Jurassic Park: Dominion acaba de estrenarse en varios lugares del mundo con un éxito resonante. Es la despedida — por ahora — de la franquicia que Steven Spielberg comenzó en el 93 y que en el nuevo milenio tuvo un sorpresivo revival. También el singular fenómeno de una saga que cierra su trayecto en el cine con éxito y reuniendo a casi todo su elenco principal. Para bien o para mal, la saga Jurassic Park cambió a la industria del cine en formas asombrosas. Y también, para bien o para mal, ese éxito sin precedentes signó como se desarrolló la historia en pantalla.
Entre secuelas y revivals, la franquicia atravesó momentos altos y bajos. También, todo tipo de géneros. Desde la ciencia ficción hasta la aventura, pasando por una breve incursión en lo que parece ser un thriller con tintes dramáticos. Todo parece ajustarse a la ucronía sobre qué pasaría si un experimento genético de alto calibre — y riesgo — pudiera traer a los dinosaurios de vuelta. A la vez, la franquicia ha dado pie a profundizar sobre una idea esencial de la ciencia ficción. ¿Qué ocurre con el mundo humano en mitad de una debacle ecológica creada por la ambición?
Todavía no está muy claro si a pesar de todas las promesas de cierre definitivo, la saga volverá con una nueva trilogía. O incluso, un revival al estilo del que convirtió a la franquicia en un imprevisible éxito taquillero. Por ahora, queda para la historia su alcance e influencia. Y por ese motivo, hacemos un repaso del orden de las películas de Jurassic Park, de la peor a la mejor. Un recorrido por diferente sensibilidades y en específico, la manera en como una de las historias más famosas del cine, se contó una y otra vez.
La saga Jurassic Park, de la peor película a la mejor
Jurassic Park 3
Después del éxito sin precedentes de la película dirigida por Steven Spielberg y su secuela irregular, la saga entró en un hiatus de casi un lustro. Pero por supuesto, una duología con semejante éxito difícilmente no sería objeto de interés en Hollywood. Eso a pesar de que Steven Spielberg no estaba interesado en dirigirla ni tampoco estaba basada en la serie de libros de Michael Crichton. Pero el estudio Universal insistió y el proyecto comenzó a desarrollarse. Para buena parte de la industria, el film era una incógnita. En especial, después de los resultados, tanto en taquilla como en crítica, de El Mundo Perdido de 1997.
La gran pregunta era si el film podría sostenerse solo a través de su prestigio. O en cualquier caso, de la popularidad expeditiva de la franquicia. Para apuntalar la posibilidad, la producción utilizó algunas escenas de los libros Parque Jurásico y El mundo perdido de Michael Crichton. También trajo de vuelta a un miembro del elenco original. Sam Neill retomó su papel como el doctor Alan Grant y se anunció que la premisa entre “la aventura y la ciencia ficción”.
Pero Jurassic Park 3 fue un despropósito desde la primera escena hasta la última. No solo por su carácter genérico, sino por el hecho de analizar la premisa desde la aventura en estado puro. El guion, irregular y carente de personalidad, se desarrolla en ficticia isla Sorna, gemela de Nublar. Pero a pesar de todas las referencias y guiños a la original, además de un elenco sólido, la película se desdibuja en clichés y lugares comunes. No fue un éxito de taquilla, pero tampoco un fracaso. Pero al final, condenó a la saga entera a un abrupto final que le llevó casi diez años remontar.
Jurassic World: el reino caído
Después de un exitoso revival, fue evidente que habría una secuela. Y de hecho, la gran pregunta consistía en qué puntos se concentraría. ¿Volvería a lo ocurrido después del cierre del Parque en Jurassic World? ¿Explotaría sus consecuencias? Después de todo, el reinicio de la saga era un mundo de posibilidades mucho menos exiguo que el de la primera trilogía. De modo que la producción comenzó bajo la premisa que la historia, se concentraría en cerrar la saga.
O eso fue lo que dijo Juan Antonio Bayona durante la gira de promoción. El director afirmó varias veces que Jurassic World había sido pensada como una historia en tres partes. También, que todos los hilos narrativos, coincidirían antes o después, en una sola premisa. Así que Jurassic World: el reino caído hacía las veces de un eslabón entre varias concepciones de la narración por completo nuevas.
Pero, semejante ambición requería un guion a la altura y Jurassic World: Fallen Kingdom no lo tiene. A pesar de su espléndido apartado visual, subtexto ecológico y la repercusión de la posibilidad de la clonación humana, el film falla por su torpeza narrativa. De hecho, va de un lado a otro sin mayor profundidad y la mayoría de las veces, carece de sentido y lógica. Para su — pesimista — final, algo está claro. La siguiente entrega — anunciada cuatro meses antes del estreno de Jurassic World: el reino caído — debería sostenerse sobre algo más que su endeble premisa.
Jurassic Park: el mundo perdido
La secuela de una de las películas más famosas de la década de los noventa tardó en llegar. Y uno de los motivos fue que Spielberg deseaba que como la primera entrega, estuviera basada en un libro de Michael Crichton. ¿El problema? Que el autor no deseaba escribir una continuación. Y de hecho, se negó de manera insistente hasta que la presión fue suficiente para obligarlo. Finalmente, el libro se publicó en 1995 y de inmediato la secuela comenzó a producirse en base a la historia literaria.
