El carnet de conducir, el cinturón de seguridad o el ABS son en la actualidad algo tan normal en la conducción de automóviles que olvidamos que en su momento no existían como tal. Es más, resulta sorprendente que la Dirección General de Tráfico no obligara a usar el cinturón de seguridad en España hasta 1974 en carretera. Y en zona urbana hasta 1992. Ese mismo año también se obligaba a usar el cinturón de seguridad trasero. Pero la tecnología evoluciona y hace más segura la conducción. Obligando a su vez a actualizar la normativa vigente para evitar accidentes. Y el enésimo cambio tiene que ver con el límite de velocidad. Para vigilarlo, los automóviles de mañana llevarán incorporado lo que se conoce como sistema ISA.
En realidad, no es algo exclusivo de la Dirección General de Tráfico, organismo público creado en el verano de 1959. El sistema ISA nos llega desde Europa, o mejor dicho, desde la Comisión Europea. ISA es el acrónimo de Intelligent Speed Adaptation, que podemos traducir como Adaptación inteligente de la velocidad. En España, la propia DGT lo ha venido a llamar asistente inteligente de velocidad. O también asistente inteligente de velocidad ISA. Paradójicamente, en inglés este concepto coincide con el acrónimo ISA, por lo que se emplea en ambos casos.
Pero vayamos al grano. ¿Qué es el sistema ISA? ¿Cómo te afectará como conductor y/o propietario de un vehículo? ¿Cuánto tiempo tengo de margen para ponerme al día con este asunto de conducción que afectará a España y a Europa en su conjunto?
El sistema ISA y el límite de velocidad
Decíamos que ISA es el acrónimo de Intelligent Speed Adaptation, en castellano Adaptación inteligente de la velocidad. Según explica la propia Comisión Europa en su página oficial, el sistema ISA va integrado en el vehículo y ayuda a los conductores a respetar el límite de velocidad. Curiosamente, el propio acrónimo también se aplica al asistente inteligente de velocidad o Intelligent Speed Assistant.
En resumen, ISA es un limitador de velocidad. Un sistema de seguridad disponible en algunos modelos de automóviles pero que, como tantas otras tecnologías, todavía no está presente en todo el parque de vehículos. Técnicamente, hay distintas maneras de hacer posible el sistema ISA. Para no alargarnos, con esta ayuda integrada en el vehículo recibimos un aviso visible o audible cuando excedemos el límite de velocidad. Eso si el sistema es abierto. También podemos encontrarnos con un modo cerrado de ISA que limita la velocidad automáticamente. En el medio hay un sistema ISA que incrementa la presión en el pedal de aceleración cuando excedemos el límite de velocidad.
Sea cual sea el sistema ISA que incorpora el vehículo, en la actualidad se trata de un complemento reservado para gamas medias o altas de automóviles. En la mayoría de los casos, el propio conductor introduce el límite de velocidad manualmente. En los modelos más actuales, la información es externa o viene dada mediante cámaras integradas en el vehículo. Sea como fuere, no está presente en todos los modelos. Y es aquí donde entra la Unión Europea y, como tal, la Dirección General de Tráfico en España.
De complemento a obligatoriedad
Según indicó la Dirección General de Tráfico en su cuenta oficial de Twitter, a partir de 2022, “los vehículos nuevos homologados en Europa” estarán obligados a “llevar asistente inteligente de velocidad ISA”. Y a partir de 2024, los nuevos vehículos vendidos dentro de las fronteras europeas. El propio comentario especifica que el sistema ISA elegido “advierte al conductor cuando éste supera los límites legales”. Es decir, que la Comisión Europea se ha decantado por un sistema ISA de tipo abierto. Avisa al conductor sobre el límite de velocidad pero es el propio conductor el que deberá reducir la velocidad.
Precisamente, el límite de velocidad es una de las medidas más fáciles de implementar y que mejores resultados da en cuanto a la reducción de accidentes en carretera o en zonas urbanas. A menos velocidad, mayor capacidad de reacción ante un posible choque, atropello u otro percance inesperado con el que puede encontrarse un conductor en su día a día.
De ahí que el Parlamento Europeo aprobase en 2019 una nueva regulación que introduce el sistema ISA. También especifica unos mínimos que deben cumplir los automóviles que quieran circular por territorio europeo. Entre los requisitos, el sistema debe avisar al conductor de su exceso de velocidad. También debe permitir su desconexión y, a su vez, activarse al encender el vehículo. Otro requisito es que la información sobre el límite de velocidad se obtendrá con las señales de tráfico o datos cartográficos electrónicos. O ambos. Y, finalmente, no deberá impedir al conductor superar la velocidad permitida.
En resumen, el sistema ISA aportará información al conductor sobre el límite de velocidad pero será éste quien tome la última decisión. Incluso si el sistema implementado limita la velocidad por su cuenta, el conductor tendrá la última palabra. Y podrá desactivar ese bloqueo. A partir de ahí, la legislación y normativa pertinentes derivarán en sanciones o advertencias por parte de las autoridades.
Más herramientas para evitar accidentes
El fin último de implementar el sistema ISA y así fortalecer que se respete el límite de velocidad, es evitar los accidentes en carretera, especialmente los que acaban con algún fallecido. Como decíamos, a menor velocidad, es más probable evitar el accidente. Pero si se da el caso, a menos velocidad es más probable que las víctimas sobrevivan.
Según el Parlamento Europeo, con esta medida se podrían evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en las carreteras europeas en los próximos 18 años. Y para lograrlo, hay más elementos que harán de la conducción una tarea menos peligrosa. O al menos, concienciar al conductor.
Y es que según datos de la propia Dirección General de Tráfico, a mayo de 2021, la velocidad media a la que circulaban conductores denunciados por exceso superaba los 29 kilómetros por hora al límite legal. De ahí que en España, desde mayo el límite de velocidad en vías urbanas es de entre 20 y 50 kilómetros por hora. Según la DGT, esto “permitirá reducir en un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello”.
Junto al sistema ISA, a partir de 2022 se introducirán tecnologías enfocadas a hacer más segura la conducción. De éstas destacan una cámara trasera que detecte el tráfico cruzado, un detector de fatiga, somnolencia o pérdida de atención del conductor, frenada de emergencia y alerta de cambio involuntario de carril. También se irán incorporando el bloqueo del vehículo si el conductor da positivo al consumo de alcohol y una caja negra que facilite la investigación posterior a un accidente automovilístico. Y, finalmente, alerta de cinturón en plazas traseras. En realidad, la mayoría de estas medidas ya se incluyen en ciertos modelos de automóviles. Pero el objetivo último de la Unión Europea es que se incluyan obligatoriamente en todo vehículo que circule por Europa.
Esta es una versión actualizada de un artículo publicado previamente en Hipertextual.