LINA, acrónimo de Lunar Infraestructure Asset, es una nueva misión cooperativa entre la NASA y la AI Space Factory. Su finalidad es fantástica, y se basa en el diseño y desarrollo de un puesto lunar de avanzada impreso en 3D. La razón: proteger a los astronautas en su regreso a la Luna, donde la misión Artemis marcará la pauta.
Como ya debes saber, gran parte de los esfuerzos de la NASA están puestos en devolver a los seres humanos a la superficie lunar. LINA, por su parte, es un intento de expandir nuestras bases como civilización más allá de la Tierra. De esta forma, no solo podremos tener un espacio donde subsistir en la Luna, sino también uno que sea sostenible y que minimice las perturbaciones humanas sobre el satélite.
Este proyecto forma parte de REACT, acrónimo en inglés para Tecnología de Construccion Aditiva en Entorno Relevante. Esta colaboración tiene como misión el desarrollar tecnologías para la construcción en la superficie lunar. Por supuesto, todos estos planes deben desarrollarse en el plazo de la misión Artemis. Asimismo, LINA tendría que construir estas bases utilizando tecnología de impresión 3D en la propia superficie lunar.
"Se completará un diseño arquitectónico y estructural a escala completa basado en las condiciones lunares y en las necesidades de la misión Artemis. Se imprimirá en 3D una estructura a escala en entornos lunares simulados."
NASA
Así son las bases de LINA, la propuesta de la NASA que dará un hogar a los seres humanos sobre la Luna
El diseño que se le ha dado a LINA se centra en cumplir con las necesidades humanas en la Luna. Desde el estudio de la topografía lunar y una implantación estratégica que permitirá obtener los recursos del Sol (pero también de las sombras permanentes del satélite), hasta la capacidad de expandir las unidades habitacionales. AI Space Factory y la NASA tienen bien estudiado el nuevo proyecto.
Sabemos que LINA será un sistema de estructuras extensibles. Esto significa que podrá existir desde una sola unidad, hasta un conjunto de ellas. Asimismo, poseerá una superficie habitable de hasta 75 metros cuadrados. Otros 90 metros cuadrados estarán destinados a una zona central, dedicada al descanso de los astronautas.
Estas estructuras tienen como misión acoger a los astronautas que sean enviados a la Luna durante la próxima década. Asimismo, tendrán que cumplir con un tiempo de vida de 50 años, como mínimo. De esta forma, se espera que proteja a los astronautas de partículas solares, impactos, condiciones criogénicas de la noche lunar y de terremotos en el satélite.
Variables tomadas en cuenta por LINA durante la elección del sitio
Para su desarrollo, se ha elegido el Polo Sur de la Luna como ubicación ideal. Esta zona es conocida como "El Pico de la Luz Eterna". El motivo está en que, allí, el sol es prácticamente omnipresente. De esta forma, resulta ideal para la generación de energía solar.
Asimismo, el área cuenta con zonas eternamente sombreadas. Se cree que estas regiones bajas contienen agua y que, además, podrían soportar operaciones de recolección de la misma.
Para llevar a cabo todos estos planes, las estructuras cuentan con un patio común. En él, encontramos un árbol fotovoltaico pensado para captar y cosechar la energía solar sobre la superficie del satélite. A su vez, la orientación de las estructuras de LINA proporcionan sombra por sí mismas, y aprovechan la topografía lunar para proteger a las construcciones y astronautas de la radiación cósmica y solar.
La reconquista de la Luna, cada vez más cerca
Para llevar a cabo las construcciones de LINA, se necesitará una gran maquinaria. Por ello, la NASA está trabajando para hacer esto realidad. Actualmente, Thomas Lipscomb, ingeniero de materiales en la NASA, se encuentra trabajando en una cámara de vacío, e intentando emular las condiciones lunares para probar los métodos de impresión 3D.
AI SpaceFactory, por su parte, es una compañía de arquitectura y de tecnología de la construcción. Fue, a su vez, la ganadora del 3D Printed Habitat Challenge, el concurso llevado a cabo por la NASA hace un par de años atrás.
Por otro lado, se espera que LINA imprima en 3D utilizando una mezcla de regolito lunar nativo, y aglutinante polimérico de origen terrestre. Sin embargo, pare minimizar la cantidad de exportaciones desde la Tierra, se estudiaron varios tipos de configuraciones que permitirán disminuir la cantidad de material utilizado, sin poner en peligro la capacidad de carga de las estructuras o el espacio interior necesario para la existencia humana en la Luna.