Se suele decir que la tecnología, y concretamente la Inteligencia artificial, no es mala ni buena. Es el uso que se le da lo que determina su orientación. En el caso de la IA, hemos visto de todo en los últimos años. Para crear imágenes, audios, reproducir el aspecto de actores fallecidos o hacer investigaciones académicas. Por supuesto, el mundo de la investigación militar también está haciendo uso de las bondades de esta innovación. Tanto que China, una de las mayores potencias militares del momento, estaría trabando en modelos de lanzamisiles invisibles gracias al trabajo intensivo de la IA.

Los detalles, como era de esperar, son pocos. En este caso, se junta el tradicional misticismo de la inteligencia militar con el tradicional silencio de China en todo lo que acontece en su país. Pero, en este caso, sí que ha podido saberse, según un investigador del PLA Rocket Force –fuerza militar china– en declaraciones a la radio nacional del país, que los lanzamisiles Dongfeng ya están dotados de un complejo sistema de inteligencia artificial.

En el programa en cuestión hablaba, de hecho, de la modernización del Ejército de China ante la escalada de las tensiones internacionales. Ya históricamente complicadas con Estados Unidos desde hace algunos años en un continuo estado de alerta por el mero concepto del comunismo y el papel de Taiwan, y acrecentadas durante los últimos meses por la Guerra de Ucrania y Rusia.

Como es evidente, esta la inteligencia artificial no hará invisibles –en términos físicos– a este material bélico. Pero sí conseguirá, sin embargo, sortear el rastreo de radares, infrarrojos, satélites y drones. Dicho de otro modo, sería tecnológicamente invisible y, por lo tanto, más eficaz en táctica y logro de objetivos. Unos objetos camaleónicos para los sistemas de rastreo enemigos –estados unidos probablemente– capaces de mantenerse ocultos hasta el último momento. Y es que la capacidad de hacer invisible un ataque, hasta que este no pueda evitarse, ha sido una de las grandes obsesiones del sector bélico. Una que alcanza límites cada vez más sofisticados con el paso del tiempo.

“Creo que en los campos de batalla del futuro, nuestros homólogos no nos verán ni sabrán el paradero de nuestros [lanzadores de misiles]”, explicaba el portavoz ante la emisora china. En palabras del portavoz, el objetivo ahora mismo es "explorar el potencial de la tecnología y brindar más opciones para los combates futuros". O dicho de otro modo, prepararse con la ayuda de la Inteligencia Artificial para lo que pueda venir. Aunque, aseguran, China tiene una política de no ser el primero en lanzar armamento nuclear en un confrontamiento.

Con capacidad para llevar armamento convencional o nuclear y un alcance estimado de 12.000 kilómetros, los Dongfeng no serían los únicos elementos bélicos cargados con inteligencia artificial en las manos del ejército chino. Ya en junio de este año, China anunciaba el desarrollo de un avión de combate, apto para el portaaviones Fujian, con un complejo sistema de IA. Junto a él, una larga lista de tanques, buques y equipos que, al igual que los Dongfeng, tendrían el objetivo de lograr hacerse invisibles para el enemigo. En cualquier terreno. Al menos, sobre los papeles. Es de esperar que el enemigo ya tenga planeado un sistema de detección de armamento de alcance capaz de sortear este y otros sistemas tecnológicos.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: