Dormir a un bebé que llora es todo un reto. Y mantenerlo dormido una vez que se calma es ya la clave para subir al nivel experto. Cada persona tiene sus propios trucos para tranquilizar a sus bebés. Si les funcionan, no hay más que hablar. No obstante, con el fin de aportar soluciones generalizadas, un equipo de científicos del Centro RIKEN para las Ciencias del Cerebro, en Japón, ha estudiado cuál es la mejor opción, científicamente hablando.

Han realizado su investigación, ahora publicada en Current Biology, tanto en crías de ratón como en bebés humanos, con resultados similares. Centrándonos en los que nos interesan, que son los humanos, analizaron diferentes situaciones típicas para dormirlos, a la vez que medían los cambios en su ritmo cardíaco.

La forma que los bebés tienen de comunicarse y mostrar su incomodidad es el llanto. No obstante, el ritmo de su corazón también puede darnos mucha información interesante. Tanto como para descubrir que el truco perfecto para dormirles se basa en dos claves: caminar y no cantar victoria demasiado pronto.

La mejor forma de dormir a un bebé que llora

Para la realización de este estudio, sus autores tomaron varias parejas de madre e hijo y pidieron a las primeras que durmieran a sus bebés de las formas típicas: caminando con él en brazos, en el carrito o sentadas. El objetivo era comprobar la respuesta de los pequeños, por lo que se usaron dos técnicas. Por un lado, se colocó una cámara, con la que podía verse la respuesta visible de cada uno. Por otro, se conectó a cada bebé a una máquina de electrocardiograma adecuada para ellos.

Los bebés no siempre lloraban, por lo que se diferenció entre tres estados: llorando, despiertos y tranquilos o durmiendo. De este modo, pudieron ver que las reacciones eran muy diferentes, según el estado en el que ellos se encontraran previamente.

Se observó que la mejor forma de dormirlos mientras lloraban era caminando con ellos en brazos. De hecho, después de cinco minutos, todos los participantes que se encontraban en pleno llanto ya se habían dormido. Además, como es lógico, su ritmo cardíaco había disminuido mucho. Pero lo más curioso es que este efecto no se observó en aquellos bebés que estaban despiertos y tranquilos. Si sus madres intentaban dormirles caminando, su ritmo cardíaco aumentaba y se hacía mucho más difícil dormirlos.

No cantes victoria demasiado deprisa.

Otro dato relevante que se extrae de este estudio es que, cuando los bebés mostraban un mayor aumento de su ritmo cardíaco, era cuando sus madres finalmente les dejaban en la cuna. Además, si no habían entrado aún en un sueño suficientemente profundo, en este punto solían despertarse y volver a ponerse nerviosos. 

Por eso, se procedió también a calcular cuál es el mejor momento para dejarles dormir en la cuna. Lógicamente, los datos variaron entre bebés, pero se vio que, de media, las madres debían permanecer sentadas con ellos 8 minutos antes de tumbarles. 

Es decir, la mejor forma de dormir a un bebé que llora es calmarle con un paseo de 5 minutos en brazos y después pasar 8 minutos sentados antes de acostarle en la cuna.

Unsplash

El dispositivo para dormir a tu bebé

Dado que la frecuencia cardíaca de los bebés arrojó datos muy interesantes para saber cuándo y cómo dormirlos, el siguiente objetivo de estos científicos es que los padres y madres puedan reproducir en casa lo que ellos hicieron en el laboratorio. 

Para ello, según han explicado en un comunicado, están trabajando en un dispositivo portátil que mide la frecuencia cardíaca de los bebés y muestra los resultados en un teléfono móvil. Sería un nuevo frente abierto en los wearables. Ya no solo se trata de medir nuestro sueño, contar los pasos que damos o medir nuestra frecuencia cardíaca. En un futuro quizás podamos dormir bebés con ayuda de un reloj inteligente. Más de una persona seguro que ya estaría dispuesta a dar todo su dinero. Sin embargo, hasta que eso ocurra, el truquito que se extrae de este estudio es una buena forma de comenzar. Además es gratis. ¿Qué más se puede pedir?