Revolut ahora es una plataforma de turismo y viajes. Lejos quedan esos días en los que un banco, o fintech, era eso: un banco. La tecnológica británica lanza su propia versión de Airbnb. O lo que es lo mismo: un servicio de reserva de estancias vacacionales en cientos de regiones del mundo. Revolut, que se posicionó como cuenta fintech para viajes gracias a los ventajosos cambios de divisa, ha aprovechado su tirón en el negocio abriéndose paso en los seguros para viajes y, ahora también, alojamientos.
Llamado Revolut Homes, es un servicio que nace de otra de las últimas líneas de negocio de la fintech: Revolut Estancias. Que no es otra cosa más que el competidor de Booking. Una plataforma para reservar estancias vacacionales que ahora evoluciona para convertirse en líder del mercado de las casas vacacionales. Un área de negocio creada y liderada por Airbnb.
Revolut no confirma el número de estancias vacacionales que tiene registradas para reservar a través de su aplicación, pero apunta a que se cuentan por miles. En cualquier caso, ¿cómo podrán competir con Airbnb? De la misma forma que se ha competido en el sector tecnológico para ganar adeptos: con descuentos. En el caso de Revolut, estos vienen de la mano de devoluciones después de las reservas. Un 4 % sobre el precio de la reserva, dependiendo de la cuenta de cliente que reserve.
De momento disponible en toda Europa, incluído Reino Unido, todo el proceso de reserva y pago se gestiona a través de la cuenta de Revolut del usuario. Incluyen, además, la opción de pagos en grupo para dividir en precio de la estancia entre todos los asistentes al viaje.
Es, en palabras del General Manager de Producto Revolut, Christopher Guttridge, un paso más para crear una superapp.
"Cuando se trata de viajes, sabemos que las necesidades de nuestros clientes están cambiando cada vez más. Grandes o pequeños, económicos o elegantes, casas locales u hoteles con encanto: nuestros clientes quieren reservar cualquier tipo de alojamiento, todo desde un solo sitio"
Después de la tormenta Airbnb, llega la calma para Revolut
El hecho de que Revolut haya decidido lanzarse a la piscina de las reservas de estancias vacacionales tiene una razón de ser: el sector está suficientemente maduro como para poder hacerlo. O, dicho de otro modo, Airbnb ya ha conseguido hacerse un hueco en las ciudades y en la regulación. Algo parecido al negocio de los riders y el transporte de pasajeros. Han abierto la puerta y calmado las aguas de un sector que, hasta hace bien poco, era un quebradero de cabeza para los ayuntamientos de las capitales.
Con un aumento sin límite del precio de las viviendas y una reducción de la oferta de la misma atraída por unos mayores réditos en el sector turístico, la guerra contra Airbnb y la vivienda turística duró años. Con Barcelona a la cabeza, seguida por Madrid, Sevilla, Valencia y el resto de grandes ciudades, todas las partes estaban en pie de guerra.
Los hoteles por ver parte de su negocio diluido entre más competencia, los vecinos por los problemas ocasionados en zonas residenciales ante las hordas de turistas, los Ayuntamientos por medio intentando crear normas. Con resultados dispares, dependiendo de la zona, parece que esas aguas ya se han calmado. Al menos lo suficiente como para que entren más competidores de la liga de Revolut a jugarse el tipo con la vivienda turística. Una que, tras un largo intermedio durante la pandemia –en la que el propio fundador de Airbnb dudaba de si el futuro de su negocio estaba asegurado–, parece haberse recuperado con éxito del bloqueo al turismo y movilidad.