano, ni sus hijos, ni sus sirvientes le temen. Básicamente, porque el contagio no es tan fácil.
¿Cuándo se contagia la enfermedad?
La lepra es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium leprae, que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa del tracto respiratorio superior y los ojos. Puede causar discapacidades como la ceguera y, en el peor de los casos, la muerte. Por eso, es importante tratarla con antibióticos en sus fases más tempranas. Eso hoy en día, claro. Antes de que Alexander Fleming descubriese la penicilina, en 1928, no existía esa opción.
Por eso, lo único que quedaba era tratar los síntomas, con más o menos éxito. En una época en la que a la medicina aún le quedaba mucho por avanzar, los tratamientos iban desde los baños con sangre de niños o mujeres vírgenes, hasta el veneno de cobra, pasando por aceite de chaulmoogra, un remedio sin evidencia científica (como el resto mencionados), que aún se usa hoy en día en medicina ayurvédica. También se llegó a optar por castrar a los enfermos, aunque lógicamente esto no suponía ningún beneficio para ellos.
Al final, la solución más definitiva era aislar a esos enfermos y, prácticamente, dejarlos morir. Se suponía que era una enfermedad muy contagiosa, así que parecía ser la única forma de evitar brotes. Sin embargo, hoy en día sabemos que para que se dé el contagio es necesario un contacto muy estrecho y prolongado en el tiempo.
Por lo tanto, si se dan acciones como estrechar la mano o abrazar a un leproso, viajar a su lado o sentarse a comer con él, no habrá contagio. En La Casa del Dragón, Rhaenyra sabe que sus hijos pequeños no enfermarán por sentarlos en la cama con su abuelo para que les conozca. Y los invitados de la cena en la que intentan estrechar algunos lazos familiares tampoco sufren por estar junto a él. Ni siquiera Alicent teme acariciarle la mejilla minutos antes de su muerte.
Hoy en día, en los lugares en los que la enfermedad sigue estando muy extendida, se sigue luchando contra el estigma. El término leproso se sigue concibiendo como sinónimo de persona de la que todo el mundo huye por miedo al contagio. Pero no debería ser así. En esto (y solo en esto) deberíamos aprender de los personajes de La Casa del Dragón. Ellos sabían que no es una enfermedad muy contagiosa y no trataban a Viserys como el leproso que realmente fue.
Pero, ojo, porque esto no es solo ficción. En el pasado también ha habido reyes que padecieron lepra. Es, por ejemplo, el caso de Balduino IV de Jerusalén. De hecho, este fue conocido como el rey leproso, pues sufrió la enfermedad durante muchos años. Finalmente, murió joven, en 1185, cuando solo contaba 24 años de edad. Pero la afección no le impidió seguir ejerciendo como monarca hasta su último aliento.
En definitiva, no está claro si el rechazo a los leprosos es por desconocimiento científico o por clasismo. Ojalá por lo primero. Al fin y al cabo, es mucho más fácil de curar que lo segundo. Y es que para el clasismo, al contrario que para la lepra, no hay antibióticos que valgan.