Aunque pueda parecer que la NASA es una agencia centrada únicamente en ver hacia la cúpula celeste y más allá, no hay nada más alejado de la realidad. De hecho, la tecnología de esta agencia se usa frecuentemente para monitorear al planeta Tierra, gracias al poder y alcance de la misma. Por esto, la NASA ha anunciado dos nuevos estudios que tomarán lugar en el espacio; y con los cuales planean reportar los efectos del cambio climático en el planeta.
Según TechCrunch, el primero de estos estudios toma lugar en la misión GEDI (Investigación sobre la Dinámica Global de los Ecosistemas). Para este estudio se ha usado la tecnología LiDAR ubicada en la Estación Espacial Internacional para estimar el total de biomasa forestal sobre la superficie terrestre. Esto ha servido para estimar la capacidad de almacenamiento de carbono de dichas entidades.
Ahora, estos datos pueden ser usados por los investigadores climáticos que estudian el papel de los bosques durante el cambio climático.
El GEDI y el estudio de la NASA sobre la gestión de la Tierra
Para el estudio, el GEDI ha estado emitiendo rayos durante los últimos tres años para medir la vegetación sobre la superficie terrestre. Estos datos, en combinación con sensores LiDAR aéreos y a nivel del suelo, han servido para crear detallados mapas tridimensionales sobre la biomasa en el planeta en fragmentos de un kilómetro cuadrado de área.
Ahora, con estos mapas 3D, los científicos e investigadores pueden confirmar y estimar las cantidades de carbono que se encuentran almacenadas en los bosques del planeta.
"Resolver la estructura de los diferentes ecosistemas forestales y arbolados con mucha más certeza beneficiará no solo la estimación de las reservas de carbono; sino también nuestra comprensión de su estado ecológico y el impacto de las diferentes prácticas de gestión de la tierra."
John Armston, Jefe de validación y calibración del GEDI y profesor de investigación asociado de la Universidad de Maryland
Investigaciones sobre pérdida de agua en la Tierra
Este es el segundo proyecto que tiene la NASA entre manos. Ha sido realizado en conjunto entre el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia; y el Laborario Lawrence Berkley del Departamento de Energía de Estados Unidos.
En búsqueda de estudiar y monitorear la pérdida de agua subterránea en el planeta, la cooperativa ha usado datos satelitales para desarrollar distintos métodos. Este fenómeno afecta en gran medida a la industria de la agricultura, por lo que es un tema más serio de lo que parece.
Según declara la NASA en su web, el Valle Central aporta solo el 1% del agua usada por las tierras agrícolas de Estados Unidos. Sin embargo, incluso así es capaz de generar el 40% de los frutos, vegetales y frutos secos en el país de forma anual. Esto es posible, aseguran, debido a que los agricultores aumentan las precipitaciones anuales entre 12 y 25 cm con ayuda de un intenso bombeo de aguas subterráneas. Es así como, en los años de sequía, el 80% del riego de tierras procede del subsuelo.
No obstante, la cuenca de Tulare, de donde proviene principalmente el agua que se usa para regar el Valle Central del estado; ha estado disminuyendo su suministro. Por esto, los datos obtenidos por satélites permiten al equipo el desarrollar un modelo contextual del tipo y ritmo de la pérdida de agua en el subsuelo de la región.
"El método clasifica cuánta pérdida de agua subterránea proviene de los acuíferos confinados en arcilla, que pueden secarse tanto que no se recuperarán; y cuánta proviene del suelo no confinado en un acuífero, que puede reponerse con unos años de lluvias normales".
NASA
Por su parte, Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA, comentó lo siguiente: "Cuando hemos medido la Tierra en el pasado, hemos descubierto que lo más importante para cuantificar no es sólo el agua o el clima o la humedad del suelo o cualquier cosa individual, sino estudiar la Tierra como un sistema. Por ello, el trabajo de la NASA en el Observatorio del Sistema Terrestre es fundamental para todo el planeta."