Elon Musk ha vuelto a recular. Apenas el viernes, el magnate expresó que SpaceX no podía seguir financiando la operación de Stalink en Ucrania, donde se ha convertido en una pieza clave para mantener el acceso a internet. No obstante, hoy Musk, a través de Twitter —su segundo hogar—, aseguró que SpaceX seguirá invirtiendo de sus arcas para que Starlink siga funcionando en la zona de conflicto. Lo hizo, eso sí, con palabras polémicas.
Elon Musk aprovechó su intervención para tirar un dardo a las empresas que se benefician de los impuestos mientras SpaceX, pese a perder dinero con Starlink, está decidida a apoyar a los ucranianos. "Al diablo con esto. Aunque Starlink sigue perdiendo dinero y otras empresas obtienen miles de millones de dólares de los contribuyentes, seguiremos financiando al gobierno de Ucrania de forma gratuita", mencionó.
Con esta declaración, entonces, queda claro que Elon Musk y Starlink no planean retirarse de Ucrania. La pregunta que ahora queda en el aire es: ¿por cuánto tiempo podrán mantener la operación?
El cuestionamiento surge porque el propio Elon Musk, en un tono alarmante, había comentado que SpaceX no podía asumir los gastos de manera permanente. "SpaceX no pide recuperar gastos pasados, pero tampoco puede financiar el sistema existente de forma indefinida y enviar varios miles de terminales más que tengan un uso de datos hasta 100 veces mayor al de cualquier hogar. Esto no es razonable", dijo el directivo en Twitter.
Este problema se hace todavía mayor porque SpaceX no pasa por una situación financiera del todo estable. "SpaceX enfrenta decisiones terriblemente difíciles aquí. No creo que tenga la capacidad financiera para proporcionar antenas o servicios adicionales", le respondió Elon Musk a Valerii Zaluzhnyi, líder del ejército de Ucrania. El también general, supuestamente, había solicitado el envío de 8.000 antenas adicionales.
Elon Musk y SpaceX recurren al Pentágono
En un principio, Elon Musk y SpaceX no vieron otra alternativa más que recurrir al gobierno de Estados Unidos, concretamente el Departamento de la Defensa, para que aportaran dinero a la operación de Starlink. El Pentágono confirmó la recepción de una carta con la petición, y afirmaron mantenerse en contacto con SpaceX sobre este "y otros temas". No obstante, vista la reacción de Musk el día de hoy, parece que no han obtenido el apoyo requerido, al menos de momento.
Curiosamente, Sabrina Singh, responsable de prensa del Pentágono, reveló que el organismo estudia la opción de usar otras tecnologías para que Ucrania se mantenga conectado. Eso sí, no quiso profundizar en ellas. "Ciertamente hay otras capacidades de comunicaciones por satélite que existen por ahí. No voy a mostrar nuestra ventaja ahora mismo sobre cuáles son exactamente o con quién estamos hablando".
Sus palabras nos hacen pensar que el gobierno de Estados Unidos ya contempla alternativas a Starlink; por ello no han mostrado disposición para apoyar a mantener su operación. El asunto se vuelve más tenso, y hasta cierto punto ridículo, porque un tema de tanta relevancia para Ucrania se gestiona, en parte, a través de Twitter. No obstante, la red social bien podría considerarse como la segunda —o primera— oficina de Elon Musk.