Internet Explorer ha sido la puerta de entrada a la web para millones de personas alrededor del mundo. Pero lejos estamos de la época en que fue el navegador de internet que dominó el mercado a gusto y voluntad, motivo por el cual hoy Microsoft le da la despedida definitiva. Quienes por algún motivo aún utilicen IE en ordenadores con Windows 10 se encontrarán con que el navegador ya no funciona, y serán invitados a continuar su actividad de navegación en Edge, la alternativa de la firma de Redmond basada en Chromium.

Sin embargo, el retiro de Internet Explorer se ha convertido en un dolor de cabeza en algunos países. Especialmente en aquellos que todavía dependen de esta herramienta en entornos laborales, como los de la administración pública. Y Japón es uno de los principales ejemplos.

Según Nikkei Asia, el viejo navegador web de Microsoft se sigue utilizando en agencias gubernamentales, empresas de logística, fábricas e instituciones financieras. El informe cita una encuesta de la firma Keyman's Net que se realizó en marzo, que reveló que el 49% de los participantes todavía usaba Internet Explorer para trabajar. ¿Lo peor? El 20% de quienes aún dependían de IE no sabía cómo afrontar la transición a otros navegadores más modernos.

Esto no deja de ser llamativo, en especial si se tiene en cuenta que los de Redmond anunciaron la fecha de fin de soporte para su antiguo programa en mayo de 2021. Esto significa que tanto Japón como cualquier otro país que aún utilicen Internet Explorer han tenido más de un año para cambiar de plataforma. No obstante, muchos aún no lo han hecho.

El 'modo Internet Explorer' de Microsoft Edge no es la solución para todo

Internet Explorer

¿Qué sucederá en los países donde la mayoría de los trámites en línea de la administración pública solo son compatibles con Internet Explorer? Ya sea Japón, España, o cualquier otro territorio IE-dependiente, la solución definitiva será migrar a plataformas más modernas. Pero esto no ocurrirá de la noche a la mañana, pues no se trata solo de abandonar el uso de un único software obsoleto, como el antiguo navegador web de Microsoft; no olvidemos que en muchas dependencias públicas todavía se utilizan ordenadores con Windows XP.

Pero hasta que esa actualización profunda suceda, a los países afectados por la muerte de Internet Explorer les queda un as bajo la manga. Hablamos del "modo IE" de Microsoft Edge. El mismo se introdujo en 2019 al actual browser desarrollado en Redmond, cuando se adoptó Chromium como base para su desarrollo. Gracias a esta función, los usuarios pueden ver el contenido compatible solo con Internet Explorer sin necesidad de tenerlo instalado en el PC.

No obstante, esto no está libre de inconvenientes. Por supuesto que estamos hablando de un parche, por ende no será solución definitiva para ninguna empresa o gobierno que se niegue a abandonar Internet Explorer pese a la quita definitiva de soporte. El gran problema es que algunos trámites y portales ni siquiera son compatibles con el "modo IE" de Edge.

Según Keyman's Net, esto ya se ha visto en Japón con el formulario e-Tax para la declaración de impuestos ante la Agencia Tributaria Nacional. El mismo no funciona con la modalidad que emula a Internet Explorer en las entrañas de Edge, lo cual ya ha probado ser un problema para los contribuyentes.

Lo cierto es que hoy Internet Explorer se despide definitivamente y lo hace con menos del 1% de la cuota de mercado global. Muy lejos de su época de gloria y dejando varios dolores de cabeza en su camino de salida.

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