Nuevo año, nuevo South Summit. El encuentro de emprendedores por excelencia vuelve a darse cita en Madrid. En esta ocasión, con un adelanto en su fecha. El evento, que suele tener cita en los albores del otoño, se traslada a los inicios de un verano que no perdona en la capital. 

Tras dos años en horas bajas, con un covid que ha pasado factura a los eventos multitudinarios, South Summit quiere recuperar el brillo previo a la pandemia. Ya lo intentó con una versión online en 2020 y retomó en 2021 con un modelo híbrido. No conseguía, sin embargo, algo que siempre ha caracterizado a estos encuentros más allá de su utilidad: atraer a figuras de peso internacional que pusiesen nombre y apellidos al acontecimiento. Y sin desmerecer al talento patrio, las voces de los pesos pesados de Amazon o Facebook no resonaron durante dos años. Ahora, con un adelantado encuentro en 2022, vuelven los vientos del pasado

Como cabeza de cartel, un Al Gore telemático que sigue con su mantra del cambio climático bajo su fondo de inversión. Seguido a este, otro de los grandes, pero en el entorno nacional. Pablo Isla, en su nuevo puesto en el IE tras haber dejado atrás su papel en Inditex, apunta a llevar al South Summit a lo más alto. También un Iker Casillas reconvertido a recolector de talento emprendedor en el segmento deportivo o un Sal Khan con su modelo educativo digital.

Por supuesto, muchas startups en el South Summit

Detrás de las grandes cabezas de cartel, por supuesto el pueblo llano –con el permiso de los presentes–: las startups que forman el grueso del evento de emprendedores del South Summit. Cada año más y más internacionales. De hecho, de las convocadas, el 70% son de fuera de nuestras fronteras. Todo en un año que sufre de las idas y venidas de un ecosistema que sigue adaptándose a la casuística política, económica y social. El mundo tecnológico sigue enfrentando los estragos de la pandemia que, en este momento, se han traducido en despidos masivos.

El clima es complejo. Mientras algunos fondos siguen relajándose en lo que a inversiones respecta –principalmente en los grandes focos internacionales–, en otros puntos las cifras siguen subiendo. La inestabilidad política y la más que segura crisis económica mundial que se avecina –y que asoma con una inflación creciente– está haciendo la selección de inversiones más compleja. Al menos en Estados Unidos. En España esta cifra sigue aumentando. Huelga decir que el punto de partida era mucho menor, pero los datos apuntan a un 2022 récord en inversión en startups. Al menos por ahora.

Todos los informes de análisis de mercado, con la variación de cifras  a un lado, apuntan a que el país volverá a aumentar su apuesta. En esta primera mitad del curso, ya son 1.000 millones de euros en inversión en el terreno del emprendimiento. Fintech, educación digital y sector de movilidad y servicios siguen siendo los preferidos. 

Con todo, South Summit quiere tirar de los nuevos y los que no son tan nuevos. Mientras intenta presentar en sociedad –tanto a prensa como a inversores– a los nuevos en estas lides, el evento liderado por María Benjumea ya tiene dónde elegir en el panorama emprendedor nacional. España ya tiene unicornios, y unos cuantos además. Menos de los que debería sí, pero ahí están. El encuentro no pierde la oportunidad de hacer gala de ellos. Zeleros, Vitaance o BizAway se darán cita en la gala. Para el resto, una previsión de 20 millones de euros en negocio y casi 200.000 millones de pronóstico de inversión.

¿Necesitamos encuentros como estos?

Es una de las preguntas más repetidas cuando un encuentro como estos se da lugar. Ya el ecosistema tecnológico se lo preguntó con la vuelta a la vida –más o menos– del Mobile World Congress de Barcelona en 2022. Viniendo de una versión online, no estaba claro cómo iba a ser la vuelta a la realidad. Con un mundo tecnológico en crisis por una escasez permanente de componentes, una actualidad poco emocionante y unas marcas que prefieren salirse de la agenda del MWC para no diluir su información, no estaba claro qué podía esperarse. El resultado fue descafeinado: una mayor participación, pero poca emoción en lo que a contenido respecta. Mucho de metaverso, cortesía de Mark Zuckerberg, que recordaba a los peores tiempos de la realidad virtual y mucha puesta en escena que veremos dónde queda. 

¿South Summit? Puede pecar de lo mismo. Pocas son las grandes empresas tecnológicas que aprovechan el encuentro paralizar su primicia. Las grandes ya tienen los contactos hechos y para las pequeñas puede ser demasiado. No son pocos los que ya dicen que encuentros multitudinarios como este son más una distracción puntual que un verdadero encuentro para emprendedores. Los cuales, por otro lado, quedan eclipsados por un Al Gore o Pablo Isla que sí generan esa ansiada portada. 

Con todo, South Summit lo vuelve a intentar bajo el calor veraniego de la capital el próximo 8 al 10 de junio en La Nave. 

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