El monitor de 28 pulgadas que reposa sobre mi escritorio es, sin duda, mi mejor aliado para trabajar. Me permite ver el contenido de una forma mucho más cómoda, y esto hace que sea considerablemente más productivo; no tengo que minimizar ventanas constantemente, ni pasar entre escritorios. Cuando trabajo fuera de casa, por supuesto, lo echo muchísimo en falta. Las 14 pulgadas de mi MacBook Pro, en muchas ocasiones, no me resultan suficientes para realizar algunas de las tareas que mi trabajo requiere; y siempre que me sucede, no dejo de pensar en lo práctico que sería disponer de una pantalla más grande o un monitor portátil. Precisamente, como el que LG ha lanzado recientemente: el LG Gram +View.

El LG Gram +View, curiosamente, está destinado a solventar el problema que yo, y probablemente muchos otros usuarios que están acostumbrados a trabajar con un monitor, sufren. El no poder transportarlo y, por tanto, el no poder trabajar cómodamente en cualquier otro sitio que no sea su puesto de trabajo habitual. Pero, ¿qué ofrece este dispositivo para tratar de solucionar este inconveniente?

El LG Gram+View, en concreto, es una pantalla de 16 pulgadas, y está pensada para utilizar de forma complementaria a la pantalla del portátil. Es decir, como un segundo escritorio. Destaca, principalmente, por lo manejable que es: no cuenta con ningún tipo de base, sino que incluye una cubierta que protege el frontal cuando se transporta, y que sirve como soporte cuando queremos usar el monitor. Su peso, además, es uno de sus puntos más destacables: apenas llega al kilogramo. Otro detalle interesante del LG Gram +View es que no necesita conectarse a la corriente; simplemente al portátil mediante un puerto USBC. Ahora bien, ¿realmente puede este dispositivo ofrecer un extra de productividad fuera de casa o del trabajo, como lo haría un monitor?

¿Cómo es el LG Gram +view?

LG Gram +view

Vamos a adentrarnos, en primer lugar, en el diseño, pues es el punto más importante de este dispositivo. Como he comentado, el LG Gram +View apenas llega al kilo. Pesa, en concreto, 670 gramos (su peso sube a 990 gramos con la Folio Cover, que viene incluida con el producto), y no contiene ningún tipo de base o cableado para conectar a la corriente. Es, en realidad, como una tablet de 16 pulgadas —pero sin las funciones de esta—. El dispositivo apenas tiene marcos en el frontal, por lo que su tamaño es bastante adecuado para, por ejemplo, llevarlo en una mochila. Su grosor, además, facilita su transporte.

Uno de los inconvenientes a la hora de transportar un monitor, son los posibles daños que los utensilios que llevamos dentro de la mochila (un cable, un bolígrafo, etc.) pueden estropear el panel del monitor. Bien, la cubierta, que funciona como peana, también permite proteger la pantalla cuando el monitor no está activado. Es muy similar a la tapa que se incluyen en las fundas originales de Apple. De hecho, tiene el mismo tacto.

Como he comentado, además de proteger, también sirve para sostener el monitor en una superficie plana. Esta cubierta, en concreto, cuenta con diferentes pliegues para colocarlo en distintas posiciones. Es posible ajustarlo en un ángulo similar al que conseguiríamos con la cubierta de un portátil (de unos aproximadamente 120 grados) para, por ejemplo, colocarlo al lado del ordenador y tener dos pantallas en paralelo. También puede colocarse en un ángulo de 90 grados, como si de un monitor se tratase. O, incluso, ajustarlo para que el monitor funcione de forma vertical.

Ahora bien, ¿qué tal es la calidad de este LG Gram +view? A nivel técnico, el monitor cuenta con un panel IPS de 16 pulgadas, así como una resolución WQXGA (de 2560 x 1600 píxeles). Tiene, además, un formato de 16:10 y cuenta con un tratamiento antirreflejos y un ángulo de visión de 170 grados.

