La serie La Casa del Dragón está a punto de estrenarse en HBO Max para mostrar toda una nueva faceta del universo imaginado por George R.R. Martin. En particular, todo lo relacionado con la extraña y violenta historia de la casa Targaryen. Los célebres gobernantes, con el dominio del fuego del dragón, estarán ahora en el centro de la historia. El spin-off de Juego de Tronos despierta una considerable expectación por más de un motivo. Se trata de un paso de importante envergadura debido a los cuestionables resultados de la serie de la que procede.
Ese final tan decepcionante de Juego de Tronos es un reto que La Casa del Dragón debe superar. Señalada como apresurada, incompleta, incoherente y fallida, la temporada ocho de la serie de HBO Max desconcertó a la audiencia. Por lo que la gran preocupación de la mayoría de los seguidores de la obra de Martin se enfocan en varios puntos. ¿Podrá La Casa del Dragón superar el éxito de uno de los programas de mayor impacto de la última década? Por otro lado, ¿tendrá la calidad suficiente para sostener el mundo creado por HBO Max y que se convirtió en un proyecto memorable?
A pesar de las críticas acerca del cierre de Juego de Tronos, la adaptación de las novelas de Martin se convirtieron en un fenómeno único. Tanto como para marcar un antes y un después en las producciones de fantasía épica más recientes. La serie, producida por David Benioff y D. B. Weiss, reformuló la idea sobre lo extraordinario en la ficción televisiva. También llevó el género a un público adulto e incorporó un discurso maduro que asombró y cautivó a la audiencia.
Juego de Tronos, un fenómeno innegable
Los pobres resultados del final de la serie tienen aún una sombra alargada. Las imitaciones, reinvenciones y la connotación sobre el peso argumental de Juego de Tronos son evidentes. Por lo que es inevitable cuestionarse acerca del venidero spin-off, La Casa del Dragón. ¿Podrá la obra de Ryan Condal y el director Miguel Sapochnik adaptar de manera exitosa el complejo universo de G.R.R. Martin? Podría parecer una pregunta obvia de no ser porque la producción perdió tono y ritmo hasta hacerse casi irreconocible.
Pero en realidad, La casa del Dragón tiene una ventaja sobre la serie que la precedió. Al contrario de Juego de Tronos, la nueva serie de HBO Max proviene de una historia completa en su versión literaria. De hecho, la narración que se adaptará en televisión procede en buena medida del libro Fuego y sangre, publicado el 20 de noviembre de 2018. Se trata de una fortaleza que le permite a la nueva producción basarse en un argumento sólido con un desarrollo poderoso. Y, a la vez, que tenga la posibilidad de concluir bajo los parámetros de lo imaginado por el escritor.
Una larga historia de desencuentros
El 12 de abril de 2015, HBO estrenó la quinta temporada de Juego de Tronos. Se suponía que los nuevos capítulos adaptaría los libros cuatro y cinco de la saga de G.R.R. Martin, Festín de Cuervos y Danza de dragones. Pero los productores insistieron en que harían una reinterpretación propia que el escritor apoyó públicamente.
A partir de entonces, la versión televisiva se separó del libro. Tanto como para desligarse de cualquier parecido con la historia original una vez que la versión en pantalla superó a la literaria. Se trató de un fenómeno curioso que tuvo todo tipo de consecuencias.
En sus primeras temporadas, la serie fue alabada por sus poderosos diálogos, arcos argumentales impecables y uso apropiado del ritmo temporal. Pero las siguientes temporadas, que dependían únicamente de la habilidad de la saga de guionistas para su narración, comenzaron a mostrar inconsistencias.
Se desploma el mundo de Westeros
Para la última temporada de Juego de Tronos, la incapacidad de la serie para sostenerse sobre su propia mitología desconcertó y desanimó a la audiencia. La serie se convirtió en una especie de apresurado recorrido por un territorio mayor que no pudo abarcar. Buena parte de los seguidores responsabilizaron al fallido tramo final de la historia a la incapacidad de los guionistas de imitar la obra original.
¿Podría repetirse un fenómeno semejante con La Casa del Dragón? En realidad, la serie de HBO Max cuenta con el aval de un Martin que parece haber aprendido una dura lección. Una, además, que le ha hecho involucrarse de manera directa con la producción a un nivel de implicación mayor. Un reto mayor que se apoya en una obra literaria de considerable calibre.
El poder del dragón y la sangre en La Casa del Dragón
La historia del libro Fuego y sangre fue considerada, desde su publicación, un añadido robusto al universo ambientado en Westeros. G.R.R. Martin, con una consistente percepción de las dimensiones de sus narraciones, crea en la novela un ángulo por completo nuevo sobre su universo. En particular, acerca de las relaciones de poder, el odio, la esperanza y la noción del destino. La Casa del Dragón se aleja de la saga Juego de Tronos en su capacidad de describir a detalle una lucha por el poder que abarca una línea completa de eventos. Con las intrigas de los Targaryen de fondo, el libro es mucho más compacto que la saga de la que procede.
La novela recupera el brillo de las primeras historias de Westeros. Además, agrega un poderoso elemento sobre la noción de la existencia del continente —y sus personajes— como algo más que accidentes históricos. La historia, que transcurre 300 años antes de los acontecimientos contados en Canción de hielo y fuego, es mucho más escrupulosa. Como eje principal, cuenta la enrevesada historia familiar y política de los reyes Targaryen. Pero además, reflexiona sobre las consecuencias que las vicisitudes de la antigua dinastía tiene sobre el futuro del mundo donde ocurre.
Divida en dos libros, la narración de la vida de los Targaryen muestra la madurez de G.R.R. Martin como narrador. Sin embargo, también que, en esta ocasión, su narrativa tiene un cierto sentido direccional obvio. La salvedad podría beneficiar a la serie, al permitirle avanzar en un terreno más o menos lineal que describa una visión más completa. Desde la historia de Aegon el Conquistador hasta Ageon III, Rey de los Siete Reinos entre 131 y 157 AC según la cronología de G.R.R Martin. Se trata de una historia ambiciosa que el escritor analiza con cuidado.
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La magia pura y más violenta de Westeros
La Casa del Dragón integra a los dragones como el centro vital de la narración. Desde su vuelo sobre castillos y tierras conquistadas, hasta la batalla a lomos de las enormes mascotas de dos hermanos de la familia. La presencia de la mitología de Westeros es más imponente que nunca. Hay un verdadero interés del escritor por renovar y reverdecer la idea más profunda sobre la enigmática magia y también su especial influencia en todo lo que atañe al poder.
El libro se beneficia de su naturaleza como supuesta crónica histórica. La narración de los Reyes Targaryen es metódica, exacta y puntillosa. Además, la percepción sobre el dramatismo y la tensión real que envuelve a los hechos se logra por pequeños, pero poderosos, golpes de efecto.
Todos elementos que podrían sostener con habilidad un argumento similar en pantalla. Como añadido, la dinastía Targaryen es una manera inteligente e ingeniosa de entender la sociología e incluso la antropología de los Siete Reino desde sus orígenes. Con cuidadoso detalle, Martin reflexiona sobre las tensiones históricas y culturales del Universo y lleva a un nuevo nivel su profundidad.
De modo que La Casa del dragón es probable que se convierta en la mejor obra del universo de G.R.R Martin. También, en una serie con amplias posibilidades de superar a su predecesora. Toda una proeza que, quizás, se convierta en el gran evento televisivo del año.