El cuarto episodio de Obi-Wan Kenobi en Disney+ ha sido el más corto de la serie hasta ahora. También, el que cosechó las críticas más divididas y el que hizo a los fanáticos preguntarse en qué dirección avanzará la historia. Pero, también, incluyó una de las escenas más espeluznantes y adultas de las series de Star Wars hasta ahora. En un momento dado, Obi-Wan Kenobi atraviesa La Fortaleza de los Inquisidores, sólo para encontrar una colección de cadáveres de Jedis, conservados con propósitos oscuros. La secuencia muestra a varios cuerpos preservados con las ropas que llevaban al morir. Un imagen siniestra como pocas dentro de la mitología Star Wars.
De hecho, Obi-Wan Kenobi profundiza en lo que ocurrió con los Jedis que sobrevivieron a la primera oleada de muertes ocasionadas por la Orden 66. Aislados, cazados, perseguidos a lo largo y ancho del cosmos por los Inquisidores; torturados y asesinados de formas grotescas, la población Jedi es un paria universal. Pero, aún peor, también parece que son el objetivo de algún tipo de proyecto tenebroso que incluye incluso los cuerpos de los asesinados.
Un dato nuevo, que pone en contexto todo lo que sabía hasta ahora sobre las consecuencias de la Orden 66 y lo ocurrido a su alrededor. Aún más inquietante resulta el hecho de que incluso alguno de los Jedis son reconocibles. El cuerpo de Tera Sinube, un Jedi que participó en la historia de Clone Wars aparece en la escalofriante secuencia. Lo que convierte a la escena entera en una mirada dura sobre el genocidio perpetrado por Palpatine. Además, de las implicaciones de lo que podría hacer el Imperio — o no — con los cadáveres de sus víctimas en medio de experimentos siniestros.
Un recorrido por el horror y la oscuridad
Todavía no está claro el propósito por el cual Los Inquisidores conservan los cadáveres de los Jedis. Pero, si se profundiza en la mitología de la saga, hay algunas respuestas inquietantes y tenebrosas a la cuestión. En la primera temporada de Star Wars Rebels, el Gran Inquisidor utiliza el cadáver de Luminara Unduli como señuelo para una trampa mortal para los sobrevivientes.
Por otro lado, en The Mandalorian se insinúa que la sangre de los sensibles a La Fuerza se está recolectando como parte de experimentos más complejos y peligrosos. Incluso, en la nueva trilogía, se sugiere que Snoke (creado por Palpatine) es parte de algún experimento sobre la naturaleza Jedi. Y que incluso la propia resurrección del Emperador tiene relación con el tema y la percepción de La Fuerza como un hecho biológico.
Bajo el dominio del Imperio, Obi-Wan Kenobi emprende una misión trascendental
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Mucho más inquietante: ¿podría ser la escena del cuarto episodio de Obi-Wan Kenobi la preparación para lo que ocurrirá en The Mandalorian? Como se recordará, el mandaloriano ha tenido que enfrentar el hecho que el Imperio intente secuestrar a Grogu, por su especialísima naturaleza. De modo que podría deducirse que los experimentos que se realizarán a futuro, sean incluidos en la serie sobre el Jedi fugitivo.
¿Quienes son los cadáveres conservados por la Orden de los Inquisidores?
Aunque la mayoría son desconocidos, uno de los cuerpos Jedis con los que se tropieza Kenobi, es dolorosamente familiar para los fanáticos de Star Wars. Tera Sinube, una anciana Cosian que formó parte del argumento de The Clone Wars como amiga y mentora de Ahsoka Tano, puede verse en la secuencia. También, varios fanáticos comentaron que uno de los cuerpos tiene un parecido más que directo con Mace Windu. También ha podido verse un cuerpo de la raza Ongree, algunas criaturas de aspecto antropomórfico e, incluso, un joven Jedi.
El cadáver Ongree podría ser el del Maestro Jedi Coleman Kcaj, miembro del Alto Consejo Jedi tanto en La Venganza de los Sith como en The Clone Wars. Por otro lado, uno de los humanoides tiene un ligero parecido con Quinlan Vos, que fue nombrado en la serie por el propio Obi-Wan Kenobi. Una ruptura temible y dolorosa con todo lo que la vida del Jedi fugitivo fue hasta la Orden 66.
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