El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha recibido multitud de críticas en las últimas horas por la decisión de rodear de asfalto decenas de árboles en diferentes zonas de la capital. Hay incluso quien le acusa de arboricidio. Ciertamente, la mayoría de personas que han mostrado su indignación son concejales de la oposición, por lo que podríamos llegar a pensar que esta no es más que una disputa política. Sin embargo, si aparcamos la política y nos agarramos a la ciencia, sigue habiendo lugar a las quejas.

Hay varios motivos por los que no es adecuado rodear los árboles de asfalto. Sin embargo, estos se pueden resumir, básicamente, en que se asfixia a las raíces y, con ellas, al propio árbol.

Esto es un problema para la planta en sí, pero también para las personas que viven a su alrededor. No debemos olvidar que los árboles nos protegen del calentamiento global y nos brindan parte del oxígeno que respiramos. El propio Almeida recordó que el Amazonas es el pulmón del planeta cuando decidió que preferiría salvar Notre Dame de las llamas. Tiene clara la utilidad de los árboles, solo falta saber si conoce los riesgos del asfalto.

Los peligros del asfalto alrededor de los árboles

Debemos recordar que un árbol no es solo lo que se ve, sino también lo que no se ve. Las raíces les ayudan a captar agua y nutrientes del suelo. Incluso en ellas se realiza parte del intercambio de gases, necesario para su supervivencia. Hay una parte de este que se lleva a cabo en los estomas, que se encuentran en las hojas. Pero también se realiza ese intercambio en las lenticelas de raíces y tallos.

Este es uno de los procesos que se ven entorpecidos por el asfalto, según explican desde el Jardín Botánico de Nueva York. No se impide por completo el intercambio de gases, pero sí que se restringe notablemente.

Además, el asfalto en torno al tronco de los árboles impide que el agua de lluvia llegue hasta las raíces. Esto podría solucionarse en caso de que haya algún acuífero subterráneo o manantial cercano. No obstante, de nuevo, se reduce mucho la posibilidad de que la planta pueda recoger toda el agua que necesita.

Por otro lado, no podemos olvidar que el asfalto se calienta muchísimo al exponerse a las radiaciones solares. Es de color negro, por lo que absorbe prácticamente la totalidad de dichas radiaciones, calentando muchísimo todo lo que hay bajo su superficie. Si las raíces se calientan demasiado, se puede afectar a la supervivencia de los árboles, por lo que también sería un problema. Y todo eso sin contar que, si no se tiene cuidado, la propia aplicación del asfaltado puede ser dañina para la planta.

Por todo esto, aunque el resultado también dependerá de otros factores, como la porosidad del terreno o la presencia de acuíferos, rodear un árbol de asfalto, con este llegando hasta el propio tronco, puede ser muy peligroso. Está claro que los árboles son necesarios en las zonas asfaltadas. De hecho, gracias a su sombra las temperaturas son mucho más asumibles para el ser humano. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, si se aplica demasiado cerca, como en Madrid, el asfalto también puede asfixiarlos. Y si ellos no respiran adecuadamente, nosotros tampoco. Eso es algo que no deberíamos olvidar. 

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