Semana intensa, y muy complicada, para el sector de las plataformas tecnológicas del transporte. A la prohibición casi total del negocio de Uber, Cabify y Bolt en Barcelona, se le une ahora la publicación de una investigación liderada por The Guardian. Los papeles de Uber (Uber Files), en la que han salido a la luz 124.000 documentos internos de la compañía. Una filtración que pone en jaque la política de presión y ética del unicornio de Silicon Valley.

A través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y, El País La Sexta en España, se ha podido conocer algunas de las estrategias que Uber uso, al menos durante sus primeros años en España. La filtración de los datos comprende, de hecho, los años entre 2013 y 2017. Coincidiendo con los últimos años de Travis Kalanick como líder de la compañía y con la fase de expansión más agresiva de la tecnológica.

Según se puede leer en los Papeles de Uber, la compañía era consciente de la ilegalidad de muchas de sus prácticas en ese momento. Tampoco es una sorpresa, una de las políticas de la compañía era la de entrar y preguntar después. Con esto, ya habían conseguido hacerse un hueco en el mercado. Sin embargo, la filtración, que incluye correos y mensajes de Kalanick a directivos y empleados, deja clara esta posición: "A veces hay problemas porque somos jodidamente ilegales", se puede leer en uno de esos mensajes.

Toda esta estrategia fue el germen de un esquema al que llamaron: "Pirámide de mierda". O lo que es lo mismo: todos los problemas a los que la compañía tenía que enfrentarse cuando entraban por la puerta grande de cada país. Denuncias del taxi, investigaciones de los reguladores, procesos administrativos y litigaciones.

Como respuesta a la publicación de los Papeles de Uber, la compañía ha emitido un comunicado. “No tenemos ni daremos excusas por el comportamiento pasado que claramente no está en línea con nuestros valores actuales”, apuntan.

A por los políticos: los Papeles de Uber muestran su estrategia

Cuando entrar por las buenas no es una opción, la única que queda es crear una agenda de líderes y políticos que ayuden a crear una política a favor de compañías como Uber. Esta es otra de las estrategias que los Papeles de Uber ha mostrado al mundo.

Según se puede ver en la filtración de los papales de Uber, la compañía controlaba hojas de cálculo con personas de interés. Casi 1.800 que pudiesen ser hostiles, en caso contrario, ayudar a los intereses de la compañía. En España, uno de los países que más enfrentó la llegada de Uber –siendo Barcelona su ciudad más hostil– este documento cobraba especial importancia con 131 nombres. Uno de ellos era Mariano Rajoy, por entonces Presidente de Gobierno. Según los correos filtrados, había una estrategia en la que Jim Messina –asesor de Barak Obama– tenía que interferir a favor de Uber en una reunión con el Presidente para ganarse su favor. Según ha podido saberse, esta reunión no llegó a realizarse.

Con todo, no es el único en la lista de los Papeles de Uber. Fátima Báñez, Cristóbal Montoro, líderes de asociaciones de economía y transporte o directivos de empresas. También Artur Mas en Cataluña.

Fuera de España, la lista es interminable. Biden –candidato a la presidencia en aquel momento– en Davos, Enda Kenny, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y George Osborne, el canciller del Reino Unido en ese momento y al que se le definió como "firme defensor". También Emmanuel Macron, también posicionado como benefactor de la compañía. Con todo, los resultados fueron diferentes. Reino Unido es, de hecho, otro de los países que más ha regulado la actividad de Uber a lo largo de su historia.

La violencia, un punto a favor de Uber

Con todo, no siempre fue fácil para la compañía entrar en algunas regiones. Independientemente de sus relaciones con los líderes y el poder. Sobre esto también hablan los Papeles de Uber. Concretamente, sobre la política de la empresa de alimentar cualquier acto de violencia o rechazo para crear su propia narrativa. Una en la que la tecnología es la salvación a todo y víctima de un sector (el del taxi) que no quería el progreso. Para ello, y según los Papeles de Uber, la política era seguir de cerca los pasos del sector del taxi en las diferentes concentraciones y manifestaciones para alimentar los puntos calientes y así generar el caos.

“Sepa que esto es una parte normal del negocio de Uber”, apunta el propio Kalanick en uno de los papeles filtrados. “Abraza el caos. Significa que estás haciendo algo significativo”. En el caso de las protestas de Francia –que terminaron en disturbios e incendios–, los Papeles de Uber demuestran que los ejecutivos franceses alentando a los conductores de Uber a realizar una contraprotesta de desobediencia civil masiva. “Creo que vale la pena”, decía el fundador en otro documento. “La violencia garantiza el éxito. Y estos tipos deben ser resistidos, ¿no? Acordé que se debe pensar en el lugar y el momento correctos”.

Sin duda, los taxistas eran, y siguen siendo, el mayor dolor de cabeza de Uber en algunas regiones. Pero, a veces, también la política y las investigaciones. Para ello, y de nuevo un dato conocido en los Papeles de Uber, la compañía tenía el llamado "botón del pánico". No era otra cosa que un mecanismo para cortar el acceso a las bases de datos de la empresa cuando esta era investigada.

Al menos 12 veces se ha usado este botón del pánico, según los Papeles de Uber. Al menos en Francia, Holanda, Bélgica, India, Hungría y Rumanía.

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