¿Cómo sería el mundo si cada uno de nosotros pudiese imprimir su propio dinero? Muy caótico, con seguridad. El dinero fácil no existe, eso está más que claro. Y si bien existen métodos de falsificación cada vez más complejos, ninguno es lo suficientemente avanzado como para funcionar de forma casera. Por ello, si tienes la mala fortuna de toparte con un papel moneda falso, ten por seguro que no ha sido creado con una impresora de inyección o una fotocopiadora. Pero no solo porque sería fácilmente distinguible, sino porque es literalmente imposible usar esos dispositivos para escanear, fotocopiar o imprimir billetes.
Si te preguntas por qué, la respuesta es muy sencilla: por una medida de seguridad que lo impide. Se trata de un patrón geométrico compuesto por cinco círculos de apenas un milímetro de diámetro cada uno, que aparece en repetidas oportunidades “camuflado” como parte del diseño de los billetes. Y si bien no se lo utiliza en todas las monedas del mundo, sí aparece en el euro, el dólar estadounidense, el peso mexicano, la libra esterlina y el franco suizo, entre muchos otros. Se estima que su primera implementación ocurrió en 1996, aproximadamente, aunque recién en 2002 se descubrió su finalidad; y desde entonces se lo conoce extraoficialmente como la Constelación de EURión.
Algo verdaderamente llamativo es que su desarrollo y puesta en práctica se ha dado bajo un secreto absoluto. Esta característica no ha recibido un nombre oficial y los bancos centrales tampoco hablan de ella. Por ende, aún se desconocen datos específicos sobre cómo funciona; es más, se presume que su desarrollo estuvo a cargo de una empresa japonesa, pero esto tampoco se ha confirmado hasta el momento.
La Constelación de EURión
Este es el nombre con el que se conoce al patrón de círculos que impide que puedas fotocopiar o imprimir billetes en tu propia casa. Lo peculiar es que su finalidad se descubrió por casualidad en 2002 cuando el científico informático Markus Kuhn intentó copiar un billete de 20 libras esterlinas con una nueva fotocopiadora a color; pero no tuvo éxito. El aparato le entregó una hoja con un mensaje impreso en distintos idiomas que explicaba que la falsificación de dinero era ilegal.
Intrigado por la situación, Kuhn notó que el papel moneda que había intentado copiar incluía círculos recurrentes “disfrazados” como notas musicales. En simultáneo, tomó un billete de 10 euros —que había entrado en circulación ese año— y vio que presentaba anillos con el mismo patrón. Claramente, no era casualidad.
A través de una investigación más profunda, el protagonista de esta historia acuñó el término Constelación de EURión para referirse a esta misteriosa medida de seguridad, tomando en consideración lo parecido de su diseño con Orión. Y a medida que indagó en profundidad, Kuhn notó que las máquinas copiadoras no solo identificaban la presencia del patrón geométrico, sino también su color.
"Parece haber algún circuito que requiere que los círculos estén presentes en un canal de color, no en un canal de blanco y negro", le manifestó a BBC en 2015. De hecho, explicó que dibujó el mismo patrón en una hoja de papel y que fue capaz de fotocopiarlo sin problemas en blanco y negro; pero la máquina emitió la advertencia de falsificación cuando le dio color a los anillos.
¿Qué sucede si intento fotocopiar billetes?
Antes de avanzar, una advertencia lógica, pero necesaria: falsificar dinero es un delito en todo el mundo. Por ende, tratar de imprimir dinero de forma casera —sea a través del escáner de una impresora multifunción, con una fotocopiadora o cualquier otro método disponible—, es ilegal. No importa que sea solo por curiosidad y sin fines maliciosos; simplemente, no lo hagas.
Dicho esto, en YouTube hay infinidad de vídeos que muestran claramente lo que sucede cuando se trata de fotocopiar billetes: no funciona. Cualquier billete moderno con la Constelación de EURión simplemente no se puede replicar de esta manera. El resultado final de la impresión varía según el equipo que se utiliza, pero en todos los casos la imagen copiada termina arruinada.
