¿Podría ser Thor: Love and Thunder la película que divida definitivamente a los fans de Marvel? Con una Fase 4 irregular, algunos experimentos narrativos y apreciables cambios de tono, el Universo Cinematográfico de Marvel intenta madurar. Hacerlo, además, bajo la mirada atenta de millones de fans que juzgan a detalle todas las decisiones creativas de los realizadores y productores. De hecho, uno de los puntos más singulares de la fase más reciente es su forma de dividir al público. 

Hasta ahora, ninguna producción ha sido un éxito total. Incluso, la muy exitosa Spider-Man: No Way Home de Jon Watts cosechó críticas feroces por su blando guion. En el punto más bajo de la tendencia está Eternos de Chloe Zhao. El film, con aires autorales y un planteamiento por completo distinto a la fórmula Marvel, desconcertó al público y a la crítica. Considerada en exceso larga, contemplativa y en algunos aburrida, la apuesta decepcionó. Por otro lado, se le llamó “el primer intento” de un lenguaje autoral en el estudio. Pero también, una pérdida de ritmo y argumento que preocupó por demostrar que los experimentos de Marvel podrían resultar fallidos. 

Lo mismo podría decirse de sus series en Disney+. Después del éxito de WandaVision, Falcon y el Soldado de Invierno despertó un moderado interés. Después, la considerable popularidad de Loki abrió la puerta a programas de tono más adulto e incluso algunos emparentados directamente con géneros específicos. Pero de nuevo, las producciones tuvieron que enfrentarse a una crítica dura que apuntaba la aparente falta de dirección y objetivo de la fase cuatro de Marvel. La animada ¿Qué pasaría si…?, Hawkeye, Caballero Luna (Moon Knight) y la reciente Ms. Marvel no parecen ser suficientes para las exigencias del público. 

Un trayecto complicado en el Universo cinematográfico de Marvel

Un punto preocupante, en la medida que las nuevas películas y personajes establecen un terreno sólido para las producciones futuras más allá de Thor: Love and Thunder. Pero, por ahora, la Fase 4 de Marvel se enfrenta al peso de su historia y a las singularidades de la franquicia. Desde el hecho inevitable de la exigencia de mucho más material fresco y sorpresas, hasta la necesidad de replanteamientos de origen. Marvel parece batallar con un éxito extraordinario que no ha podido emular del todo y que le está llevando esfuerzos sostener. 

Algo a lo que tuvo que enfrentar la recién estrenada Doctor Strange en el Multiverso de la Locura de Sam Raimi. La película se convirtió en fuentes de rumores y discusiones, en especial por los nuevos personajes que podría incluir o no. Una filtración a semanas antes del estreno, y después los rumores de la prensa especializada, dejaron en claro que el argumento traía escasas novedades. Como si eso no fuera suficiente, la película, a mitad de camino entre una aventura de acción y film de terror, desconcertó a los fanáticos. Incluso, hubo discusiones sobre la figura de la Wanda Maximoff de Elizabeth Olsen y acusaciones que el guion “desvirtuó” su impecable arco de redención. 

Hasbro Marvel Legends Series Thor

Esta figura de Mighty Thor a escala de 15 centímetros cuenta con detalles y diseño inspirados en su aparición en Thor: Love and Thunder de Marvel Studios

Con un escenario semejante, Thor: Love and Thunder se estrena con algunas preguntas a cuestas. Semanas atrás, Waititi anunció que no habría ninguna mención al multiverso en el film, lo que le aparta por completo del argumento general de la franquicia. También, desmintió una popular teoría sobre la posible aparición del Loki de Tom Hiddleston en el film. De modo que la cuarta entrega de la subfranquicia comienza su recorrido a la pantalla grande entre preguntas. ¿Qué pueden esperar los fanáticos de una reinvención del ya sorprendente lenguaje fílmico de Taika Waititi? ¿Qué tanto puede afectar al ya clima de preguntas sin respuestas en la fase cuatro de Marvel? 

