A simple vista, es bastante complicado diferenciar el Apple Watch Series 8 de su generación inmediatamente anterior. El nuevo reloj inteligente de Apple no llega con la pretensión de revolucionar el concepto que le ha convertido en la apuesta más segura del mercado, sino más bien afianzarla. 

Desde la llegada del Series 4 y su cambio de pantalla y tamaño, la mejor forma de definir las diferentes iteraciones del Apple Watch es la de llegar al usuario a través de una serie de mejoras pequeñas, pero constantes. Cada generación, desde el cambio de pantalla, ha ofrecido algo más. Pequeños cambios que, con cada nuevo reloj en el mercado, lo han ido convirtiendo en un producto más redondo. No por falta de posibilidades, sino por ofrecer un pequeño paso extra con el que seguir siendo el referente del mercado.

El Apple Watch Series 4 ha sido al Apple Watch lo que el su día el iPhone 4 supuso para los terminales de Apple. La base sobre la que se ha construido lo demás. Luego han venido la pantalla siempre encendida (Series 5), el monitor de oxígeno en sangre (Series 6) y, tras él, un nuevo aumento de pantalla y la esperada carga rápida (Series 7).  

Por el camino, mejoras en software que, de una forma u otra, han dado forma a las posibilidades del reloj y que, como en el caso de los iPhone, han aumentado las capacidades de los modelos anteriores. De hecho, desde el Apple Watch Series 4, todos han recibido, con cada actualización, las mismas innovaciones, dejando fuera aquellas relacionadas con los nuevos sensores o prestaciones de hardware limitadas a un modelo concreto.

Apple Watch Series 8

Apple vuelve a repetir con su estrategia de pequeñas mejoras en vez de grandes revoluciones. El Apple Watch Series 8 es el máximo exponente de esta estrategia. Un nuevo smartwatch que no cambia en exceso respecto a la versión anterior, pero que, con sus dos grandes novedades, vuelve a repetir como el reloj inteligente más fácil de recomendar de todo los disponibles en el mercado. Es, en pocas palabras, un smartwatch tan redondo que pocos peros se le pueden sacar.

Puntuación: 4.5 de 5.

El Apple Watch Serie 8 sigue la estela de los anteriores: pequeñas mejoras en un conjunto redondo

El Apple Watch Series 8 sigue esta tendencia. Mantiene una evolución lenta, pero constante, ofreciendo un pasito más respecto a la generación anterior que sin duda agradecerán los que compren un Apple Watch por primera vez o den el santo desde varias generaciones anteriores. Los dos cambios más relevantes del Apple Watch Series 8 son, básicamente, el sensor de temperatura y la detección de accidentes. El resto llega de la mano de watchOS 9, y en mayor o menor medida también están disponibles en los modelos anteriores.

No hay grandes saltos en autonomía –quizás una o dos horas más en uso normal, siendo generosos–. Tampoco hay nuevas opciones de hardware que abran un gran abanico de posibilidades a las aplicaciones de terceros. El sensor de temperatura, uno de los mayores reclamos, funciona de una forma bastante discreta y limitada. Tal como presume la propia Apple, el Series 8 progresa saludablemente; o, más bien, adecuadamente. 

Este es precisamente el quid de todo el asunto. El Apple Watch Series 7 era un reloj sobresaliente, como también lo es el Series 8. No había una necesidad imperiosa de replantear el conjunto al completo. Tampoco de incluir funcionalidades disruptivas. Bastaba, simplemente, y como ha hecho Apple, con dar un pequeño paso. Y eso es lo que ha hecho y lo que ofrece el Series 8.

Apple Watch Series 8
Apple Watch Series 8 (Izquierda) vs Apple Watch Series 7 (Derecha)

Como en el caso del Series 7, el Apple Wach Series 8 vuelve a repetir en tamaño, con dos versiones disponibles, en caja de 41 mm y 45 mm, cuya única diferencia es, solamente, el tamaño de la pantalla.

Respecto a los colores, uno de los mayores reclamos, Apple ofrece nuevas variantes:

  • Aluminio, con colores Medianoche, Blanco Estrella, Plata y el (PRODUCT) RED.
  • Acero inoxidable en Oro, Plata, Grafito y Negro Espacial.

