Resultados con contrastes en Uber. La tecnológica de movilidad acaba de presentar resultados del primer trimestre del año y, aunque recupera algo de la vitalidad de antes de la pandemia, sigue teniendo un gran lastre a sus espaldas. Las inversiones en Asia o la falta de conductores.

Por un lado, Uber logra triplicar su facturación aumentando en un 163% sus resultados. Llega hasta los 6.463 millones de euros en ambas filiales, que aúna los servicios de movilidad con pasajeros y el reparto de comida. Este último servicio es el encargado de sostener a la compañía desde hace dos años, cuando la pandemia paró cualquier transporte por las ciudades y viró a los repartos a domicilio. Ahora, las cuentas han vuelto a recuperar el sentido y el delivery ocupa el segundo lugar en ingresos dentro de Uber. Negocio que reporta unos 2.000 millones de euros a la entidad. También alguna de sus inversiones exitosas. El software Transplace supone unos 2 millones en positivo para el ebitda de Uber.

“Después de más de dos años de impactos persistentes y, a veces, impredecibles en nuestro negocio, nuestros resultados dejan en claro que estamos emergiendo en un camino sólido para salir de la pandemia y que el poder de nuestra plataforma está diferenciando nuestro desempeño financiero”, apuntaba Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber, a los inversores y según recoge The Financial Times.

Uber sigue perdiendo mucho dinero: 5.592 millones de euros según su cuenta trimestral

Sin embargo, la parte mala de los resultados de Uber vienen de la mano de su cuenta de pérdidas. Una que lleva pendiente desde mucho antes de la pandemia y que no parece que mejore en los próximos resultados. Y es que Uber sigue perdiendo mucho dinero: 5.592 millones de euros según su cuenta trimestral.

El motivo de esta elevada cifra está muy claro. Por un lado, la tecnológica sigue intentando recuperarse del golpe de la pandemia. Con el parón del transporte durante meses, la inversión de la compañía se mantuvo a niveles mínimos pero elevados. Con la recuperación de la movilidad de forma paulatina, Uber y su competencia se encontraron con un problema sobrevenido: la falta de conductores de forma generalizada. Por último, las inversiones de la propia compañía que lastran sus resultados. Grab, compradora del negocio de Uber en el sudeste asiático y Didi haciendo lo propio en China. Ambos negocios llevan varios trimestres reportando malos resultados. Así como la fabricante de coches autónomos Aurora, en la que Uber mantiene un 26% del capital, y que ha seguido la misma suerte que las otras inversiones de la compañía.

Con todo, corren vientos favorables para Uber. Tras los malos resultados de Lyft de hace unos días -su principal rival en los mercados públicos- no parecía que la tecnológica mostrase una mejor cara. Tras la publicación de resultados, se mejoran las expectativas de los inversores que, según alegan desde Uber, mejorarán para los resultados del segundo trimestre de 2022.

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