La esperada película Avatar: el camino del agua acaba de estrenar su primer tráiler. Las primeras imágenes de la esperadísima secuela del éxito 2009 mostraron lo que parecen ser territorios nuevos del espléndido planeta Pandora. También un evidente crecimiento en la forma de analizar y profundizar en la historia original. Como si eso no fuera suficiente, las cortas secuencias dejaron claro que los años de dedicación y esfuerzo de James Cameron en el film han valido la pena.
Entre cosas, el tráiler mostró un mundo submarino de asombroso, además de un pequeño vistazo a nueva fauna y flora del planeta central de la historia. También que la familia de Neytiri (Zoe Saldaña) y Jake Sully (Sam Worthington) ha crecido, lo que brinda una dimensión mucho más emocional a la historia. Como siempre, James Cameron se ha esforzado que este primer recorrido por una historia que promete extenderse hasta cinco películas sea inolvidable. Desde de radiantes paisajes naturales, hasta la impresionante expresividad de sus personajes digitales. Avatar 2 promete ser una experiencia inmersiva de primer nivel.
Por supuesto, no es la primera vez que el trabajo de James Cameron es una combinación de tecnología de punta y una considerable sensibilidad. El director ha dedicado buena parte de su carrera detrás de la cámara a crear mundos imposibles. Con una habilidad que sorprende al mundo del cine, Cameron logra que cada una de sus películas sea un éxito. Y a la vez un recorrido por un tipo de entretenimiento de alto calibre que deslumbra. En una carrera fílmica en que la mayoría de sus películas se han convertido en hitos de la cultura pop, el director crea un mundo a su medida.
Te dejamos una lista de 7 películas que deberías disfrutar para profundizar en el punto de vista de James Cameron sobre el cine y la creación. Un recorrido por todo tipo de avances técnicos y por la capacidad del cine para conmover y deslumbrar. Uno de los mayores atributos del director.
Terminator
Considerada una de las películas más importantes de la ciencia ficción contemporánea, es también un ingenioso experimento argumental y visual. James Cameron utilizó los ínfimos recursos a su disposición para crear una historia efectiva, aterradora y poderosa. Pero además, también escribió un guion en el que lo humano tiene un papel preponderante, a pesar del acento en el mundo de las máquinas y un futuro distópico. La combinación permitió al realizador construir una narración extraña, atípica y brillante que se sostenía sobre una premisa de inusual poder en la ciencia ficción. La batalla entre el hombre y la máquina comprendida desde un ángulo por completo nuevo.
Pero también hizo algo más. Creó un personaje femenino que sentó precedente en las heroínas poderosas de Hollywood. Sarah Connor, que comenzó como una víctima en desgracia y se convirtió en una figura central de la historia, deslumbró a la audiencia. Y no solo por la actuación sólida y sensible de una jovencísima Linda Hamilton.
También, por la capacidad del guión para analizar temas profundos en un despliegue de efectos especiales artesanales. Como si todo lo anterior no fuera suficiente, la aparición del T — 800 (Arnold Schwarzenegger) hizo historia como un vilano asombroso del género de ciencia ficción. La película se convirtió en un histórico éxito de taquilla y le brindó a Cameron, el primer gran éxito de su carrera.
Aliens, el regreso
Con Alien de Ridley Scott convertida en un clásico instantáneo, parecía poco menos que una temeridad intentar una secuela. Pero James Cameron lo hizo y logró que la película se convirtiera en un éxito independiente a la aclamada predecesora. El mismo Cameron ha comentado en más de una oportunidad que se trató de un riesgo medido. En especial, porque lo que caracterizó a la obra de Scott fue un tipo de lenguaje visual y formal imposible de repetir. O al menos, no con el mismo resultado o desde la óptica de James Cameron.
De modo que el director fue al otro lado del espectro. Si Alien era contenida, inquietante y oscura, Cameron creó con Aliens un universo innovador y enorme. El viaje de Ellen Ripley (Sigourney Weaver) a través del espacio, se convirtió en una extraña pirueta argumental. Uno que la puso de nuevo en el centro de la acción y la llevó a ser no solo el mejor personaje de la saga, sino toda una rareza en el cine. Pero más allá de la capacidad de Cameron para reinventar las ideas de Ridley Scott, Aliens logró construir su propia narrativa.
El resultado es una película compacta, poderosa y gigantesca, con su propio ritmo y un asombroso apartado técnico. La criatura alienígena dejó de ser un monstruo escondido en la oscuridad y pobló la pantalla en todo su espectacular horror. Y Aliens, como franquicia, demostró todo lo que podía dar de sí. Para Cameron, también fue una demostración fidedigna de su capacidad para crear a partir de un elemento esencial de su filmografía. La innovación de discurso y técnica.
Abyss
Cameron regresa a uno de sus temas favoritos. La noción de la tecnología en contraposición y también, como enemigos y cómplices, es el punto central de un argumento sobrio. Para Cameron, Abyss fue un espacio de experimentación que le permitiría explorar con libertad en lo tecnológico. Aunque su argumento tiene la habitual combinación entre humanidad y ciencia ficción, fue evidente que se trataba de un paso nuevo para el director. En específico, por la búsqueda del guion de hilvanar la espectacularidad visual con un sentido de lo conmovedor que permitiera a la película explorar espacios nuevos.
La combinación dio como resultado una película sobria, elegante e íntima, que no tuvo especial repercusión en taquilla, pero sí en la Industria. La colaboración entre James Cameron e Industria Light & Magic, construyó una frontera novedosa en efectos digitales. La película asombró por la forma en que los avances de punta de la empresa de George Lucas, mostró un tipo de posibilidad visual desconocida.