Nada del verde caza del año pasado, que fue una adición bastante bonita y discreta. Tampoco del Titanio o la Cerámica, dando paso en este segmento al Apple Watch Ultra. Mantiene, eso sí, las opciones de solo GPS o GPS+LTE en aluminio. Los modelos en acero incluyen todos LTE.

La pantalla del Series 8 sigue siendo idéntica a la del Series 7. Pantalla Retina OLED LTPO con hasta 1000 nits de brillo máximo –algo que se agradece en exteriores–, siempre encendida y con un diseño que cubre hasta los bordes. Es el elemento más importante del reloj de Apple. Y lo cierto es que sigue haciendo de este el reloj más bonito de todos los disponibles en el mercado. 

Un salto sin precedentes respecto al Series 5, pocas novedades frente al Series 7

Respecto al cerebro del Apple Watch Series 8, Apple ha dado el salto hacia el SIP S8 con procesador de doble núcleo de 64 bits. Es un cambio más que bienvenido de cara a la longevidad del dispositivo, pero lo cierto es que en nuestras pruebas no supone un cambio significativo. Desde el Series 6 el reloj funciona muy rápido, y el Series 8 se mantiene en esa línea: responde rápido, con animaciones fluidas y se sincroniza tremendamente rápido. 

Frente al que sí hay muchas diferencias es con el Series 5. Hay un salto enorme en velocidad y eficiencia energética entre el SIP S5 y S8. Y, de hecho, la sincronización inicial con el iPhone es tres veces más rápida, en nuestra experiencia, frente al Series 5.

El resto de conectividad se mantiene intacta. El Series 8 también cuenta con el chip inalámbrico W3 y el chip U1 de banda ultraancha. También mantiene el Bluetooth 5.0 (el Ultra sí salta hasta el 5.3). 

La mejor novedad es la que, ojalá, no tengas que usar nunca

Lo que sí cambia diametralmente es el nuevo giroscopio de tres ejes mejorado y un nuevo acelerómetro de fuerza G alta que, según Apple, ofrece un alto rango dinámico superior al de cualquier otro reloj inteligente. ¿Y para qué sirven estas dos mejoras? Principalmente, para algo que la propia Apple espera que no tengas que usar nunca (y nosotros tampoco): la detección de accidentes. 

Este nuevo sistema, que detecta cuando te has visto inmerso en un accidente de tránsito y avisa automáticamente a los servicios de emergencia, es una función nueva y exclusiva del Apple Watch Series 8 (junto con los nuevos iPhone). Esta aprovecha las capacidades de los nuevos sensores de posicionamiento y de presión ambiental junto con un algoritmo avanzado de fusión de sensores entrenado, según Apple, con más de un millón de horas de conducción y colisiones reales.

Apple Watch Series 8, referencia en la monitorización de la salud y la actividad

Apple Watch Series 8

El otro gran cambio del Series 8, como decimos, es el sensor de temperatura. La idea es medir la temperatura de la muñeca para funcionalidades relacionadas con el bienestar. El Series 8 incluye, en realidad, dos sensores: uno para la muñeca y otro para dectetar la temperatura ambiente y hacer el cálculo lo más preciso posible. 

El sensor de temperatura es una adición interesante a la que no todo el mundo sacará provecho

Aquí hay que hacer un apunte importante. Aunque se puede utilizar de forma indistinta por hombres y mujeres, es una funcionalidad de bienestar que está bajo el epígrafe de Control del Ciclo en Salud. Es decir: aunque todo el mundo se puede beneficiar de ello, está más enfocado a las mujeres que estén pensando en quedarse embarazadas. Por ello, no existe una app como Oxígeno en sangre o ECG para controlar la temperatura. Es más, a simple vista, no se puede consultar la temperatura corporal.

El Apple Watch Series 8 toma mediciones a lo largo de la noche, solo cuando el usuario está dormido y tiene activado la medición del sueño o el modo descansar. El resto del día, no recoge datos. Y solo muestra la variación respecto a la temperatura media, no la temperatura exacta de la muñeca o la temperatura corporal exacta. Aunque el Apple Watch sí que recoge esos datos, no hay forma sencilla de acceder a ella, excepto recurriendo a la base de datos de salud dentro del control del ciclo. 