El escenario más complicado para una película inclasificable

Hace un año, Taika Waititi lo dejó claro. Thor: Love and Thunder, la cuarta película de la franquicia del dios asgardiano, era el film más loco que había hecho. También el más extravagante y el que probablemente levantaría mayores comentarios — para bien o para mal — entre la crítica y el público. Un listón alto después de convertir a Thor: Ragnarok en un punto de ruptura entre los fanáticos de Marvel. Buena parte de la audiencia se sorprendió por el sentido del humor, colorido y estética extravagante del film. Y un considerable porcentaje también se quejó de la forma en que Waititi exploró en uno de los personajes más queridos de Marvel. 

Al realizador neozelandés se le acusó de excesivo, trivializar al personaje e incluso infravalorar la mitología nórdica. Ahora, la opinión general se ha vuelto más incómoda, tajante y severa. No parece haber un punto medio para comprender el tono y la forma de Thor: Love and Thunder. Y eso quizás la convierta, en la película más controversial de Marvel hasta ahora. En específico, luego de culminar el arco del personaje Jane Foster de manera inesperada y llevar a Thor hacia nuevos lugares. ¿Era necesario una nueva deconstrucción del dios asgardiano en pantalla? 

El realizador ha insistido de que se trata de un franco intento de profundizar en el aspecto más autoral de una franquicia de entretenimiento como Marvel. Con frecuencia acusada de utilizar fórmulas repetitivas y desgastadas, de sofocar la creatividad de sus autores y concentrarse en el mero espectáculo, la declaración sorprende. Mucho más, cuando pone a prueba el sentido estético, de ritmo y discurso de una saga multimillonaria y sometida a la presión de la popularidad. Pero Waititi fue claro al respecto: el film era una exploración detallada a su mirada sobre el universo de los superhéroes. 

Para acentuar lo inesperado de la propuesta en pantalla, este fin de semana, el director dejó un claro mensaje en su cuenta oficial de Instagram. “Si no ves Thor: Love and Thunder, significa que odias la diversión y el cine independiente”, escribió junto a un video promocional del film. El comentario levantó malestar y una discusión acalorada sobre qué podría considerarse autoral en Marvel. O en cualquier caso, por qué una fórmula ultra colorida y argumentalmente blanda, puede considerarse como tal. 

Sin medias tintas: amas u odias a Thor: Love and Thunder

Thor: Love and Thunder

Thor: Love and Thunder es la más personal y la menos cercana a la fórmula Marvel de todas las estrenadas ahora por la franquicia. Es la única en que el héroe principal debe compartir su poder. La que plantea la muerte de uno de sus personajes de forma definitiva. La que muestra un villano y justifica sus acciones, punto a punto y casi por completo. Y aunque ya Marvel había brindado un sólido piso argumental al Thanos de James Brolin, el Gorr de Christian Bale casi cae en la categoría de antihéroe. 

También es un recorrido casi introspectivo a través de Thor como personaje. Una travesía entre luces y sombras que comenzó con Thor: Ragnarok y que en Thor: Love and Thunder encuentra su punto más alto. El héroe asgardiano es más vulnerable que nunca. Más frágil, humano y lleno de matices. Una percepción que ya irritó a los fanáticos en Ragnarok y que en Love and Thunder podría ser un elemento discordante y desagradable. 

Pero en medio de un terreno inestable como lo es un Fase 4 llena de críticas, la película de Waititi podría ser más un elemento divisor que otra cosa. En específico, a medida que las piezas de la saga parecen apuntar a la guerra multiversal y a los elementos más conocidos de Secrets Wars. Marvel, ahora mismo, se encuentra en un momento frágil de su exitosa historia y necesita un triunfo taquillero considerable para sostener su marca. Y Thor: Love and Thunder de Taika Waititi podría ser justo lo contrario. Aún peor, la grieta más profunda en un panorama cada vez más incierto a futuro. 

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