Una búsqueda en Twitter de su nombre revela, además de su cuenta con más de 1,7 millones de seguidores y 0 seguidos, una legión de perfiles que replican sus citas, las apostillan, y debaten sobre su figura. Hablamos de Naval Ravikant, uno de los inversores más importantes de los últimos años pero cuya figura ha trascendido del mundo de los negocios hasta convertirse en una especie de cuasi filósofo para la esfera del emprendimiento.
“Gana dinero con tu cerebro, no con tu tiempo”,“La gente que tiene éxito está irracionalmente apasionada por algo”, “Creas tu propia suerte si te quedas en ella el tiempo suficiente”. Todas estas frases inspiradoras para muchos emprendedores y con cierto aire misterwonderfuliano para otros han salido de Naval Ravikant. Nacido en en Nueva Delhi en 1974, Ravikant tiene tras él una de esas historias que parecen de película. El sueño americano. Se trasladó con su familia a Nueva York a los nueve años donde, aunque su padre era farmacéutico en la India no pudo ejercer su profesión en Estados Unidos y acabó trabajando en una ferretería.
Fue una transición difícil para su familia, que acabó con la separación de sus padres. Naval y su hermano, Kamal Ravikant, fueron criados por su madre durante la mayor parte de su infancia en una época que él ha descrito como extremadamente humilde.
Hoy, Ravikant, cuenta con su propio fondo inversor, una fortuna de 60 millones de dólares y sus tuits han sido recopilados y difundidos por un tercero en un libro - El Almanaque de Naval Ravikant - referenciado por el New York Times y en la lista de más vendidos en la sección de emprendimiento de Amazon de forma perenne. Según cálculos del WSJ, sus inversiones se traducen en que consigue 0,1 céntimo de dólar por cada viaje en Uber realizado en el mundo y con su firma, AngelList, su plataforma de inversión que funciona como una especie de directorio, se han financiado 1.035 empresas con una aportación media de 390.000 dólares cada una.
Pero, ¿cómo ha sido su camino hasta ahí? ¿Cómo se ha mitificado tanto en un círculo tan concreto?
Naval Ravikant: una historia que parece sacada de una película
Partiendo de esa infancia humilde, Naval atribuye gran parte de su trayectoria profesional a su asistencia de forma becada al instituto Stuyvesant, conocido por sus ex alumnos (entre los que se encuentran cuatro premios Nobel). Lo mencionaba en una entrevista con Scott Adams:
“Eso me salvó la vida, porque una vez que tuve la marca Stuyvesant, entré en una universidad de la Ivy League, que me llevó a la tecnología. Stuyvesant es una de esas situaciones de lotería de la inteligencia en las que puedes entrar con una validación instantánea. Pasas de ser de cuello azul a cuello blanco en un solo movimiento”.
Naval Ravikant
Desde Stuyvesant, estudió economía e informática. Tras completar su licenciatura, trabajó para varias empresas. Su último trabajo corporativo fue en el Boston Consulting Group. Después, Naval fundó un portal de reseñas de consumidores, Epinions, en 1999, que cofundó con el que sería su socio, Nirav Tolia.
Epinions fue una de esas primeras webs que crecieron durante la burbuja de las puntocom, un foro para que los usuarios hicieran preguntas y publicaran opiniones que abrió el camino a empresas actuales como Tripadvisor, Yelp o Quora.
Epinions acabó de forma un tanto extraña, con Ravikant, otros dos socios y docenas de ex empleados demandando al cofundador Nirav Tolia acusándole de que les engañaron haciéndoles creer que la empresa no tenía valor para que se desprendieran de sus participaciones, y después cerrar una fusión con la empresa DealTime en 2003. La empresa combinada fue rebautizada como Shopping.com y salió a bolsa de forma espectacular, para posteriormente ser adquirida por eBay por más de 600 millones de dólares.
De AngelList a oráculo en Twitter
El pleito, que se resolvió en 2005 por una cantidad no revelada, le valió a Naval para ganar repercusión, ya que había abierto una vía para que los inversores de riesgo pudieran ser demandados, algo poco frecuente en el Silicon Valley de la época.
Pero eso fue el comienzo del que sería después su negocio principal.
“Después de la experiencia de Epinions, mucha gente acudió a mí para pedirme consejo sobre todo los movimientos que se dan en el capital riesgo”, dijo en una ocasión. En respuesta, Ravikant cofundó un blog llamado Venture Hacks, que se convirtió en una especie de biblia en el sector. Ravikant también recibía llamadas de empresarios que le preguntaban cómo conocer a los inversores; y ahí fue cómo comenzó AngelList, al principio como una lista de correo electrónico para unas cuantas docenas de inversores.
Hoy AngelList presume de activos por valor de miles de millones de dólares, conectando startups con inversores. La plataforma gana dinero exponiendo empresas y quedándose con un porcentaje de su capital a cambio.
Pero si por algo se ha hecho conocido Ravikant es por los tuits que durante todo este tiempo ha ido lanzando en la red social, venerados por muchos y recopilados por terceros, como contábamos. De él otros quieren extraer recetas para ganar dinero, emprender con éxito y mentalidad, en un lenguaje que parece haber encandilado a muchas personas bajo el paraguas de la historia de éxito rotundo del propio Naval que, no obstante, sus mensajes pueden ser también un caso claro de sesgo de supervivencia.