Para que funcione, el Apple Watch necesita medir tu temperatura corporal durante 5 noches para sacar una media y, a partir de ahí, mostrarte datos. Con eso, solo informará de la variación de +1/-1º (o valores menores) en la gráfica de salud, no de la temperatura exacta. Algo muy a tener en cuenta para que buscaran usar el sensor del reloj como un termómetro. Aunque el Apple Watch, como decimos, sí recoge los datos (se puede consultar la temperatura exacta de cada medición), no es fácilmente accesible. No obstante, esto abre la puerta a que Apple mejore las posibilidades de software en el futuro. 

A día de hoy, la información y la funcionalidad del sensor de temperaturas es bastante limitada más allá del control del ciclo o la ovulación. No obstante, eso es lo suficientemente relevante para muchas personas, por lo que, aunque se echa en falta que se use el sensor para más cosas, es sin duda positivo que Apple implemente este sistema en el Series 8.

Donde no hay grandes cambios es en el resto de funcionalidades de salud. Respecto a las versiones anteriores, toda la funcionalidad adicional, como los entrenos por Zonas de HR o incluso el análisis de las fases del sueño, son idénticos respecto al Series 7 (e incluso 5). Y en todas nuestras pruebas tanto el Series 7 como el Series 8 ofrece la misma precisión. Las pruebas además se han realizado con la misma calibración en ambos modelos y con el mismo perfil de salud.

En los deportes cardiovasculares con poca actividad de la muñeca, el Apple Watch Series 8 sigue siendo imbatible, como sucedía con los anteriores. Pero, en la misma línea, y pese a las constantes mejoras en los sensores de frecuencia cardíaca, sigue fallando de forma ocasional en los deportes de potencia, como CrossFit o levantamiento de pesas, en los que la posición del reloj es fundamental.

Apple Watch Series 8

Sí que nos hubiera gustado que Apple utilizase las nuevas mejoras en el giroscopio y los sensores para mejorar las mediciones en este tipo de deportes, puesto que a día de hoy sigue haciendo una estimación aproximada utilizando el parámetro Otros. Lo mismo que viene sucediendo desde las primeras generaciones del reloj. Sobre todo teniendo en cuenta que Apple, a través de Fitness+ ofrece entrenamiento de fuerza con equipamiento. Quizás, en otra ocasión.

Bienvenidos los entrenos por Zonas de HR y las nuevas métricas de running, pero seguimos echando de menos gestión de descansos y recuperación en la app Fitness

En este sentido, ocho generaciones después tampoco tenemos una buena gestión de los descansos físicos ni de la medición de la recuperación y el esfuerzo activo. Aunque esto no está directamente relacionado con el propio Series 8, sino que es intrínseco a la propia plataforma.

Hubiera sido una buena oportunidad aumentar la medición del HRV y ofrecer al usuario más contexto del mismo, o para mejorar la app Fitness, ahora que también llega al iPhone sin Apple Watch, para marcar días de descanso en función de la actividad física y del entreno por Zonas.

Si bien el ecosistema de Apple es muy rico en Apps que ofrecen este tipo de información (como Athlytic o HRV Training), siempre es interesante ver cuál sería la propuesta de Apple en este sentido. Siendo el Apple Watch, además, el dispositivo de referencia para la monitorización de actividad física y la salud (al menos para el público general).

Una de las grandes novedadades te va a hacer salir más de casa

Apple Watch Series 8

Otro detalle interesante para los más deportistas al aire libre (o para hacer turismo si me apuras) es la nueva aplicación brújula. De nuevo, esto es una novedad del watchOS 9, pero dado que llega también como novedad al Series 8, es interesante comentarlo.

El reloj es capaz de guardar nuestro rumbo (ideal para hacer senderismo), poner puntos de interés que tenemos a la vista en función de la orientación y permitirnos volver sobre nuestros pasos si nos perdemos. Es un detalle muy interesante que acabas utilizando más de lo que tenías pensado a simple vista, por lo que es algo a destacar y sin duda una de esas pequeñas mejoras de Apple que se agradecen enormemente.