De hecho, ya forma parte de la historia del cine sus pormenores técnicos. En especial, la anécdota que a ILM le llevó seis meses de trabajo arduo crear los 75 segundos en que aparece la criatura central del film. Pero el resultado fue tan desconcertante y novedoso, que fue evidente que James Cameron abrió una puerta nueva en el mundo del cine.
Terminator 2: el juicio final
A James Cameron le llevó casi una década lograr la que sería una de sus películas más reconocidas y un logro a nivel cinematográfico mayúsculo. Ningún estudio apostaba por una secuela tardía de un éxito de ciencia ficción, pero Cameron insistió. Y además dobló la apuesta. No sólo escribió un guion en amplió el universo original en varias direcciones distintas. También, tomó decisiones brillantes que convirtieron a la película en todo un hito en la ciencia ficción contemporánea.
En primer lugar, Cameron dotó aún de mayor relevancia a la Sarah Connor de Hamilton. La primera idea del director y guionista, era la de un robot asesino femenino, pero la productora puso objeciones a la idea. De modo que reescribió la línea argumental y dotó al personaje de la sobreviviente de la primera historia de nueva fuerza y poder. Lo siguiente, fue crear todo un mundo alrededor de la premisa de un mesías circunstancial en medio de una guerra que aún no sucedía. Y para eso, necesitaba enemigos que temer.
Y por extraño que parezca, no lo encontró en Arnold Schwarzenegger, que retomó su papel como el T-800 pero esta vez, como un héroe. Cameron se concentró en crear una criatura despiadada, cruel y precisa, con el rostro del debutante Robert Patrick. Además, crear una visión sobre un futuro controlado por las máquinas, en el que el avance técnico fuera notorio. De la idea, nació el terrorífico T-1000, un robot capaz de cambiar de forma y mucho más letal que su predecesor.
La película fue un rotundo éxito y preparó a Cameron para varios de sus retos más demandantes. Pero una cosa fue clara: Terminator 2: el juicio final fue el comienzo de una nueva era de la ciencia ficción cinematográfica contemporánea.
Mentiras Arriesgadas
Harry Tasker (Arnold Schwarzenegger) es un esposo aburrido y discreto…o eso es lo que cree su esposa Helen (Jamie Lee Curtis). Pero en realidad, Harry es un espía secreto con una fachada cuidadosamente construida detrás de la paz doméstica de la clase media norteamericana. Una de las películas más curiosas de James Cameron, también es la que demuestra su estupendo sentido de la comedia y preciso manejo de la acción.
Mentiras Arriesgadas es una combinación apropiada entre tensión sexual, un humor burlón y una sátira a las películas de acción. Pero a la vez, es un brillante mirada al universo de las películas de aventuras con todos los clichés del género, convertidos en una fórmula novedosa.
El resultado es una película que sorprende por lo poco en serio que se toma a sí misma y su capacidad para construir una historia impredecible. También, por su frescura, inteligencia y un guion que incluso en sus momentos más bajos, es entretenido. Para James Cameron fue la oportunidad de construir todo un recorrido hasta tópicos que hasta entonces no había profundizado en su filmografía. También convertida en un éxito de taquilla, es quizás, la menos “Cameron” de todas las películas del director. Pero al mismo tiempo, una de las que mejor demuestra su versatilidad.
Titanic
La gran historia romántica de los noventa, fue uno de los éxitos de taquilla definitivos en la filmografía del director. Con un rodaje monumental, un presupuesto astronómico y cientos de problemas de producción, filmar la película fue toda una proeza. Se trató de una empresa gigantesca que involucró desde expediciones al fondo del mar, una detallada investigación histórica y avances digitales específicos. Cada escena de Titanic, está destinada a mostrar el recorrido del trágico mito náutico desde todos los puntos de vista. A la vez, crear una épica temible que sorprendió al público por su envergadura.
También, es una mirada sobre el amor. Y Cameron se ocupó que el giro argumental quedara claro en varias de las escenas emblemáticas del fim. Rose (Kate Winslet) y Jack (Leonardo DiCaprio) son el hilo conductor a través de una tragedia inimaginable. Y al final, los trágicos amantes en medio de la muerte. Todo un acto de simbolismo clásico en medio de una monstruosa producción taquillera que se convirtió en la película más taquillera de la historia.
Avatar
La historia de pioneros espaciales que invaden con violencia un paraíso intergaláctico, cautivó a la audiencia de inmediato. No sólo se trató de los paisajes asombrosos de Pandora, el planeta imaginado por Cameron. También, la tecnología de punta que creó personajes digitales tan perfectamente creíbles que dejaron sin aliento a la audiencia.
Como si eso no fuera suficiente, la experiencia en tercera dimensión del film convirtió a la película en un suceso gigantesco. Se le llamó el siguiente paso en la ciencia ficción, un avance visual tan enorme que solo pudo comprenderse sus alcances en el lustro siguiente. Pero también, Avatar causó impacto por su elocuencia discursiva sobre un tema simple. La supervivencia de la vida y el poder de lo desconocido.
La epopeya ecológica de Cameron causó sensación y se convirtió en la película más taquillera de la historia. El film mantuvo el título por diez años y sólo logró ser derrotada por Avengers: Endgame. Con todo, luego de nuevas proyecciones alrededor del mundo, lo recuperó de nuevo un año después.