La cada vez mayor audiencia interesada en el automovilismo, principalmente en los últimos años, ha generado que la industria de los videojuegos reaccione a tal interés con múltiples propuestas. Desde aquellas que se mantienen en el camino de la accesibilidad (Arcade), hasta otras que buscan ofrecer una experiencia lo más apegada a la realidad. Así pues, juegos de carreras van y vienen, pero existe una franquicia que ha logrado mantenerse como referente durante más de dos décadas y, al fin, pudimos disfrutar su nueva entrega: Gran Turismo 7.
La obra más reciente de Polyphony Digital, el estudio japonés responsable de Gran Turismo desde su concepción (1997) en la primera PlayStation, pretendía volver a sus raíces tras un experimento que apostó por lo social. GT Sport demostró que la saga estaba lista para ser tomada en serio en el mundo competitivo y los esports, sin embargo, también es cierto que dejó atrás algunos elementos fundamentales que siempre distinguieron a la franquicia.
Tras esa inesperada experiencia, Polyphony retomó el camino habitual y nuevamente se enfocó en una fórmula capaz de conquistar a cualquier entusiasta de la conducción. Sí, Gran Turismo 7 es todo lo que estuviste esperando durante tantos años. De hecho, me atrevería a decir que ha superado mis expectativas. No solo es una evolución de lo visto en la sexta entrega —por numeración—, también abraza esas experiencias sociales que dieron buenos resultados en GT Sport.
Vayamos en orden. En cuanto a jugabilidad se refiere, que es el apartado más importante en un juego que aspira a ser un simulador de conducción, Gran Turismo 7 refina las sensaciones que transmitía GT Sport. ¿A qué me refiero? En términos generales, y teniendo en cuenta que todo cambia de vehículo a vehículo, se siente una mejora en las físicas. El agarre. Por ejemplo, da un paso al frente para ofrecer una experiencia más apegada a la realidad.
Como nunca antes tendrás que ser consciente del vehículo que vas conduciendo y de conocer sus límites físicos. Esta vez pude notar que los vehículos de menor rendimiento sí que resienten aquellas situaciones para las que no están preparados. Por su parte, los coches cuyo desempeño y aerodinámica realmente fueron pensados para sobresalir en la pista, transmiten esa suficiencia de forma inmediata. Pero lo vuelvo a repetir, cualquier coche tiene sus límites y la única forma de descubrirlos es que le dediques el tiempo adecuado a manejarlos.
Como es lógico, en Gran Turismo 7 van a intervenir otros factores que impactarán significativamente en la conducción. En primer lugar está la climatología dinámica —ausente en GT Sport—, que regresa con el objetivo de alterar las condiciones de la pista y volverlo todo un poco más complejo. El ejemplo más obvio es el de la lluvia, ya que deberás tener el debido cuidado para que tu auto no termine patinando por una frenada a destiempo. Algo que me sorprendió mucho es que, como sucede en la vida real, el paso de los vehículos por el circuito va secando el asfalto cuando deja de llover. Por lo tanto, la jugabilidad vuelve a cambiar en una misma carrera.
Otro elemento que puede alterar bastante el manejo de un auto es la personalización del mismo. Gran Turismo 7 integra un robusto sistema para modificar tanto el aspecto visual como el rendimiento. En lo que respecta al segundo, hay una cantidad abrumadora de ajustes y piezas —que puedes comprar con la moneda del juego, claro— para alterar el comportamiento del vehículo. Lo más sorprendente de todo es que, por más pequeña que sea la pieza, sientes el cambio.
Quizá pienses que el taller de personalización es solo para los expertos que conocen a detalle el funcionamiento interno de un coche. Y aunque dicho público partirá con ventaja en este ámbito, el título muestra indicadores para que sepas con exactitud cuáles parámetros estás mejorando. Y si lo tuyo es pasar mucho tiempo alterando el look de tu vehículo, no vas a quedar decepcionado, pues igualmente las opciones de tuning son inmensas.
Con lo anterior ya te puedes hacer una idea de que Gran Turismo 7 es un mar de contenido con el que podrás entretenerte durante muchísimo tiempo. Debes saber que el juego ofrece casi 100 trazados y más de 400 vehículos de más de 60 fabricantes. Los hay de todo tipo, desde los habituales clásicos hasta autos prototipo que, en el mundo real, están fuera del alcance de la gran mayoría. Ahora bien, es cierto que el número se reduce en comparación con entregas anteriores, pero tiene una explicación.
Esta vez, los liderados por Kazunori Yamauchi, padre de Gran Turismo, han apostado por calidad en lugar de cantidad. Tú mismo podrás comprobar que el nivel de detalle en el modelado de los coches es impresionante. No solo por fuera, también por dentro. Si eres un recién llegado a la franquicia, posiblemente tengas la idea de que no tendrás la oportunidad de probar cada una de los autos disponibles, sin embargo, créeme cuando te digo que Gran Turismo 7 se esfuerza para que conduzcas la mayoría de ellos.
