Las personas pueden reaccionar de formas muy variadas al orgasmo. Hay quien se ríe a carcajadas, quien rompe a llorar o incluso quien se desmaya. También hay personas que estornudan sin control. Otras hasta pasan varios días enfermos de lo que parece ser una gripe. Esto último es lo que algunas personas conocen como alergia al orgasmo, aunque no es el término más correcto. Y es precisamente lo que le pasaba a un joven estadounidense de 27 años, cuyo caso acaba de describirse en Urology Case Reports.

En realidad, los síntomas comenzaron cuando tenía 18 años, después de padecer una epdidimitis. Esta es una inflamación dolorosa en los tubos que conectan el testículo con los vasos deferentes, por los que circula el semen. Algo no debió recuperarse por completo y desde entonces, siempre que eyaculaba, ya fuese masturbándose o tras el coito, le sobrevenían síntomas similares a los de la gripe, además de una molesta inflamación de los ganglios. 

Es cierto que no es lo mismo eyacular que tener un orgasmo, aunque en los hombres generalmente son fenómenos que suelen ir de la mano. Por eso, a lo que padece, se le conoce como síndrome de enfermedad postorgásmica. Apenas hay unos 60 casos descritos en la literatura científica y se le suele conocer más coloquialmente como alergia al orgasmo. ¿Pero en qué consiste?

Así es la alergia al orgasmo

El síndrome de enfermedad postorgásmica, o alergia al orgasmo, es una afección que se da inmediatamente después del orgasmo y puede durar desde unas horas hasta varios días. Los síntomas también son muy variados, pues no consisten solo en un cuadro similar al de la gripe, con en el caso del paciente del estudio. Otros pacientes experimentan ansiedad, problemas gastrointestinales, irritabilidad, depresión e incluso dificultades para comunicarse.

Se da generalmente en hombres, aunque se considera que puede haber una enfermedad equivalente en mujeres. No obstante, solo se sospecha de un caso en la literatura científica desde 2016.

¿A qué se debe?

Si bien este paciente experimentó la alergia al orgasmo tras la epididimitis, en otros enfermos no está tan claro cuál es el desencadenante. Se sospecha que puede ser una reacción autoinmunitaria, en la que el propio sistema de defensa de los pacientes reacciona contra proteínas presentes en su propio semen.

Por otro lado, existe la hipótesis de que esté relacionado con un desequilibrio hormonal. Se cree, por ejemplo, que podría darse por niveles bajos de progesterona, cortisol o testosterona, o niveles elevados de prolactina. Además, podría tener relación con el hipotiroidismo.

Finalmente, existe la sospecha de que se relacione con algún desequilibrio químico en el cerebro. Sea como sea, no hay una razón clara, por lo que se hace más complicado el tratamiento.

Aun así, se han probado alternativas como exponer a los pacientes poco a poco a pequeñas dosis crecientes de su propio semen. También, en caso de que se detecte ese desequilibrio hormonal sospechoso, se podría intentar compensar mediante fármacos.

Pero ninguna de esas fue la opción que emplearon los médicos que trataron al joven del estudio. En su caso, dado que sus síntomas eran puramente similares a los de una alergia, se le administró un antihistamínico de venta libre, que consiguió reducir los síntomas en un 90%. Recuperado de este modo, pudo volver a la vida sexual que durante todo este tiempo había abandonado por miedo. Quizás a otro paciente no le habría funcionado este tratamiento frente a la alergia al orgasmo, pero a él sí. Lo que está claro es que cada caso se debe ver por separado. Y que es importante dar a conocer la afección; ya que, precisamente por lo poco frecuente que es, se sospecha que podría estar muy infradiagnosticada.

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