En ciertos casos, el billete es copiado completo, pero con franjas blancas que cortan la impresión y colores más “lavados” que los del papel moneda original. En otros, el equipo imprime el billete hasta la mitad y posteriormente “escupe” la hoja; mientras que en algunas oportunidades no imprime nada y suelta las hojas en blanco.
Es evidente que el patrón geométrico incorporado por los bancos centrales es efectivo al impedir que cualquier persona pueda imprimir su propio dinero. Es cierto que los billetes sí pueden ser fotocopiados por completo en blanco y negro —lo que sustenta la teoría de Markus Kuhn de que la Constelación de EURión no solo depende de la detección de los círculos, sino también de su color—, pero claramente no sirven para nada.
Un desarrollo en absoluto secreto
Los detalles en torno a cómo se concibió la idea tras la Constelación de EURión y de qué manera se materializó, son prácticamente nulos. El Grupo de Bancos Centrales para la Disuasión de las Falsificaciones (CBCDG, por sus siglas en inglés) ha reconocido el desarrollo de medidas de seguridad destinadas a impedir que el dinero se copie o, incluso, se modifique vía software. Sin embargo, nunca ha brindado datos mayores al respecto. En su sitio web solo se menciona lo siguiente:
El CBCDG ha desarrollado un sistema de disuasión de falsificación (CDS) para desalentar el uso de computadoras personales, equipos de imágenes digitales y software en la falsificación de billetes. El CDS ha sido adoptado voluntariamente por los fabricantes de hardware y software e impide que las computadoras personales y las herramientas de imágenes digitales capturen o reproduzcan la imagen de un billete protegido. La tecnología no tiene la capacidad de rastrear el uso de una computadora personal o herramientas de imágenes digitales.
Y los bancos centrales de los países que implementan el patrón anti-copia tampoco lo mencionan entre sus medidas de seguridad. En este sitio web perteneciente a la Reserva Federal de Estados Unidos, por ejemplo, se explican las distintas medidas de seguridad utilizadas en cada uno de los billetes en circulación; pero en ningún caso se hace referencia a los anillos que son claramente visibles en cada una de las imágenes. Ni tampoco aparecen en esta guía de Dólares en detalle.
Con el correr de los años, el nombre de la empresa japonesa Omron Corporation se ha señalado en varias oportunidades como el encargado de crear la Constelación de EURión. Como se pueden imaginar, la firma se ha mantenido al margen del tema y ha optado por negarse a responder cada vez que se le consulta con respecto al tema.
De todos modos, los indicios que apuntan hacia ella son realmente interesantes. Una patente que registró en 1995 expone un sistema que, se especula, podría ser el mismo empleado para evitar la falsificación de dinero. A continuación, el resumen de la misma:
Se describe un dispositivo de procesamiento de imágenes que puede detectar de forma fiable documentos que no se pueden copiar, que tiene una probabilidad muy pequeña de falsos positivos y que puede manejar documentos recién emitidos que no se pueden copiar. Además, se describe un esquema de procesamiento de imágenes que obtendría con precisión la ubicación de un patrón que indica un documento a detectar; que extraería ese patrón, lo que determinaría exactamente si es el patrón correcto; y que haría difícil que alguien manipulara el patrón. Para lograr esto, se imprime un patrón específico antes de su uso en un documento que no se puede copiar, y también se puede imprimir un número previamente especificado de marcas de posicionamiento y marcas ficticias que identifican la ubicación del patrón. El dispositivo es capaz de detectar una amplia variedad de documentos y realizar el procesamiento requerido a alta velocidad.
En tanto que a comienzos de 2015 un blog indio publicó sobre el tema y lo calificó abiertamente como “patrón Omron”. El artículo, escrito por N.R. Jayaraman, quien se presentaba como un “funcionario retirado del gobierno de la India”, menciona lo siguiente:
Las marcas en el patrón de Omron deben ser de un tamaño y grosor específicos, y tendrán un número determinado de círculos y una ubicación prefijada en el área marcada además de tener un rango de densidad de color específico. Más allá de esto, los detalles técnicos sobre el patrón y el algoritmo de detección que han sido cuidadosamente diseñados por Omron Corporation no han sido revelados y se mantienen como un secreto muy bien guardado.
