El estreno de She-Hulk: Abogada Hulka pone nuevamente sobre la mesa un antiguo concepto artístico: romper la cuarta pared. Ocurrió a los pocos minutos del primer episodio. La actriz Tatiana Maslany, quien interpreta a Jennifer Walters, mira a la cámara y comienza a hablarle. Pero no le habla a la cámara sino a un espectador ideal. El gesto permite establecer un nexo directo con la audiencia para involucrarla en la trama.
Mucho antes de esta transgresión, el concepto de la cuarta pared surgió en el teatro. Luego fue influyendo a otras disciplinas artísticas hasta llegar a este presente en el que lo común es romperlo. Cada obra lo hace a su manera. En ocasiones, de forma explícita, como en el caso de She-Hulk: Abogada Hulka (disponible en Disney+). En otros momentos, ocurre a través de formas menos evidentes.
Las posibilidades son casi infinitas, tanto por las formas de ejecución como por el efecto generado en quien lo ve. Conviene recordar que la cuarta pared se sostiene incluso en los relatos gráficos y textuales. Por tanto, también es posible romperla en esos espacios narrativos. La historia de este recurso comenzó hace muchos años.
'She-Hulk: abogada Hulka' ya está disponible en Disney+
La cuarta pared: origen (y ruptura)
En Discurso sobre la poesía dramática (1758), el filósofo Denis Diderot explicó:
“Imaginen, justo al borde del teatro, un gran muro que los separa del escenario: interprétenlo como si el telón no se levantara”.
Así planteó la existencia de una barrera entre los actores y la audiencia. Una de las interpretaciones posibles de esta idea es fomentar que los actores omitan la existencia del público para recrear con mayor naturalidad la trama que quieren representar.
Cien años después del Discurso sobre la poesía dramática, nació André Antoine, uno de los directores de teatro más importantes de la historia y quien luego trabajó con base en la idea anterior. En el texto "La teatralidad en el teatro contemporáneo francés", Cécile Vilvandre De Sousa explicó lo siguiente:
Antoine enuncia la teoría de la cuarta pared, es decir, del plano ocupado por el telón antes de la representación: al abrirse, el telón debe descubrir el decorado de un lugar y las actuaciones de sus habitantes como si acabaran de suprimir una de las paredes de una habitación
Instaurado el concepto de la cuarta pared, al romperla se hace evidente una relación con el público. Incluso, ir un poco más allá y volverlo partícipe de la obra. De esa manera, aquella obra delimitada por el espacio de la tarima, "las paredes de una habitación", como explicó De Sousa, se extendía más allá de la superficie. En el caso de la televisión, el cine, los cómics y los videojuegos, ocurre algo similar: el relato trasciende sus propias fronteras.
Algunos antecedentes
a She-Hulk: Abogada Hulka
Son miles y escapan a los intérpretes. En las artes plásticas, una de las referencias constantes es Las meninas de Diego Velázquez. Varios de los personajes miran a quien observa el cuadro. Asalto y robo de un tren, de 1903, es considera como la primera película que usó el recurso. Ante las pantallas, uno de los pioneros fue Oliver Hardy, quien, junto con Stan Laurel, hacía El gordo y el flaco.
Ellos propiciaban situaciones en las que Hardy miraba a la cámara mientras hacía algún gesto de reproche debido a la conducta de su compañero. Un ejemplo común del siglo XXI es el de Malcolm. Frankie Muniz, el protagonista, confesaba al espectador pensamientos y acciones antes de decirlos o hacerlas.
Kevin Spacey, interpretando a Francis Underwood en House of Cards, impuso el recurso de romper la cuarta pared como un atributo clave. Marcada por la tensión y el poder político en la serie, Underwood ofreció una mirada cruel, irónica e intimista a través de este recurso. En otras producciones, al intérprete le basta hacer un gesto, mover la mano, o alguna otra parte de su cuerpo mientras observa a la cámara para romper la cuarta pared.
En los cómics de Marvel
Deadpool no fue el primero en romper la cuarta pared dentro de los cómics de Marvel. Este personaje fue antecedido por, sí, She-Hulk, quien debutó en Savage She-Hulk, publicado en febrero de 1980. Deadpool, por su parte, lo hizo en The New Mutants #98, en febrero de 1991. Uno y otro están en constante diálogo con el lector e, incluso, con el autor del cómic. La acción, en este caso, también conlleva una transgresión gráfica. Así, el personaje supera el margen de la historieta para acercarse a los bordes de la página. En las artes plásticas hay un ejemplo de esto: Huyendo de la crítica. En el cuadro de Pere Borrell un niño parece salirse del marco de la pieza.
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¿Para qué se rompe la cuarta pared?
Romper la cuarta pared dentro de un relato se hace debido a:
- Fines cómicos, a través de comentarios sarcásticos, por ejemplo. La comedia es el género al que principalmente se asocia este recurso. De momento, es la función más evidente dentro de She-Hulk: Abogada Hulka.
- Propiciar un clima de intimidad o complicidad entre el relato o la obra y el espectador. Un ejemplo de esto puede ser Amelie, estrenada en el 2001, o Alta fidelidad, presentada un año antes.
- Explicar aspectos complejos o cuestiones relacionadas con la trama. Ocurre en algunas películas de Woody Allen, en las que el narrador se dirige de forma clara al espectador.
- Intimidar o generar sensaciones de temor. En el canal de Max Blaine, se recuerda una anécdota según la cual el disparo de Asalto y robo de un tren causó miedo y alteración entre los espectadores del film.
- Un quito uso, pensado para las novelas gráficas (e incluso los periódicos), tiene que ver con una apuesta en el diseño gráfico. Teniendo como referencia el tamaño de la hoja y el marco delimitado, este se salta para dar dinamismo a la pieza y establecer otros posibles juegos que forman parte de la narración.