Elon Musk ha sido un gran defensor de la 'libertad de expresión absoluta'. Sí, el tipo de libertad de expresión que puede meter en problemas a su difusor o al sujeto de quien se está hablando. Ahora, una reciente historia publicada en el New York Post no ha gustado en absoluto al magnate; y ha tenido que salir a negar en las redes sociales sus supuestos vínculos con Donald Trump.
Según comenta el reporte, el expresidente del Gobierno de los Estados Unidos habría instado a Elon Musk a comprar Twitter. El artículo recoge una entrevista de Fox Business Network con el excongresista y CEO de Truth Social, Devin Nunes. Aquí, Nunes afirmaba que Trump habría dado "una sólida palmadita en el trasero" para que Musk llegase al acuerdo con Twitter, con el objetivo de crear "un ambiente familiar y seguro" dentro de la red social.
Un día más tarde de la publicación del artículo, Elon Musk decidió responder a las acusaciones del New York Post, asegurando que se trataba de noticias falsas. "Esto es falso. No he tenido ninguna comunicación, directa o indirecta, con Trump, que ha declarado públicamente que estará exclusivamente en Truth Social", respondió el empresario a los reportes publicados por el citado medio.
De dónde salió esta información sobre Elon Musk
Nunes no es, ni mucho menos, una fuente creíble en cuanto a declaraciones. De hecho, en el sitio web PolitiFact se muestra la tarjeta de credibilidad del excongresista, donde la mayor parte de sus declaraciones han sido catalogadas como "Falsas" o "Medias verdades". Sin embargo, llama la atención la severidad de Musk en la negación de la noticia, y es que el personaje es bastante conocido por sus comentarios problemáticos y dañinos en áreas delicadas. Todo, por supuesto, en aras de la 'liberar de expresión absoluta'.
Sabemos que Trump estará lejos de Twitter, al menos según sus más recientes declaraciones. El expresidente del Gobierno de Estados Unidos ya ha lanzado Truth Social, su propia red social y en la cual planea invertir toda su verborrea problemática. Además, es sabido que ha sido baneado permanentemente de la plataforma tras el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Desde un principio, Elon Musk ha defendido su compra de Twitter asegurando que se convertirá en el nuevo bastión para la 'libertad de expresión'. Así, el empresario planea eliminar las políticas de comunidad que la compañía ha estado preparando por más de una década.
El imperio contraataca
Esta idea ha llevado a un montón de conservadores a unirse a la red social nuevamente. Muchos de ellos abandonaron la plataforma tras el baneo de Trump, mientras que otros directamente la desestimaban por creer que funcionaba en detrimento de la libertad de expresión.
Actualmente, los empleados de Twitter se encuentran bastante nerviosos tras la compra de la compañía. No solo los usuarios están con las alarmas encendidas, dentro de la compañía las cosas también han estado bastante movidas. Hace poco se anunció que Elon Musk será CEO de Twitter, además de su dueño, así que estamos en el umbral de muchos cambios para el futuro de la red social.