No, tampoco puedes editar billetes en Photoshop
Otro punto interesante es que algunos de los programas más reconocidos para la edición de imágenes no permiten editar fotografías de billetes. Es más, ni siquiera es posible abrirlas. El caso más notorio es el de Photoshop, sin lugar a dudas, pero no es el único.
Y si te preguntas cómo puede un software identificar automáticamente que se está tratando de trabajar sobre una imagen que representa algún tipo de dinero fiduciario, no hay que pensar demasiado para dar con la respuesta. Es que, al igual que un escáner o una fotocopiadora, incluyen un sistema de disuasión de falsificaciones (CDS, por sus siglas en inglés).
Pero en este caso la Constelación de EURión no tiene nada que ver. El profesor Steven J. Murdoch publicó un artículo muy interesante al respecto en 2004; y ya por entonces llegó a la conclusión de que la detección vía software seguramente dependía de alguna marca de agua oculta, imposible de detectar para el ojo humano, y no del patrón geométrico. Incluso encontró que el código dejaba indicios que apuntaban a su desarrollo por parte de una compañía llamada Digimarc.
De hecho, la patente para un sistema destinado a dicho fin ha aparecido a nombre de dicha firma. Esto menciona un fragmento del documento:
El arte lineal en un billete u otro documento de seguridad se cambia ligeramente para efectuar la codificación de datos digitales de varios bits (es decir, el billete tiene una marca de agua digital). Cuando dicho billete de banco se escanea posteriormente, los datos de imagen resultantes pueden reconocerse como correspondientes a un billete de banco mediante la detección de los datos codificados.
Pero lo verdaderamente llamativo es que se mencionaba la posibilidad de incorporar medidas para rastrear a quienes estuviesen tratando de copiar dinero.
Otra opción es comunicarse con un servicio remoto y reportar el intento de reproducción de un billete. Otra opción más es permitir la copia, pero insertar datos de seguimiento forense (por ejemplo, datos binarios codificados esteganográficamente) en la copia resultante. Los datos del rastreador pueden memorizar el número de serie de la máquina que realizó la copia y/o la fecha y hora en que se realizó la copia. Para abordar los problemas de privacidad, dichos datos de seguimiento no se insertan normalmente en la salida fotocopiada, sino que se insertan solo cuando se detecta que lo que se está fotocopiando es un billete.
No obstante, desde el CBCDG le manifestaron a BBC en 2015 que no efectuaban ningún rastreo “debido a los problemas de privacidad”.
Pero, al fin y al cabo, el código que detecta si quieres editar billetes existe y Adobe ha reconocido públicamente su presencia en Photoshop. “Adobe Photoshop incluye un sistema de disuasión de falsificación (CDS) que evita el uso del producto para duplicar billetes de forma ilegal. Tal como se implementó, CDS impide que los clientes abran imágenes detalladas de billetes en Photoshop. La tecnología CDS fue encargada por el Grupo de Bancos Centrales para la Disuasión de las Falsificaciones (CBCDG), un consorcio de bancos centrales de todo el mundo. Adobe ha incluido CDS en Photoshop a petición del CBCDG”, dice su sitio web.
Fotocopiar billetes no solo es una mala idea, sino también un delito
Seguramente muchos considerarán que medidas como la Constelación de EURión o el software de detección de marcas de agua son una exageración. Después de todo, nadie en su sano juicio podría creer que fotocopiar billetes es una buena idea, ¿no? Sin embargo, la falsificación de dinero ha demostrado ser, a lo largo de la historia, un negocio muy lucrativo para los criminales que lo ejecutan.
Sí, es cierto que los métodos de los falsificadores también se han vuelto más complejos y elaborados con el correr de los años. Pero sentar bases estrictas para evitar que cualquier individuo haga copias ilegales de un billete solo con un escáner o una impresora, tiene su lógica. O al menos la tuvo cuando estos dispositivos comenzaron a ser más accesibles al público general.
Pero esto también nos deja en claro que aún desconocemos muchísimo con respecto a cuánto se trabaja para evitar la falsificación del dinero; en especial de las divisas más importantes del mundo, como son el dólar estadounidense y el euro. Y, más allá de los patrones geométricos, algoritmos y marcas de agua, no sería de extrañar si ya existieran otros métodos de protección que ni siquiera imaginamos.