Participar en una maratón o en cualquier otra competición similar supone un esfuerzo considerable. Para los músculos y, en algunos casos, para los intestinos. Al menos eso es lo que han debido pensar todos esos deportistas que en algún momento han experimentado la diarrea del runner. Sí, es tan escatológico como suena.

Se trata de un fenómeno por el que muchos atletas y corredores de maratón han experimentado alguna vez una diarrea incontenible durante un entreno o, peor aún, directamente en la carrera. Puede que en algunos casos tuviese una explicación secundaria, pero en la mayoría de atletas en los que se ha reportado la diarrea del runner no se encontró presencia de microorganismos patógenos que hubiesen podido causar una infección. Tampoco se ha visto que suela tener relación con ninguna intolerancia alimentaria.

Simplemente, hay algo que les hace aliviarse irremediablemente antes, durante o después de la carrera. Existen varios estudios en la literatura científica dirigidos a la búsqueda de esos impulsores, que parecen estar relacionados con tres factores principalmente: el esfuerzo, el estrés y un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático.

Los primeros estudios sobre diarrea del ‘runner’

La primera vez que se describió como tal la diarrea del runner fue en 1992, con un estudio publicado por científicos del Hospital Victoria de Ontario, en Canadá.

En él participaron 109 atletas de larga distancia a los que se entrevistó sobre sus movimientos intestinales durante las carreras. De todos ellos, el 62% reconoció haber tenido que parar en mitad de un entrenamiento para ir al baño. En cambio, el 43% calificó lo que les sucedía como una diarrea nerviosa que les sorprendía siempre antes de las carreras. Para otros, el problema llegaba después, ya que el 51% reconoció haber tenido diarrea después de las carreras. Pero hubo unos pocos para los cuales la situación era aún más incómoda, ya que el 12% informó haber experimentado incontinencia fecal durante la carrera. Vamos, que se lo hicieron encima.

Es el caso del marchador francés Yohann Diniz, quien en 2016 llegó a la meta de una carrera en octavo lugar y con más vergüenza que alegría. Por suerte, al año siguiente se convirtió en campeón del mundo de 50 km marcha. Ojalá eso eclipsara la oscura experiencia de la temporada anterior.

¿Por qué nos da diarrea cuando nos estresamos?

Muchos de los atletas que experimentan diarrea del runner reconocen haberla experimentado en un momento de máximo estrés y nerviosismo. Esto, en realidad, no es aplicable solo a los deportistas. A todos se nos ha descompuesto el estómago alguna vez por una situación así. ¿Pero por qué ocurre todo esto?

Básicamente, se debe al fenómeno de lucha o huida, asociado generalmente a los síntomas de ansiedad. Esta es una respuesta fisiológica del organismo que nos ha resultado evolutivamente muy útil como especie. Por ejemplo, cuando nuestros antepasados tenían que combatir con un león, sentían miedo y esa amenaza disparaba reacciones que les ayudaban a huir, preferiblemente, o luchar si no quedaba más remedio.

El fenómeno de lucha o huida es evolutivamente favorable, pero si se descontrola está detrás de los síntomas de ansiedad

Entre otros síntomas, el flujo de sangre se dirige mayoritariamente a los músculos, de ahí que nuestra piel se ponga pálida. Precisamente porque los músculos se preparan para enfrentarse a la amenaza, también se tensan y podemos experimentar temblores. Además, aumentan la frecuencia cardíaca y la tasa de respiración, para aportar al cuerpo el oxígeno y la energía necesarios para huir o pelear. 

¿Y qué pasa con la diarrea? Básicamente que la mayor parte de energía que obtiene el cuerpo se invierte también en la actividad muscular. Por eso, la digestión se ralentiza y pueden aparecer síntomas intestinales como el dolor de estómago o la diarrea. Esto es aplicable a corredores y a cualquiera que esté nervioso o tenga miedo. De ahí la literalidad de la expresión “cagarse de miedo”.

Demasiados músculos de una vez

Cuando estamos haciendo un ejercicio muy intenso, como correr, puede que retiremos energía que normalmente invertiríamos en otros músculos. Y entre ellos se encuentra precisamente el esfínter que controla la salida de las heces.

Las maratones y otras carreras profesionales son muy demandantes para algunos músculos, sobre todo los ubicados en las piernas, por lo que esto puede dar lugar a la diarrea del runner.

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¿Qué tiene que ver el sistema nervioso simpático?

El sistema nervioso simpático es una división del sistema nervioso autónomo, que controla reacciones involuntarias viscerales como la respiración o los latidos del corazón. Y, por supuesto, también se encarga de la contracción de los músculos del tubo digestivo.

Los neurotransmisores más importantes que lo controlan son la adrenalina y la noradrenalina, que se liberan también en grandes cantidades durante el ejercicio. Por eso, puede darse una sobreestimulación de este sistema que podría desencadenar un exceso de movimientos intestinales. Además, se puede generar una redistribución de la sangre de los órganos esplácnicos, en los que se incluyen los diferentes componentes del sistema digestivo, provocando que algunos de ellos no reciban un flujo adecuado. Eso, de nuevo, puede provocar síntomas como dolores abdominales y diarrea.

Para evitar la diarrea del ‘runner’, cuidado con lo que comes

Aunque parece haber motivos de peso más allá de la alimentación, lo que comen los deportistas también podría hacerlos más o menos propensos a experimentar diarrea del runner

Por ejemplo, en un estudio publicado en 2017 se vio que evitar la ingestión de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP) se relacionaba con una menor incidencia de problemas gastrointestinales reportados. Es por eso que se recomienda a los atletas que, para prevenir la diarrea del corredor, tomen menos alimentos ricos en estas sustancias.

Además, justo antes de correr se les aconseja evitar la fibra, las grasas, la cafeína, el bicarbonato y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Será necesaria más investigación para demostrar cómo influyen todos estos alimentos en que aparezcan los problemas digestivos. Pero, mientras tanto, para evitar situaciones incómodas, lo mejor es no abusar de ellos. Seguro que a cualquiera que haya experimentado la diarrea del runner en plena carrera le parece una buena idea.

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