¿Cómo? Con múltiples modalidades y desafíos que involucran la conducción de coches que, de otro modo, quizá ignorarías. No tendría sentido ofrecer tal número de vehículos y prestar tanta atención a su conducción si el juego no los aprovecha como es pertinente. Pero no debes preocuparte en este sentido, puesto que la oferta jugable sobra en Gran Turismo 7. Primero vas a tener la clásica campaña para un solo jugador donde vives la aventura de crecer como piloto. Eso sí, empezando desde cero con un vehículo "básico" y usado.
Conforme comiences a ganar carreras, eventos y campeonatos, irás adquiriendo la experiencia y créditos necesarios para adquirir vehículos con mejor desempeño. Estos, por cierto, se almacenarán en tu garaje, el lugar donde podrás apreciar tu colección e incluso aprender datos históricos. Por supuesto, tu travesía como piloto se irá haciendo más interesante con el paso de las horas. Además, las habituales carreras se complementa con otro tipo de experiencias que te motivan a dedicar más tiempo al juego.
Por ejemplo, retorna el Centro de Licencias, que además de ser una completa colección de tutoriales para mejorar tus habilidades como piloto, te dará acceso a desafíos y misiones de todo tipo. La meta final será ascender y conseguir una licencia de mayor jerarquía. Desde luego, también tenemos el modo multijugador local y en línea. El primero divide la pantalla para competir con alguien cercano, mientras que la propuesta online, que hereda las bases de GT Sport, nos enfrentará a jugadores competitivos de todo el mundo. Mi recomendación es que explores el segundo hasta que alcances un buen nivel como piloto.
Una de las grandes novedades es el Café. Aquí, recibirás "Menús" con desafíos de colección de autos. Básicamente, el juego te propone completar y ganar diferentes competiciones que te darán acceso a dichos vehículos. En un principio será sencillo dados los modelos que debes conseguir, pero más adelante se convertirá en un reto porque los coches van escalando en nivel. Tras obtenerlos, recibirás un contexto histórico de los autos, lo cual contribuye a hacer de Gran Turismo 7 un fascinante recorrido virtual por el mundo del automovilismo.
De hecho, Polyphony Digital se ha preocupado tanto por ofrecer una experiencia más allá de las carreras que ha construido un sorprendente museo virtual; todo un homenaje al mundo de la conducción que dejará con la boca abierta a cualquier entusiasta. Por otro lado, también tenemos a nuestra disposición las modalidades donde podremos capturar la belleza de los vehículos. Gran Turismo 7 presume un complejo editor de fotos donde incluso es posible cambiar al paisaje de fondo. Las opciones de edición están a la altura de otros juegos exclusivos de PlayStation.
A grandes rasgos, la presentación de Gran Turismo 7 es sobresaliente. Como ya mencioné antes, el nivel de detalle logrado en los modelados de los autos es asombroso. No tanto en los circuitos, aunque ciertamente no se les presta demasiada atención durante una carrera. La iluminación y los efectos de clima, por su parte, también juegan un papel fundamental para embellecer la puesta en escena.
No hay un solo pixel en la interfaz que se note descuidado. A pesar de tener tantas categorías por las cuales navegar, la experiencia de usuario del Mapa del Mundo facilita acceder rápidamente a lo que buscas. La selección de temas de la banda sonora, tan importante en cada entrega, ha sido correcta y hay para todos los gustos. Desde temas tranquilos para navegar en la interfaz, música clásica para la visualización de contenido histórico y electrónica para el momento de correr.
En lo que referente al apartado técnico, Gran Turismo 7 se ve asombroso en la PlayStation 5. No obstante, creo que el juego pudo haber lucido aún mejor si no se hubiese apostado por el lanzamiento intergeneracional —recuerda que también estará disponible en la PlayStation 4—. Salvo el apartado sonoro de los de los autos, que desgraciadamente queda a deber —otra vez—, no hay más que reprocharle.
La consola next-gen ofrece dos modos gráficos. Una se enfoca en el rendimiento, alcanzando la máxima tasa de fotogramas posible (más de 60 FPS en televisores compatibles), mientras que el otro prioriza la calidad visual (con Ray Tracing en repeticiones). En mi opinión, la mayoría de jugadores quedará complacido con el segundo ofrecimiento —el primero es para la experiencia competitiva—. Ojo, si no tienes volante y planeas jugarlo con el DualSense, la integración con la retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos está muy bien lograda.
Para finalizar este análisis, no me queda más que decirte que, si eres fan de la franquicia, Gran Turismo 7 te dejará muy contento. Retomar sus raíces fue la decisión correcta y la mejor manera de celebrar su 25 aniversario. Tendrás un juego cuyo contenido de dará diversión por muchísimo tiempo, principalmente si piensas adentrarte en el desafío de la competición en línea. Prepárate, entonces, para experimentar un homenaje virtual al mundo del automovilismo a partir del 4 de marzo.