Un equipo de científicos de la Universidad de Pensilvania ha descubierto un nuevo tipo de célula de los pulmones, con funciones muy interesantes. En su estudio, publicado en Nature, explican que estas células tienen capacidades tanto regenerativas como curativas para el sistema respiratorio. Además, señalan que su conocimiento en profundidad quizás podría ayudar a encontrar tratamientos más eficaces contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Según Statista, desde 2015 se han registrado en España algo más de un millón de casos de EPOC anuales. Además, según la OMS, cada año mueren unos 3 millones de personas en el mundo por su causa. Es, por lo tanto, una enfermedad a la que se debe prestar atención.
Este nuevo tipo de células de los pulmones, bautizado como células RAS, puede tener algunas claves, ya que promueven la regeneración y curación del tejido alveolar, a menudo dañado en pacientes con EPOC. Si se encuentra la forma de proteger los alvéolos, se podría salvar la vida de muchos de estos enfermos. Estas células pueden tener respuestas, pero primero es importante conocerlas en mayor profundidad.
Lo que los ratones no nos cuentan sobre la EPOC
Para estudiar la EPOC, así como otras enfermedades de los pulmones, es importante estudiar a fondo los componentes del sistema respiratorio.
En los laboratorios esto suele hacerse con ratones. Sin embargo, el sistema respiratorio de estos roedores es bastante diferente al de los humanos, por lo que la investigación estaba estancada en algunos ámbitos.
Para intentar dar un giro innovador a sus experimentos, los autores del estudio que acaba de publicarse decidieron trabajar con muestras de tejido de pulmones de donantes humanos sanos. Y fue así como encontraron este tipo de célula que, además, sí que ha resultado estar en otros animales de laboratorio, como los hurones. De hecho, los investigadores sospechan que podrían estar en la mayoría de mamíferos del tamaño del hurón o más grandes.
¿Cómo es este nuevo tipo de célula?
El análisis de este nuevo tipo de célula saca a la luz que tienen dos funciones principales. Por un lado, secretan una serie de moléculas que ayudan a revestir y proteger los bronquiolos, que son las pequeñas ramitas de un milímetro o menos en las que se divide el árbol que forman los bronquios, después de la tráquea. Por otro lado, actúan como progenitoras de las células alveolares tipo 2. Esto quiere decir que pueden regenerar ese tipo concreto de células cuando se dañan. Por lo tanto, tienen funciones sobre estructuras muy ligadas entre sí, ya que los alvéolos son pequeñas bolsas llenas de aire que se encuentran precisamente al final de los bronquiolos.
Cabe destacar que, dentro de los alvéolos, las células alveolares tipo 2 secretan una sustancia química que se utiliza en parte para reparar otros alvéolos dañados. O sea que regeneran a células que reparan a otras células. El combo perfecto.
Por lo tanto, según ha explicado en Science Alert uno de los autores, Edward Morrisey, este nuevo tipo de célula es lo que se conoce como progenitor facultativo. Esto se debe a que “actúan como células progenitoras y también tienen funciones importantes en el mantenimiento de la salud de las vías respiratorias”.
En cuanto a la EPOC, se sabe que una de las complicaciones de la enfermedad se debe precisamente a que puede darse un enfisema, en el que los alvéolos se destruyen irreversiblemente. Esto podrían solucionarlo las células RAS. Sin embargo, estos investigadores han observado también una gran degeneración de este nuevo tipo de célula en los pacientes con EPOC. Y ahí parece estar la diana. Quizás, si encontraran la forma de salvar a estas células estarían dando muchas más oportunidades de vivir a estos enfermos. Salvar a las salvadoras. Esa parece ser la clave. Ahora solo queda encontrar la forma de hacerlo y eso, desde luego, no es una cuestión menor.