Jurassic World: Dominion pudo tener más dinosaurios — sí, más — y mucho más violentos que la versión de los llegaron a la pantalla. Eso ha comentado su director Colin Trevorrow a Collinder. También narró su experiencia al finalizar una saga histórica en el cine, los easter eggs incluidos en el film y el peso de la nostalgia. Para el director, Jurassic World: Dominion es mucho más que una pieza en un rompecabezas cada vez más ambicioso sobre la serie de películas. Es un homenaje a toda regla para una generación de cinéfilos que crecieron entre ambas sagas y un grupo de personajes entrañables.
Jurassic World: Dominion además es un éxito de taquilla considerable que demuestra el poder de la franquicia. Con un reboot, seis películas, una serie animada y un corto, la historia del experimento que trajo a los dinosaurios desde la prehistoria aún deslumbra. Tanto como para que cada película se convierta en un suceso de la cultura pop y también en una incógnita sobre su futuro. El film de Trevorrow cierra una travesía a través de todo el imaginario de la franquicia. A la vez, abre las puertas para un posible futuro, más variado y en apariencia apasionante.
Uno de los puntos que más llamó la atención de la película fueron varias de sus escenas de acción. También, la nueva variedad de dinosaurios y la gran cantidad de guiños a la franquicia. Para Trevorrow, uno de los elementos más complicados fue precisamente decidir qué aparecería — y qué no — en pantalla. En especial, cuando la saga depende de su capacidad para sostener la idea de un mundo en que los dinosaurios son cada vez más abundantes.
Jurassic World: Dominion: más grandes, más peligrosos, más temibles
Collider preguntó a Trevorrow cómo fue el proceso para decidir qué dinosaurios aparecían en el montaje final. Y el director confesó que se trató de una de las decisiones más complicadas. Después de todo, cada película de la saga tiene una gran bestia jurásica como protagonista. De modo que analizar qué criatura formaría parte de la historia de Jurassic World: Dominion pasa por tocar la raíz esencial de la saga.
“Hay una escena donde nuestro al Lystrosaurus, que es el animal que termina en el ring de pelea con Chris Pratt sentado al lado de Kayla, y se enfrenta con un Oviraptor. Y, sinceramente es una de mis cosas favoritas de la película, y no está. Tendrás la oportunidad de verlo algún día. Pero es solo uno de esos momentos casi triviales. Uno de los que se puede decir que es el niño de 12 años a quien se le permitió hacer la película, haciendo una secuencia. Así que ese es bastante tonto”, explicó el director. Al parecer, la secuencia implicaba un giro argumental en que la cámara mostraba el comportamiento de ambas criaturas en plena lucha. “No aportaba nada a la trama, pero era divertida”.
Claro está, semejantes decisiones pasaban por el hecho del uso de los efectos prácticos y el CGI. Jurassic World: Dominion , en la misma tradición que la película original de Jurassic Park de Steven Spielberg, dedicó una buena cantidad de tiempo al tema. También, a la manera de combinar ambas formas de crear efectos especiales de forma armónica e ingeniosa. Para el director, un proceso en la credibilidad de la existencia de los dinosaurios era de considerable importancia para el guion.
“Fue realidad una decisión basada en el hecho de que si no podíamos hacer un animatrónico esa sería la única razón por lo que se utilizaría tecnología digital. Si un animal necesitaba moverse de cierta manera, tener cierto tamaño, moverse a cierta velocidad, permitiríamos que se animara digitalmente. Si fuera algo con lo que un humano tuviera que interactuar tangiblemente, siempre haríamos un animatrónico o algún tipo de marioneta”. De esa forma, la mayoría de las decisiones sobre qué dinosaurio aparecería o no en escena dependía de su viabilidad técnica.
O en cualquier caso, de los experimentos efectivos de las otras películas. Según Trevorrow, filmar Jurassic World: Dominion implicó repasar la forma de trabajar de todos los directores implicados en los diferentes proyectos de la saga. “En esta película teníamos esta tercera vía, en la que J.A. Bayona realmente fue pionero. Esto implicó tener siempre una maqueta completamente realizada, como una referencia de iluminación para asegurarnos de que la criatura digital se vea impecable. En Jurassic World: Dominion , por primera vez, podemos tener animatrónicos con extensiones digitales para los apéndices. Eso es algo que no solíamos poder hacer en el pasado, porque el animatrónico y el digital simplemente no son equiparables. El equipo animatrónico siempre se ve mejor. Pero ahora (los efectos digitales) son tan buenos que es casi indiferenciable. Hay muchas tomas en las que ves un animatrónico y luego elementos que se han animado en él. Y sé que no puedes notar la diferencia. Se siente perfecto”.
Y finalmente, dinosaurios con plumas
Para satisfacción de los amantes de la ciencia y la paleontología, en Jurassic World: Dominion fue la primera vez que los dinosaurios tuvieron plumas en pantalla. Y según Trevorrow se trató de una decisión compleja que por supuesto supuso un considerable esfuerzo técnico.
“Tenemos cuatro de ellos”, explicó para Collider. “El que realmente definió a todos los demás fue el Pyroraptor porque hicimos un animatrónico para él como referencia, y actuamos. Lo usé un poco. Y la fabricación involucró todas estas plumas para ser recolectadas de todo el mundo. Y yo entraba y solo había esta mesa llena de 150 tipos diferentes de plumas”.
Por último, una de los grandes retos fue crear dinosaurios más grandes y más poderosos. De hecho, una de las máximas de las películas de la saga es, sin duda, la de crear dinosaurios cada vez más temibles. Y Dominion no fue la excepción. Lo que llevó, claro está, a plantear la historia desde ángulos distintos. “Creo que en esta película, vemos que el Giganotosaurus en muchos sentidos, es capaz de superar al T-Rex. Para mí, el Spinosaurus y el Giganotosaurus y el T-Rex son depredadores máximos de su era y de su área. Y eso es lo que deseábamos mostrar en la película, en todo su aterrador alcance”.