Blonde de Andrew Dominik es, quizás, una de las miradas cinematográficas más profundas al mito que rodea a la actriz Marilyn Monroe. Con su recreación a mitad de camino entre la ficción y la realidad, la película explora los puntos más trágicos de su historia. Pero, también, permite analizar desde una nueva perspectiva la figura de la intérprete. Considerada una de estrellas más icónicas del séptimo arte, buena parte de su vida está envuelta en rumores y la persistente condición de leyenda incompleta. 

El argumento de la producción, basado en el libro homónimo de Joyce Carol Oates, no pretende ser una crónica. Tampoco una biografía meticulosa. En mitad de ambas cosas, es un recorrido a través del fenómeno que rodeó a la actriz. En especial, la manera en que Hollywood la transformó en un producto destinado al consumo masivo de un público deslumbrado por su atractivo físico. Poco a poco, la industria moldeó a Marilyn Monroe para crear a la estrella por excelencia, sometida a un tipo de escrutinio público que todavía resulta desconcertante. 

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Blonde refleja la obsesión alrededor de Marilyn Monroe como actriz y epítome del star-system de la meca del cine. Pero, al mismo tiempo, desmonta algunos de los mitos más habituales alrededor de su historia. La película, que atravesó una polémica acerca de su contenido sexual y la forma descarnada de mostrar a Monroe, sorprendió a la crítica. En particular, por el hecho que su director dijo a Variety que no “trata de una obra complaciente”. De hecho, incluso la autora del libro original, que dio su aprobación al punto de vista del guion y la forma en que se interpretó su obra, la considera dura y, por momentos, perturbadora. 

La novela, publicada hace 22 años, desmiente varios de los mitos más comunes acerca de Monroe hasta lograr un retrato humano sobre una figura icónica. Estos son algunos de los puntos más controvertidos sobre Marilyn Monroe que Blonde explora bajo un nuevo cariz. 

Monroe era una mujer inculta, torpe e ignorante

En realidad, como muestran tanto la película Blonde como el libro del mismo nombre, Marilyn Monroe era una mujer intelectualmente despierta. Aunque no tuvo educación formal universitaria, sí tenía la suficiente iniciativa para escoger lecturas adecuadas y profundizar en el mundo literario. 

De hecho, tras su muerte, legó a su amigo Lee Strasberg una serie de objetos. Entre los cuales se encontraba su biblioteca, que incluía libros de Platón, Sigmund Freud y James Joyce. Algunos de los volúmenes estaban llenos de anotaciones y subrayados con cuidado.

Tanto en el relato original como en la película, se muestra a una Marilyn Monroe más allá de la imagen de la rubia tonta, a merced de fuerzas superiores. Blonde la retrata como una mujer talentosa, que luchó contra una industria compleja y que, al final, logró encontrar una forma de demostrar su capacidad creativa.

Blonde, Ana de Armas como Marilyn Monroe

Blonde, la actriz que dependía del favor de otros para triunfar

Una idea frecuente alrededor de Monroe es que debía seducir a directores y ejecutivos de Hollywood para triunfar. En realidad, la actriz tenía el suficiente talento y sentido del humor como para sostener papeles de considerable envergadura. No obstante, tuvo que enfrentar una maquinaria publicitaria empeñada en adjudicarle el lugar de una diosa del sexo cinematográfica.

A pesar de eso, Marilyn Monroe cuidó su educación histriónica y fue una actriz que evolucionó y maduró a través de las décadas. En contra de la impresión posterior de que solo había logrado papeles gracias a favores sexuales, la artista sorprendió a varios directores. En especial, los que lograron comprender que gran parte de su habilidad para crear personajes entrañables provenía de su profunda sensibilidad.

Blonde analiza la idea de Monroe como una artista en crecimiento. A la vez, una que logró varios de sus principales triunfos a base de tenacidad y trabajo incansable. 

El mito de la sexualidad de Marilyn Monroe

Blonde atravesó una dura polémica alrededor de varias secuencias sexuales. La película no es tímida al mostrar la versión más carnal de Monroe, que tuvo una complicada vida emocional y sexual. No obstante, el largometraje tiene la suficiente inteligencia como para mostrar a la actriz como algo más que su obvia sexualización. En realidad, explora su percepción acerca de lo sexual y cómo influyó en su vida, además de en buena parte de sus decisiones.

La película, que analiza el abuso que sufrió Marilyn Monroe siendo aún una niña, explora con cuidado las consecuencias de este hecho traumático. También, las implicaciones futuras que tuvo en la forma en que la intérprete comprendía su relación con el poder, el sexo y la visibilidad pública. Una de las cuestiones más interesantes de la producción es su punto de vista cuidadoso sobre Monroe como una mujer herida que reconoce sus propios dolores

Blonde, Ana como Marilyn Monroe

La salvedad permite al argumento reflexionar acerca del mito erótico de la cultura pop desde una dimensión por completo nuevo y, sin duda, mucho más humana. En particular, al construir una visión íntima y trágica sobre una mujer herida que debió lidiar, casi sin herramientas psiquiátricas, con un profundo sufrimiento emocional.

Marilyn Monroe y sus relaciones con la fama en Blonde

Blonde no duda en mostrar que Marilyn Monroe fue víctima de la fama y el obsesivo escrutinio de la industria sobre su vida. De hecho, la perspectiva de Dominik es de una dureza abrumadora, mucho más a medida que deja claro que Monroe no pudo escapar de una situación semejante. Pero tampoco la muestra por completo inocente

Uno de los elementos más llamativos del guion es cómo analiza la relación de Monroe con el estrellato. A la vez, la forma en que comprendía su influencia y reconocimiento, aunque a veces pudieran parecerle terroríficos.

Blonde se toma el tiempo para deconstruir lo que la fama puede provocar como fenómeno brutal e imparable. Pero, a la vez, narra cómo Marilyn Monroe lo percibió y, en ocasiones, lo utilizó en su provecho. Un ángulo que pocas veces se muestra y que desmiente la idea de que la actriz era una víctima ignorante sobre la maquinaria que sostenía su carrera. No obstante, deja claro una y otra vez que la adoración multitudinaria puede convertirse en un arma de doble filo. Algo que Blonde no desmerece en importancia.

Marilyn Monroe

Monroe como un mito inalcanzable

La mirada de Blonde acerca de Marilyn Monroe es de una profundidad y sensibilidad que desconciertan. En particular, teniendo en cuenta que buena parte del tono de la película hace énfasis en la dureza de su vida. Pero Dominik humaniza a la actriz y sigue su periplo hacia el estrellato con una exploración casi generosa. El mito que rodea a la figura de Monroe se convierte entonces en una serie de reflexiones sobre la feminidad, el poder y el miedo. 

También, acerca de la forma en que la actriz logró un lugar en la historia del cine, a pesar del menosprecio y todo tipo de humillaciones. La Marilyn Monroe de Blonde no es una víctima, tampoco una rehén de la fama. En realidad, es una figura brillante y decidida. Al final, llena de una poderosa fortaleza que sorprende por su honesta mirada sobre el mundo estridente que la rodea.

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