Los famosos Pilares de la Creación son una de las formaciones espaciales más impresionantes que ha podido captar cualquier telescopio. En 1995, el Hubble las fotografió por primera vez en todo su esplendor. Hoy, casi tres décadas después, el James Webb ha hecho lo propio, y nos ofrece una nueva visión de esta ya impresionante nube de gas y polvo interestelar.
Ha sido la NASA la encargada de compartir las imágenes a través de su web. Desde aquí, ya nos advierten que no se trata de "un paisaje etéreo de tumbas olvidados por el tiempo. Tampoco son dedos teñidos de hollín que se extienden". Se trata de "pilares" de gas y polvo, llenos de estrellas en formación cuyos procesos llevan milenios activos.
Ahora, el James Webb ha permitido a la NASA revelar más detalles sobre los Pilares de la Creación. Gracias a las cámaras de luz infrarroja media (MIRI) y luz infrarroja cercana (NIRCam) del telescopio, ha sido posible ver un nuevo vistazo de un paisaje que ya conocíamos de antemano.
Así lucen los Pilares de la Creación bajo las cámaras del James Webb
A unos 6.500 años luz de la Tierra, los Pilares de la Creación se mantienen como una de las formaciones de estrellas más activas de la nebulosa del Águila. Por primera vez en su historia, la NASA ha capturado algunas de estas zonas con sus incipientes astros en su interior.
Hasta entonces, las densas nubes de polvo y gas no permitían a los científicos el observar gran parte de las estrellas en el interior de la nebulosa. La razón está en que estos materiales absorben gran parte de la luz visible de los astros, impidiendo su visibilidad a distancias tan largas.
Por esto, la NASA preparó al James Webb bastante bien. Gracias a su cámara NIRCam, pudo observar la luz infrarroja emitida por los cuerpos celestes, la cual es capaz de atravesar con mayor éxito estas formaciones nebulosas en el espacio (a diferencia de su contraparte visible). De esta forma, hoy ofrecen una mirada mucho más detallada a la composición estructural de los Pilares de la Creación.
¿Qué significa la imagen en portada?
Posteriormente, el James Webb decidió utilizar su visor MIRI. Este funciona en una frecuencia de infrarrojo medio, por lo que en esta ocasión las protagonistas no son las estrellas. Con MIRI, el James Webb más bien ofrece una mirada detallada de las nubes que componen al cuerpo celeste, limitando la cantidad de estrellas a aquellas jóvenes que todavía se encuentran en sus burbujas de polvo.
En la imagen que encontrarás al inicio de esta publicación, observarás zonas de polvo más densas, siendo aquellas que se reflejan en un color más oscuro de gris. Mientras tanto, las regiones rojas en la parte superior es donde el polvo es más difuso y frío.
Los Pilares de la Creación cuentan con unas dimensiones titánicas. Tanto así que, para hacernos una idea, la NASA nos pide que miremos a la estrella que sobresale en la parte inferior del pilar más alto. Dicho astro y su cubierta de polvo son más grandes que todo nuestro sistema solar.