Sin cambios en la autonomía, pero el modo de bajo consumo hace maravillas con el Series 8

Respecto a los puntos negativos a reseñar, la batería sería el punto más flojo. Apple la ha mejorado bastante estos años, pero el Series 8 mantiene la misma duración incluso que la alternativa barata: el SE.

Es cierto que la carga rápida cambia enormemente los patrones de uso y carga. Y sin duda desde el Series 7, lo de quedarse sin batería en el Watch no es una preocupación dado lo rápido que se carga. Pero no hubiera estado de más un par de horas más de autonomía para aprovechar, como decimos, la función de Senderismo y las nuevas capacidades de la brújula.

A este respecto también destacar el nuevo modo de bajo consumo. Ahora, al activarlo el reloj no se convierte en algo inútil. Mantiene la mayoría de sus funcionalidades, aunque  perdemos la pantalla siempre activa (si la tienes configurada), las notificaciones de frecuencia cardíaca para ritmo irregular, frecuencia cardíaca alta y frecuencia cardíaca baja. También las mediciones de frecuencia cardíaca en segundo plano y las mediciones de oxígeno en sangre segundo plano. Así como los recordatorios para iniciar un entrenamiento. Con todo, podemos seguir usando el reloj sin problema, usar todas las apps y alargar enormemente su autonomía. 

El modo de bajo consumo te permite alcanzar 40 horas de autonomía sin problemas, pero sacrificando algunas funcionalidades

El modo de bajo consumo y la batería del Apple Watch Series 8 no te darán para irte una semana de vacaciones sin cargador, pero sí que te ofrecerá lo suficiente como para soportar un par de días largos sin tener que preocuparte por tener un cargador cerca. Exactamente, en nuestras pruebas, unas 35 horas antes de que salte el clásico aviso de que queda menos de un 10% de batería.  Si no entrenas de forma intensiva con él quizás puedas llegar a las 40 horas de forma sostenida, pero debes tener en cuenta que la funcionalidad del reloj cae en picado y es más algo para emplear de “emergencia” que para estirar la batería del día a día.

Apple Watch Series 8

Por cierto, el nuevo modo de batería no sustituye al original, que sigue estando disponible. De hecho, si tu reloj está apagado o sin batería y pulsas la corona, también mostrará la hora como hacía antes de la llegada del modo de bajo consumo. Solo la hora, ninguna funcionalidad más.


¿Merece la pena el Apple Watch Series 8?

Depende mucho de tu punto de partida. Las dos mejoras más importantes, Sensor de Temperatura y detección de accidentes, no justifican por sí solas el salto de un Series 7 (o 6) a un Apple Watch Series 8, aunque son adiciones interesantes. Tampoco encontrarás cambios en la autonomía del reloj o nuevas prestaciones para el día a día. Si vienes de un modelo anterior, sí que notarás enormemente el salto en velocidad (sobre todo respecto al Series 5) y en calidad y brillo de la pantalla. Además de todos los sensores que se han ido añadiendo a lo largo de los últimos años.

Si es tu primer Apple Watch, sin duda, es el mejor reloj inteligente que puedes comprar hoy en día en cuanto a prestaciones y funciones. Fuera del Ultra, cuyo público objetivo es diferente, el Series 8 ofrece todas las funciones de monitorización de actividad física y es uno de los más precisos para ello.

Además, también vela por tu seguridad –con la detección de caídas y accidente–, tiene un ecosistema de apps sobresaliente –con algunas increíbles como las mencionadas Athlytic, HRV Training o Strong si entrenas– y uno de los diseños más cuidados del mercado. Uno que, de hecho, ya es icónico.

Sea cual sea tu punto de partida o el tipo de usuarios que seas, es bastante poco probable que te equivoques si te haces con este Apple Watch. Y lo mismo da si eres o no deportista. Es, sin lugar a dudas, el mejor acompañante del iPhone y el mejor Apple Watch que hemos probado hasta la fecha.