Ethereum ha dado el último paso antes de adoptar definitivamente el protocolo Proof-of-Stake (PoS, prueba de participación) en su blockchain, en un evento conocido en el ecosistema cripto como The Merge. En las últimas horas, los desarrolladores detrás de la segunda criptomoneda más importante del mundo en capitalización de mercado completaron con éxito la transición de la red de pruebas Goerli al nuevo sistema. Era la última testnet que restaba fusionar antes de avanzar con el proceso para la Mainnet o red principal.
Los avances logrados alimentan la ilusión de que, de no mediar mayores inconvenientes o contratiempos, el paso de Ethereum de Proof-of-Work (PoW, prueba de trabajo) a Proof-of-Stake se pueda concretar el próximo mes. De hecho, se estima que el radical cambio podría ocurrir entre los días 15 y 19 de septiembre. Sin embargo, para definir cuándo se realizará The Merge se debe definir cuál será la marca de dificultad específica que se deberá alcanzar para implementar la fusión.
Esto se conoce como Terminal Total Difficulty (TTD) y, específicamente, representa que la bifurcación se llevará a cabo cuando la dificultad total supere este valor. Por lo que ha indicado Tim Beiko, uno de los desarrolladores de Ethereum, la citada TTD sería en el bloque 58750000000000000000000 de la red. En términos más sencillos, ese bloque sería el último minado con el protocolo PoW, y a partir del siguiente todos se generarían mediante PoS.
Ethereum da el último paso antes de 'The Merge'
El proyecto para migrar a Ethereum de PoW a PoS data, al menos, de 2020. Por entonces, sus desarrolladores crearon una suerte de "red paralela" a la blockchain conocida como la Beacon Chain. La misma fue pensada como la nueva capa de consenso para reemplazar a la minería.
Paulatinamente, la Beacon Chain comenzó a integrarse a las distintas testnets o redes de prueba de Ethereum, culminando el proceso con Goerli. Cuando The Merge finalmente se produzca, se cambiará el algoritmo de la Mainnet o red principal, que se conoce también como capa de ejecución.
Cuando ello suceda, la cadena de bloques de Ethereum finalmente funcionará bajo el mecanismo de prueba de participación y no con el de prueba de trabajo que utiliza en la actualidad. Y sin perder nada de lo que se haya registrado en ella previo a la gran fusión. Esto significa que el "estado general" de Ethereum, con sus transacciones, aplicaciones, contratos inteligentes y demás, no sufrirá modificaciones.
Una vez que la blockchain haya completado la migración al sistema Proof-of-Stake, el cambio más importante al ojo público será la eliminación de la minería como método de producción de nuevos bloques válidos.
Los mineros serán reemplazados por validadores, quienes tendrán que depositar 32 ETH cada uno para acceder al software de validación de bloques y transacciones. Como ya hemos aclarado en el pasado, esto último no será obligatorio para todos quienes deseen seguir ejecutando un nodo de Ethereum. Los nodos "no generadores de bloques" seguirán existiendo como en la actualidad para aportar descentralización a la red.
Menos consumo de energía, más GPU disponibles
Eliminar la minería tendrá implicaciones todavía más amplias sobre el funcionamiento de Ethereum, como una drástica reducción del uso de la energía. Se estima que, una vez que se complete la migración a PoS, solo consumirá un 0,05% de lo que requiere en la actualidad bajo PoW.
El otro efecto será sobre la disponibilidad de tarjetas gráficas. La demanda de GPU ha caído considerablemente en los últimos meses y ya no es imposible conseguir una, y especialistas consideran que esto se acentuará con The Merge. Con la adopción del mecanismo Proof-of-Stake, se espera que muchos mineros de Ethereum desarmen sus rigs de minería y vendan las placas de segunda mano, si es que no se inclinan a probar suerte minando otras criptomonedas como Ethereum Classic o Zilliqa.