ARM ha presentado oficialmente los núcleos Cortex-X3, Cortex-A510 y Cortex-A715, los cuales llegarán a los móviles de 2023 de la mano de empresas como Samsung o Qualcomm, que habitualmente licencian los diseños de ARM para crear los chips Exynos y Snapdragon que vemos en muchos smartphones de alta gama.

Las novedades se resumen en los siguientes puntos:

  • El Cortex-X3 promete ser un 25% más rápido que el modelo previo (el Cortex-X2 que encontramos en los principales teléfonos de alta gama actuales).
  • El Cortex-A715 promete ser un 20% más eficiente energéticamente que el A710 a la par que un 5% más potente.
  • Los núcleos Cortex-A510 prometen consumir un 5% menos de energía que antes.
  • ARM, por último, se despide definitivamente de los 32 bits con esta generación.

La empresa británica, en paralelo, ha presentado una nueva GPU bautizada como Immortalis. Esta destaca, al igual que la desarrollada por Samsung y AMD, por abrir la puerta al ray tracing en dispositivos móviles; una tecnología que, hasta hace poco, solo entregaban GPUs de Nvidia o AMD relativamente modernas.

Una mejora de ARM insuficiente para batir al iPhone

Como señala ArsTechnica, la citada mejoría del 25% en los núcleos más potentes apunta a ser insuficiente para rivalizar con los A15 Bionic que Apple monta en los iPhone 13 desde 2021. Los citados chips son entre un 30% y un 40% más potentes que Snapdragon 8 Gen 1 que incorporan casi todos los gama alta con Android en pruebas como Geekbench.

Cabe recordar, además, que Apple probablemente presente un nuevo chip A16 Bionic antes de terminar el año vigente, por lo que la diferencia podría incrementarse aún más antes de que los primeros chips basados en los nuevos núcleos de ARM lleguen al mercado.

Un factor también a tener en cuenta es la implementación que cada marca hace de estos componentes. Los diseños y el I+D de ARM son una parte importantísima de la ecuación, pero también resultan determinantes otros parámetros que dependen únicamente de los fabricantes de los chips. Esto explica, por ejemplo, por qué los procesadores de Qualcomm, Samsung o MediaTek ofrecen rendimientos diferentes pese a partir de la misma base.

Todas estas novedades de ARM, aunque han sido presentadas ahora mismo, probablemente no verán la luz hasta 2023. Será entonces cuando los primeros smartphones con chips como el futuro Snapdragon 8 Gen 2 o la siguiente generación de Exynos lleguen a las tiendas.