La compra de Twitter por Elon Musk todavía sigue dando de que hablar. En un nuevo capítulo, parece que el cierre del acuerdo está en peligro. Otra vez. Si hace algunas semanas la junta de Twitter aceptaba las condiciones de Elon, y el CEO de Tesla ya habría juntado todo el dinero necesario, parece que todo vuelve a la casilla de salida. Y de nuevo es la polémica sobre los bots y las cuenta spam, las culpables.
Según fuentes cercanas a The Washington Post, el equipo de Musk concluyó en sus investigaciones que las cifras de Twitter sobre cuentas de spam no son verificables, y, por tanto, las dudas del CEO de Tesla siguen sobre la mesa, lo que pone en peligro que se cierre el acuerdo. Al menos con las condiciones iniciales.
Las dudas del equipo de Musk sobre las cifras de spam indican que creen que no tienen suficiente información para evaluar las perspectivas de Twitter como negocio, y, por tanto, no puede dar una valoración exacta del proyecto a futuro, puesto que es imposible saber con exactitud qué cuentas serian falsas.
El equipo de Elon Musk no puede verificar cuantas cuentas SPAM hay en Twitter
Según el citado medio, ahora que el equipo de Musk ha dejado constancia de que no puede verificar las cifras de Twitter sobre los bots de la plataforma, se espera que el CEO de Tesla y SpaceX tome medidas drásticas respecto al acuerdo, aunque el Washington Post no aclara cuáles serían dichas medidas.
Además, el tema de las cuentas SPAM de Twitter y la imposibilidad de su verificación llega después de que la red social haya experimentado una caída en el precio de sus acciones. Al menos desde que Elon Musk pusiese sobre la mesa la posibilidad de compra, lo que podría hacer que el CEO de Tesla considere que está pagando de más por la compañía. Eso unido al tema de las cuentas SPAM puede suponer una renegociación de las condiciones.
No obstante, no es tan fácil. Los términos del acuerdo entre Elon Musk y Twitter hacen muy complicado que pueda rechazarse la compra por parte del CEO de Tesla. Y el tema de los bots no parece suficientemente importante para echarse atrás, al menos desde el punto de vista legal.
Sea como sea, el tema de la compra de Twitter por Elon parece no tener fin, y este, el nuevo capítulo se parece mucho a los anteriores. Parece que pase lo que pase, el acuerdo siempre está en peligro. Y a la vez, nunca lo está.