Pero el resultado fue dispar. Tanto el libro como la película desconcertaron por su irregular tono y ritmo. La novela, más oscura y enfocada en conflictos éticos y poco claros sobre la clonación de dinosaurios, necesito un largo contexto. En especial, porque analizó los conflictos de que suscitó la isla Nublar de forma tangencial, en lugar de reflexionar sobre ellos de forma directa. Tampoco ayudó demasiado que el argumento avanzara en forma más o menos desordenada y carente de sentido lineal.
Lo mismo ocurrió con la película. Y a pesar que el film reconoce a la primera, es evidente que la premisa corre por lugares distintos. Eso a pesar del especial cuidado que el guionista David Koepp puso en referenciar las novelas de Crichton en el argumento. Hay al menos tres escenas que provienen directamente de los libros (en especial Jurassic Park) y la atmósfera es muy parecida. Pero por algún motivo, la ambición de la secuela pareció ser incapaz de abarcar los puntos centrales que hicieron famosa a la primera. Convertida en una película de aventuras, El Mundo Perdido carecía del brillante diálogo con la ciencia ficción de su predecesora. Y ya fuera por su poca habilidad para tocar temas importantes o porque su argumento decae muy rápido, el resultado desagradó. Con todo, fue un éxito de taquilla resonante, que abrió las puertas a la débil Jurassic Park 3, estrenada en el 2001.
Jurassic World
¿Qué pasaría si Jurassic Park hubiera sido un proyecto exitoso? La película del 2015 responde la pregunta. Y también hizo algo más: relanzó la saga a un nivel de éxito inesperado y total que auguro un largo futuro cinematográfico. O al menos, una secuela. Se trató de un curioso fenómeno después de los pobres resultados de Jurassic Park 3.
¿Y cual lugar era ese? Nada más y nada menos, que Jurassic Park, ahora sí, convertido en un proyecto de considerable éxito. Y como si eso no fuera suficiente, dejar claro que la tecnología detrás del parque ya no se limitaba a recrear el mundo de los dinosaurios. Ahora, el film abarcaba un estrato novedoso y era el de crear animales de diseño, de acuerdo a las sugerencias y peticiones del mercado. La marcada concepción de la arrogancia sobre tecnología biogenética revolucionó la premisa y abarcó novedoso. Y el resultado fue un regreso a Jurassic Park veintidós años después de los eventos narrados en la película original.
La película fue un rotundo éxito de taquilla. También, una aventura de ciencia ficción de alto calibre y un recorrido por toda la mitología de la saga, en papel y cine. Hubo guiños, referencias y homenajes para todos los gustos. Y aunque fue criticada por sus giros de guion inverosímiles y multitud de errores de continuidad, el público respondió de manera entusiasta. La película remontó la cuesta y trajo a los dinosaurios a una nueva generación.
Jurassic World: Dominion
Ambiciosa, exagerada, llena de nostalgia y un regalo para los fanáticos. Dominion es el final de la segunda gran trilogía de la saga Jurassic Park y hace honor a su legado. No solo trae de vuelta a casi todos los personajes originales, sino que les brinda un lugar protagónico y una intervención directa en la historia. Como si eso no fuera suficiente, lleva la premisa original al lugar al que siempre imaginó Steven Spielberg. En otras palabras, un mundo en el que los dinosaurios son parte del ecosistema. Una circunstancia con la que la sociedad, la cultura e incluso, el instinto de supervivencia humano debe lidiar.
Pero, lo que más asombra de la película es su emotivo recorrido por todos los puntos más recordados de la franquicia. Hay personajes de cada una de las películas, se responden las preguntas mayores y aunque el guion es endeble, sostiene lo emocional de manera adecuada. Por supuesto, el argumento es un juego de nostalgia y el film no lo disimula. Trevorrow homenajea varias de las grandes escenas de la película original, llena de guiños todo el metraje e incluso, logra conmover. Todo mientras el Giganotosaurus se muestra como la criatura depredadora monumental que los fanáticos deseaban y finalmente, los dinosaurios tienen plumas.
Dominion carece de verdadero encanto, pero lo compensa con un sentido de la época ecológica que sorprende. Rápida, ingeniosa y el definitivo salto a la acción de la saga, deslumbra y decepciona en sucesión. Pero al final, una cosa es clara: se trata de una despedida. La más digna que una saga tan irregular puede recibir.
Jurassic Park
A la película se le ha llamado “cine de autor” en medio del entretenimiento y razones no faltan. No solo tiene algunas de las escenas del cine de ciencia ficción más icónicas de la historia del cine. También desborda corazón, inteligencia e intuición en el sentido del espectáculo en cada secuencia. El resultado es una época formidable que envejeció en plena forma y que aún sorprende por su brillante ejecución.
Adaptación de la novela del mismo nombre de Michael Crichton, es un recorrido por la ciencia ficción desde lugares novedosos. La producción además, se propuso captar por completo el sentido de la maravilla del texto homónimo y lo logró. Pionera en efectos especiales que cambiaron a la Industria del cine para siempre, Jurassic Park permitió a Spielberg innovar en varios puntos a la vez. Desde la estética y el ritmo del cine de ciencia ficción, hasta la mirada sobre lo extraordinario. Todo, en medio de una historia intrigante sobre la codicia, la tecnología y la ética, la filosofía y el abuso de recursos.
La película fue un éxito rotundo e histórico. Pero más que eso, abrió la puerta a un nuevo tipo de cinematografía que aún deslumbra por sus alcances. Industrial Light & Magic, la empresa encargada de los efectos especiales, lo dejó claro diez años después. “Crear dinosaurios fue el primer paso para crear, un mundo por entero nuevo”. Tal vez el mayor legado del que la saga Jurassic Park puede presumir.