Si bien la calidad no se asemeja a la de un monitor convencional de características similares (aunque con un mayor tamaño de pantalla) lo cierto es que el LG Gram +view hace un buen trabajo en cuanto a brillo y resolución. Debemos tener en cuenta, además, que es posible ajustar los diferentes parámetros (saturación, contraste, etc.) de forma manual. El LG Gram +view cuenta, además, con diferentes modos predeterminados para que el usuario pueda activarlos en caso de que sea necesario.

El software también es importante

Aquí es donde entran en acción las opciones de software. El LG Gram +View tiene algunas funciones adicionales que permiten maximizar la experiencia de uso. ¿Mi favorita? La posibilidad de poder cambiar las ventanas entre escritorios con la mirada. Esta opción es posible gracias a LG Glance de Mirametrix, un programa desarrollado por la propia compañía y compatible con sus portátiles. LG Glance utiliza la cámara del equipo —en mi caso, un portátil LG Gram— y es capaz de detectar cuándo el sujeto está mirando al frente o hacia el lado en el que el monitor está colocado.

Teniendo en cuenta que el software también es capaz de saber dónde está colocado el monitor, pues debemos indicárselo para que el puntero pase entre escritorios, el proceso es realmente sencillo. La cámara solo tiene que detectar el movimiento y hacer que la ventana o programa pase rápidamente al otro monitor. El usuario, lo único que debe hacer, es mantener pulsado con el trackpad o el ratón en el área de la zona superior de la ventana. Esto podría traducirse en movimientos fantasma o fallos continuos, pero en mi experiencia no ha sido así. Todo ha funcionado a la perfección, en cualquier momento. El traspaso entre escritorios, además, es rápido y muy intuitivo, hasta un punto en el que, después de probarlo varias veces, llega a ser un movimiento natural.

Además de la posibilidad de mover las ventanas entre escritorio a través de la mirada, hay otras opciones que el monitor de LG puede hacer gracias al software. Por ejemplo, hay un modo para pausar o reanudar la reproducción cuando cambiamos la mirada, u otra para difuminar la pantalla que no estamos viendo y así no distraernos.

El compañero perfecto de este LG Gram +view es, por tanto, el LG Gram, uno de los portátiles más avanzados de la compañía. Principalmente, porque incluye los diferentes programas y funciones para que el monitor pueda realizar todas estas acciones. El LG Gram, además, destaca por ser un equipo delgado y ligero, por lo que también es perfecto para ser transportado. El peso del conjunto, de hecho, es de unos 2 kilogramos, mismo peso que el MacBook Pro de 16 pulgadas de Apple.

¿Merece la pena el monitor portátil de LG?

LG Gram+ View

El LG Gram View+ se puede adquirir por unos 325 euros. Ahora bien, ¿merece la pena este monitor frente a uno convencional?

Debemos tener en cuenta que el LG Gram +view es un monitor con un concepto completamente diferente al resto de pantallas externas para ordenadores. Su finalidad es la de que pueda ser transportado a prácticamente cualquier parte. Es, en general, un dispositivo perfecto para aquellos usuarios que necesitan una pantalla adicional para trabajar fuera de casa, porque lo hacen con cierta recurrencia. Su calidad es más que suficiente, su diseño no llama la atención, no necesita conectarse a la corriente, y sus funciones extra hacen que la experiencia de uso sea mucho más completa.

Por tanto, si estás buscando un monitor para viajes, o para trabajar fuera de casa, el LG Gram +view es una opción ideal. Si, por el contrario, tu idea es colocar un monitor en un sitio fijo (por ejemplo, en tu zona de trabajo, en casa), lo mejor será decantarse por un monitor convencional, pues, si bien no ofrece las mismas funciones, como la posibilidad de mover las ventanas entre escritorios con la mirada, sí es posible encontrar opciones que ofrezcan una mejor calidad de imagen —y más tamaño—, incluso, por un precio más reducido.

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