Recientemente, Sony ha lanzado una nueva versión de la PS5 que, sorpresivamente, llega con un rediseño completo de su interior. Esto puede no ser demasiado relevante para muchos, pero se trata de un cambio importante; no solo porque hace que la consola sea más ligera, sino porque también impacta sobre su consumo de energía.

El youtuber Austin Evans tuvo acceso al renovado modelo, que por ahora está disponible solamente en Australia, y se encontró con novedades muy interesantes. Desde cambios en la motherboard y el disipador de calor, hasta un ligero retoque en la bahía para expandir el almacenamiento con un SSD M.2.

El nuevo modelo de la PS5 analizado por el especialista es el CFI-1202B, correspondiente a la Digital Edition; es decir, la versión sin unidad lectora de discos. Este ha sido comparado directamente con las versiones CFI-1000, la del lanzamiento original de 2020, y CFI-1100, la primera revisión del dispositivo, que ya pesaba unos 300 gramos menos que su predecesora.

La segunda actualización de la consola continúa por la misma senda, siendo todavía más ligera. Pesa solamente 3,30 kilogramos, contra los 3,54 kg de la CFI-1100 y los 3,81 kg de la CFI-1000. Esto quiere decir que la PS5, al menos en su Digital Edition, ha perdido prácticamente medio kilo en comparación con el modelo que Sony introdujo en el mercado a fines de 2020.

Pero lo que también ha llamado la atención durante las pruebas ha sido el consumo de energía. Es que el modelo más reciente utiliza hasta casi 30 vatios menos al jugar que la CFI-1100 que llegó a los usuarios el año pasado, y unos 17 vatios menos que la PS5 original. De todos modos, aún no se ha explicado cómo pudo Sony haber logrado esta optimización.

Los notorios cambios internos de la nueva PS5

PS5

Más allá del peso y la gestión energética, los cambios más notorios de la nueva PS5 están en su interior. La placa madre de la CFI-1202B, por ejemplo, es unas dos pulgadas más pequeña que la de las versiones anteriores. Pero el cambio más drástico se ha vuelto a ver en el sistema de refrigeración.

La versión CFI-1100 que se lanzó en 2021 ya había reducido drásticamente el tamaño del disipador de calor, en comparación con el modelo original. Y esta nueva revisión del equipo trae consigo uno todavía más pequeño, con parte de los tubos de cobre más expuestos.

Aquí es donde radica también una parte importante de la reducción de peso. La motherboard y el sistema de refrigeración de la nueva PS5 pesan apenas 1,11 kilogramos, contra los 1,36 y 1,62 kg de las variantes de 2021 y 2020, respectivamente.

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El otro dato llamativo es que Sony ha cambiado la ubicación de la batería CMOS. Antes se encontraba alejada del disipador de calor, mientras que ahora está debajo de él. Una decisión llamativa, puesto que si en algún momento se la debe reemplazar, hay que desmontar el disipador de calor para acceder a ella.

Por último, los japoneses han modificado la bahía para expandir el almacenamiento con un SSD M.2. Anteriormente el disco de estado sólido reposaba sobre un PCB, pero ahora lo hace directamente sobre una placa metálica. Esto se debe a la reducción en tamaño de la motherboard, aunque se desconoce si es por costos o por la disipación del calor.

Por lo pronto, la nueva revisión de la PS5 se encuentra disponible solamente en Australia. Pero no sería de extrañar que en los próximos meses se gane un lugar en otros mercados internacionales. Y ya que hablamos de la consola de Sony, no olvidemos que ha sufrido un reciente incremento en sus precios en prácticamente todo el mundo, con la excepción de Estados Unidos.