Amazon, según ha filtrado Reuters, ha sido tajante con una de las polémicas más grandes en Estados Unidos. La compañía, fundada por Jeff Bezos, financiará los desplazamientos de sus empleadas para que puedan someterse a un aborto si es lo que ellas desean. Si la sanidad disponible a 100 millas –160 kilómetros– de su residencia no ofrece este tratamiento, Amazon asumirá el coste con 4.000 dólares para pagar desplazamientos, manutención y proceso médico.

Y es que, dicho así, parece que Amazon está obligando a sus empleadas a someterse a un aborto en contra de su voluntad. Pero la realidad es que la compañía de Bezos se está posicionando fuertemente contra algo que tiene al mundo con la vista puesta en Estados Unidos. Como si de una realidad distópica se tratase, muy similar al Cuento de la Criada, el país norteamericano está a punto de aprobar una ley que prohibiría el aborto en algunos estados de Estados Unidos. O al menos bajo las libertades de las que este derecho ha gozado desde hace años en algunos de los estados del país.

La respuesta de Amazon, como forma de ayudar a las empleadas que deseen someterse a un aborto, coincide con la filtración de un informe del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Dicho informe, filtrado por Politico, no entraría en vigor hasta el próximo verano –lo que quiere decir que aún está sujeto a cambios–, pero todo apunta a una reducción de los derechos de la mujer en algunos puntos del país. Se mantienen, no obstante, aquellos que ya regulan a favor de la práctica.

Limitado a las 6 semanas de embarazo– cuando prácticamente es imperceptible por las mujeres– y solo cuando la vida de la madre esté en peligro –caso en el que se amplían las semanas para someterse a tratamiento–. También se incita a la denuncia de aquellas mujeres que se sometan al procedimiento de forma ilegal o de aquellos que ayuden en el proceso –médicos, asociaciones o incluso los taxistas que las lleven a las clínicas-, con "premios" de hasta 10.000 dólares por dar el aviso. Con una mayoría absoluta del voto conservador según el informe de 98 hojas filtrado a la prensa, Estados Unidos anularía una ley vigente desde los años 70. Pionera en el mundo y en los derechos de las mujeres.

Amazon, una larga tradición en contra del bando conservador

Pero mientras el Supremo se debate en retroceder décadas en los derechos de las mujeres, Amazon ha hecho su anuncio no exento de polémica. "Amazon quiere que sus empleados aborten"o "promociona el turismo para el aborto", puede leerse en algunos titulares conservadores. La realidad es que la compañía de Bezos no es la primera en ayudar a sus empleadas a decidir sobre su cuerpo. Apple, Citigroup o Yelp son otras compañías que han venido financiando los costes de las intervenciones a mujeres que residen en estados en los que el aborto está altamente perseguido. Que no prohibido.

Es precisamente la sentencia de la Corte Suprema en el Caso Roe contra Wade, del 22 de enero de 1973, la que permite el aborto en el país pese a las legislaciones contrarias de algunos estados. La misma que, según los últimos informes, tiene los días contados. Con esto, son más de 20 los estados que hacen política profamilia y reducen altamente las opciones de aborto libre. En regiones como Texas, el aborto está prohibido con la ley del primer latido. O lo que es lo mismo: limitado cuando el latido del corazón del feto sea detectable.

Sin sorpresas con Bezos

El anuncio de Amazon tampoco pilla por sorpresa al bando conservador de Estados Unidos. Son conocidas las donaciones de Jeff Bezos, bajo el nombre de Amazon y no solo a título personal, a las asociaciones que promueven el aborto libre. Planned Parenhood, defensora de mantener la sentencia de Roe contra Wade, fue la destinataria de 275 millones de dólares por parte del empresario para seguir con su misión.

Ni que decir tiene que esta medida ya tiene la reprobación del bando conservador. Por un lado, el texto publicado por la tecnológica apunta a que además del aborto, financiarán "cualquier tipo de tratamiento que no ponga en peligro la vida". Es este último punto el que, según los senadores republicanos, promociona actividades que van en contra de la vida basándose en "mentiras de izquierdas".

Alentando a los conservadores norteamericanos a no hacer negocios con Amazon, el presidente del Proyecto Principios Estadounidenses, Terry Schilling, en declaraciones a The Daily Wire, apunta a que "Amazon ha estado cumpliendo las órdenes de la izquierda despertada durante años, desde prohibir los libros conservadores en su plataforma hasta asociarse con el notoriamente partidista Southern Poverty Law Center para bloquear las donaciones a grupos de tendencia derechista".

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